CARTAS: Incendios en asentamientos irregulares (campamentos)

Señor director: En solo diez días han ocurrido cinco incendios en asentamientos irregulares a lo largo de Chile (Antofagasta, Maipú, Osorno y Coronel), con el lamentable resultado de catorce fallecidos; entre ellos, menores de edad. Un reciente catastro nacional de campamentos (2022-2023, TECHO-Chile) señala la existencia de 1.290 campamentos en el país, lo que involucra un total de 113.887 familias ubicadas en asentamientos irregulares, con un aumento de un 33,13% (en 2020) y un 39,49%  (en 2021) respecto al año previo.

Los incendios son una de las amenazas en las que están expuestos las personas que se encuentran establecidas en estos lugares producto de la crisis habitacional y la migración, o como consecuencia de la pandemia y la crisis económica. También lo son las inundaciones y los derrumbes o deslizamientos de terreno.

El factor económico determina la capacidad para acceder a construcciones mejores y con servicios básicos, pues la mayoría de las construcciones son de “material ligero”, lo que se traduce en la inexistencia de cortafuegos entre construcciones, facilitando una rápida propagación en el evento de un incendio. El no acceso a servicios básicos implica instalaciones eléctricas irregulares, ausencia de grifos de bomberos y la dificultad para el ingreso de vehículos de emergencia.

Esta tragedia enluta no solo a la comuna de Coronel, como lo ha señalado alguna autoridad,  sino a todo un país y a una sociedad en donde predomina la inacción ante el peligro y el riesgo para las familias que se establecen en estos lugares. 

El aumento de los campamentos seguramente seguirá al alza en sintonía con la emergencia habitacional y una economía poco favorable para familias vulnerables y expuestas, entonces será necesario establecer pautas para las construcciones de viviendas provisorias, tales como distanciamiento entre construcciones, pasajes o calles para el ingreso de vehículos de emergencia, zonas de seguridad o incluso la implementación de detectores de alarma de humo; con la intención de evitar que estos eventos de incendios sigan provocando pérdidas de vidas.