CARTAS: Asistencia en educación parvularia, un desafío para la justicia social educativa

Señor director: Iniciamos un nuevo año académico y mantenemos el desafío de una crisis de ausentismo crónico que comenzó antes de pandemia y que se agudizó posteriormente.En el 2023 no logramos alcanzar los indicadores del 2019, y estuvimos aún más lejos de los porcentajes deseables para generar aprendizajes significativos en edades tempranas, es decir que cada niño asista el 90% o más de los días en el año a educación parvularia.

Según la Casen del año 2022, entre 1990 y 2011 la cobertura en educación inicial en Chile casi se triplicó, con crecimiento en el número de instituciones sostenedoras y cupos a lo largo del país.Sin embargo, actualmente Chile presenta las tasas de cobertura más bajas de la OCDE en este nivel, existiendo un 42,1% de párvulos entre 2 y 4 años que no están matriculados en los niveles medios y cuyas sus familias declaran en una amplia mayoría (79%) que no lo consideran necesario.

Hace una semana el alcalde de Renca, Claudio Castro, anunció la implementación del “Bono prekínder”, iniciativa que busca promover la asistencia a clases de los niños y niñas matriculados en educación parvularia en establecimientos con financiamiento público de la comuna. Esta política viene a combatir la emergencia del ausentismo crónico temprano empleando incentivos económicos, que bien deberían ser evaluados para hacer frente a la crisis de asistencia, que -según muchos estudios- predice el comportamiento de la asistencia en la educación escolar básica.

La realidad de estas cifras es dramática si sumamos la situación de los niveles medios y salas cuna públicos, ya que en el caso de establecimientos VTF su financiamiento depende de la obtención de un porcentaje superior al 75% de asistencia para contar con el 100% de la subvención de JUNJI. En concreto, hoy en la Corporación para la Infancia de Santiago (CIS), los datos promedio no superan el 65%, lo cual mantiene al filo el desarrollo de aprendizajes y el financiamiento de los sostenedores por mantener estándares mínimos de calidad. En el caso de la CIS, con la implementación del Programa de Asistencia de la Fundación Educacional Oportunidad, el 64% de los niños y niñas que fue parte de la intervención aumentó su asistencia, lo cual significó un incremento de 6 puntos porcentuales promedio, entre los meses de agosto a noviembre 2023. Cabe destacar que la CIS condensó la implementación de estrategias de un año, en tan sólo seis meses.

Es evidente que debemos realizar un esfuerzo nacional para mejorar la cobertura y la asistencia al primer nivel de la trayectoria educativa, promoviendo aprendizajes y garantizando el bienestar integral de miles de niños y niñas. Solo así podremos avanzar en la superación de las brechas educativas.

Quedamos a disposición para discutir medidas concretas y colaborar en la búsqueda de soluciones efectivas para este desafío que nos incumbe a todos.