Encuesta ODEGI: Violencia de género y discriminación en medios de comunicación
04.12.2023
Hoy nuestra principal fuente de financiamiento son nuestros socios. ¡ÚNETE a la Comunidad +CIPER!
04.12.2023
Los resultados de un reciente estudio del Observatorio de Datos y Estadísticas de Género – ODEGI muestran altas cifras de violencia y discriminación contra periodistas mujeres y trabajadoras de las comunicaciones en Chile. Entre quienes mayormente ejercen este tipo de violencia se repite, según las profesionales encuestadas, un mismo perfil: hombres que ocupan cargos más altos en la jerarquía o jefaturas.
Ocho de cada diez periodistas y comunicadoras declaran haber sido alguna vez ignoradas, subestimadas o denigradas en su contexto laboral por ser mujeres o parte de las diversidades sexogenéricas, y más de un tercio ha sufrido acoso o violencia sexual durante el curso de su trabajo o como resultado de este, de acuerdo al reciente estudio “Condiciones de Trabajo de Periodistas y Comunicadoras/es: violencia de género contra mujeres y diversidades sexogenéricas en Chile”, a cargo del Observatorio de Datos y Estadísticas de Género (ODEGI) y un grupo de periodistas feministas autoconvocadas.
En consulta a 295 periodistas y comunicadoras en distintos momentos de sus trayectorias laborales en Chile durante fines de 2022 e inicios de 2023 se buscó información sobre diversos tipos de violencia; tales como discriminación, abuso de poder o de autoridad, humillaciones, insultos, bullying, amenazas y/o intimidaciones, violencia física y violencia sexual, así como la edad en que se sufrieron estas agresiones, los contextos laborales en qué ocurrieron y quien las ejerció.
Según evidencia internacional, quienes hacen periodismo suelen enfrentar vulneraciones producto del carácter público, investigativo y fiscalizador del oficio [UNESCO 2021]; y en particular las mujeres que trabajan en comunicaciones se ven expuestas a violencias, desigualdades y discriminaciones de género que dificultan y limitan sus posibilidades laborales [FIP 2017; REUTERS INSTITUTE 2023], así como peores remuneraciones y calidad de empleo, además de sobrecarga de trabajo doméstico y de cuidados [CEPAL 2021].
Según este estudio reciente, la realidad en Chile mantiene elocuentes cifras al respecto: un 69% de las periodistas y comunicadoras encuestadas considera haber tenido menores oportunidades para ascender en su carrera laboral respecto a sus colegas hombres cisgénero; y un 44% asegura que durante su trayectoria se le han asignado de forma frecuente temas tradicionalmente identificados como femeninos (tales como gastronomía, espectáculos, infancia, tendencias, vida social, entre otros). Esto, a diferencia de política, economía, relaciones internacionales y crimen, los cuales como muestra evidencia internacional, son mayormente asignados a hombres [FREE PRESS UNLIMITED 2021]. Respecto de violencias específicas, un 79% de las periodistas y comunicadoras consultadas declara haber experimentado durante su vida laboral alguna situación de violencia psicológica (66%, de manera presencial, contra 34% de manera online o combinada de ambas modalidades); un 13%, violencia física; y un 36%, violencia sexual (70%, de manera presencial, contra 30% de manera online o combinada de ambas modalidades).
Lo anterior es un hallazgo importante de considerar, ya que la violencia de género que se vive a través de plataformas en línea muchas veces se desacredita como tal, si bien es una problemática creciente que evidencia cómo la violencia de género se expresa en los distintos espacios de interacción humana, y que en plataformas digitales constituye una grave vulneración al derecho de expresión de las mujeres. Evidencia internacional da cuenta de que las mujeres periodistas enfrentan altas tasas de violencia sexual y psicológica a través de las plataformas digitales [UNESCO 2021].
PERFILES DE AGRESORES Y CANALES DE DENUNCIA
Quienes mayormente ejercen el tipo de violencia antes descrita repite, según las profesionales encuestadas, un mismo perfil: hombres que ocupan cargos más altos en la jerarquía o jefaturas. Es predominantemente el caso para violencia psicológica (con un 75% de agresores hombres, y un 76% de jefaturas o mayor rango que las afectadas), sexual (92% y 60%, para la misma comparación) y física (74% de hombres, y un tercio para superiores jerárquicos). Sin embargo, es relevante también destacar otro perfil de agresor: un 6% de quienes ejercieron violencia física y un 10% de quienes ejercieron violencia sexual eran fuentes de las periodistas consultadas; es decir, personas que entregan información para el desarrollo de sus contenidos (ya sea reportaje, noticias u otros). Enfrentar temor al aproximarse a una fuente es un importante obstáculo para el desarrollo laboral de quienes trabajan en esta profesión.
Sobre las consecuencias que tuvo para ellas el haber vivido estos tipos de violencia, predominan los sentimientos de tristeza o angustia, así como la inseguridad, temor o miedo. Pero también alrededor de un tercio de las mujeres dicen haber sufrido un daño a su reputación profesional o empleo (33% de quienes vivieron violencia psicológica, 14% de violencia física, y 29% violencia sexual).
Por último, el estudio también buscó indagar sobre los posibles canales de denuncia para las vulneraciones vividas por periodistas y comunicadoras, especialmente considerando la alta incidencia de episodios ocurridos dentro de las mismas organizaciones en las que trabajan. Las cifras evidenciaron una grave situación: un 73% de quienes habían vivido vulneraciones sexuales o laborales no había hecho denuncias ante alguna institución o en su mismo lugar de trabajo. ¿La razón? 38% de ellas tuvo miedo a ser despedida o sufrir represalias en su carrera laboral; un 22% sintió vergüenza de contar su situación; y un 21% asegura haber tenido temor a que no le creyeran, entre otros motivos. Esto no es de extrañar si consideramos la alta prevalencia de jefaturas o cargos mayores entre los agresores.
La baja prevalencia de denuncia también puede explicarse porque un cuarto de las mujeres víctima de agresión declara trabajar en una organización que no cuenta con un protocolo para realizar denuncias de acoso sexual ni laboral, y un 29% no sabe si este existe. Además, entre quienes trabajan en un lugar que sí cuenta con un protocolo, siete de cada diez no saben cómo funciona, y menos de la mitad (48%) confía en que la organización en que trabaja tomaría en serio los incidentes denunciados mediante el protocolo. Así también, un 58% no se encuentra satisfecha con este.
No es de extrañarse que solamente un 5% de las periodistas y comunicadoras consultadas en este estudio, inédito hasta ahora en el país, declare sentirse muy segura ejerciendo su trabajo. En una sociedad patriarcal como la que vivimos, las mujeres debemos enfrentar vulneraciones, discriminaciones y desigualdades en todos los ámbitos de nuestras vidas. Contar con datos construidos y analizados desde una perspectiva feminista contribuye a visibilizar estas opresiones e injusticias, y puede también ser una herramienta para generar transformaciones, con el propósito de construir un periodismo que posibilite la democracia desde una perspectiva de género, diversidades y derechos humanos.
(*)Firman este análisis: Liz Bravo, Jacinta Girardi, Daniela Moyano, Valentina Prater y Catalina Rufs (ODEGI Chile); Andrea Bustos, Mimi Cavalerie, Magda Escobar, Gianina Paredes, Victoria Parra y Andrea Peña (periodistas feministas).