CARTAS: Semana Mundial de la Lactancia Materna

Señor director: La conmemoración de la Semana Internacional de la Lactancia Materna 2023, bajo el lema «Hagamos que la lactancia materna y el trabajo funcionen», nos invita a reflexionar sobre las deudas que tenemos como país y sociedad frente a la práctica del amamantamiento. Según la última Encuesta Nacional de Lactancia Materna, una de las principales causas por las que las madres en Chile interrumpen la lactancia es la incorporación a los estudios y/o trabajo. Por lo tanto, se hace necesario analizar de qué manera el Estado, las instituciones públicas y privadas, y la sociedad en general pueden contribuir a que la lactancia sea promovida y mantenida aun en el contexto laboral.

Chile ha implementado una serie de medidas en dirección de promover la lactancia materna, con un impacto significativo en el aumento de la duración y la exclusividad hasta el sexto mes de vida del lactante. Esto ha alcanzado una prevalencia muy cercana al 60%. Sin embargo, queda pendiente el cómo mantener la lactancia materna después de la incorporación al trabajo. En la actualidad, muchas mujeres ven como un desafío inalcanzable la posibilidad de mantener la práctica del amamantamiento en el contexto laboral, debido a condiciones informales que imposibilitan el acceso a los beneficios de la maternidad, especialmente en comunidades más desfavorecidas y entre inmigrantes. También hay dificultades para compatibilizar los horarios de trabajo con la lactancia y/o la extracción de leche, debido a horarios de trabajo largos e inflexibles, así como la ausencia de espacios físicos que lo permitan en condiciones mínimas de salubridad. En la mayoría de los lugares de trabajo, al no existir una normativa clara que incentive o garantice las salas de lactancia para las madres, un importante número de ellas se las ingenia para extraerse leche materna en oficinas, baños y otros espacios que no favorecen en absoluto una experiencia positiva y facilitadora de la adherencia a la lactancia durante más tiempo.

¿Qué beneficios aportaría el lograr lactancias más prolongadas, que haga necesaria la regulación de medidas que favorezcan esta práctica? La evidencia es consistente en señalar los múltiples beneficios de la lactancia tanto para los lactantes como para las madres y sus familias. Constituye una de las principales estrategias costo-efectivas para reducir las muertes y enfermedades infantiles y maternas. Asimismo, a largo plazo, mejorar los resultados de lactancia permitirá tener comunidades más saludables, ya que la interrupción precoz de la lactancia y la consiguiente incorporación de fórmulas artificiales se han asociado con problemas de malnutrición por exceso de peso y otras enfermedades no transmisibles, como la diabetes mellitus y la hipertensión arterial, problemas de salud altamente prevalentes en la población chilena.

Por otro lado, se ha documentado que contar con espacios como las salas de lactancia y medidas que favorezcan la prolongación de la práctica del amamantamiento –como una mayor flexibilidad laboral, acceso al teletrabajo, salas cuna y/o jardines infantiles acreditados como «Amigos de la Lactancia», cercanos a los lugares de trabajo– disminuyen el ausentismo laboral. Esto se debe a que la lactancia otorga protección contra las principales enfermedades infectocontagiosas prevalentes en niños y niñas, como las respiratorias y gastrointestinales. También disminuyen los costos en salud y promueve la fidelización de las madres con sus lugares de trabajo.

Finalmente, es importante recordar que hacemos posible la lactancia y el trabajo cuando visibilizamos esta realidad y apoyamos y protegemos a las madres que amamantan en nuestros entornos laborales, y no «penalizamos» la maternidad ni a nuestra compañera de trabajo que tiene una jornada laboral menor o más flexible, o que se ausenta para amamantar o practicar la extracción de leche. De esta manera, todos como sociedad podemos contribuir a hacer la lactancia posible, de manera que las madres no tengan que elegir entre amamantar a sus hijo/as o trabajar.

¿Qué otros desafíos tenemos para hacer la lactancia posible? Aunque el foco de la Semana de Lactancia 2023 está en la madre trabajadora, no podemos ignorar los desafíos pendientes que tenemos desde los distintos sectores, en especial desde el sector salud, para hacer que la lactancia sea posible. Para lograr esto, es necesario enfatizar la gran responsabilidad de los equipos de salud, manteniendo a los profesionales actualizados en las mejores prácticas para promover la lactancia en el embarazo, el momento del parto e inicio de la lactancia, controles de salud durante los primeros años de vida e incluso en el contexto de hospitalización infantil. Lamentablemente, la falta de actualización en lactancia y la persistencia de prácticas hospitalarias obsoletas y sin base médica científica dificultan la lactancia y representan verdaderas barreras obstaculizadoras para la práctica del amamantamiento.

Hoy tenemos la oportunidad de analizar desde el lugar en el que nos encontramos o desempeñamos nuestras actividades laborales cuál es el rol que nos compete desempeñar para que la lactancia y el trabajo juntos sean posibles, contribuyendo así a tener niños, niñas y familias más saludables.