CARTAS: Sistema de isapres, con fecha de expiración
01.07.2023
Hoy nuestra principal fuente de financiamiento son nuestros socios. ¡ÚNETE a la Comunidad +CIPER!
01.07.2023
Señor director:
La mayoría de la gente habla de que el fallo de la Corte Suprema que obliga a la restitución de los cobros excesivos por parte de las isapres a sus afiliados es la razón principal por la que el sistema de salud privado en Chile está en crisis. Si bien es cierto que el fallo agudiza la (no) viabilidad del sistema, el problema de fondo es que en Chile tenemos un mercado privado de seguros individuales de salud que en la práctica no funciona como debiese funcionar en teoría. Esto iba a llevar, tarde o temprano, al colapso de este sistema.
En un mundo ideal, cuando una persona contrata un plan de salud con una aseguradora, la prima a pagar por este plan debiera depender de la edad y del estado de salud del cotizante al momento de firmar el contrato, y debiese ser lo suficientemente alta para que las aseguradoras generen niveles razonables de ingresos, incluso si el cotizante mantiene el contrato por toda su vida. Es decir, son planes individuales de salud que duran para toda la vida. Las primas pueden aumentar en el tiempo, pero sólo de acuerdo a incrementos inesperados en costos que afecten a todo el sistema (como, por ejemplo, avances tecnológicos en medicina), y estos aumentos deben ser aprobados (o sugeridos) directamente por el ente regulador.
Este “sistema ideal” de contratos individuales sí existe, y es el mercado privado de seguros de salud de Alemania. En la vereda opuesta tenemos el sistema privado de contratos individuales en Chile, donde las isapres aumentan precios prácticamente todos los años por el simple hecho de que las primas pactadas al momento de firmar el contrato no son suficientes para generar ingresos. Los cotizantes, razonablemente, no van a responder de manera positiva a estas alzas “injustificadas”, y van a demandar a las aseguradoras constantemente. Si a esto le añadimos nuevas restricciones que prohíben cobrar precios diferenciados por edad (y género) o que obligan a entregar cobertura a las preexistencias del cotizante al momento de firmar el contrato, tenemos un sistema completamente distinto al alemán, y el cual está al borde del colapso.
Es por esto que la discusión sobre un posible nuevo sistema de salud tiene que enfocarse en qué tipo de sistema queremos. El de isapres con contratos individuales puede funcionar, pero necesita arreglos; siendo el más importante que el regulador esté mucho más involucrado en el mercado, especialmente en cómo se fijan las primas y cómo estas pueden cambiar con el tiempo. Por el contrario, si como sociedad decidimos que un sistema privado con contratos individuales que cobran precios distintos por edad y género, y que no proveen cobertura a las preexistencias, es algo que no podemos tolerar, entonces necesitamos diseñar un sistema distinto con contratos anuales y grupales. En ese caso, el sistema privado de salud de Suiza puede ser un buen ejemplo para replicar de un mercado que funciona bien y que tiene contratos anuales y grupales que no permiten precios diferenciados.