CARTAS: El euro “Fruna”
24.01.2023
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24.01.2023
Señor director:
Por notas de prensa de diversos medios nos hemos enterado de que los gobiernos de Argentina y Brasil empezarán a trabajar en la creación de una moneda común. Según datos de Infobae, el eventual “Sur” funcionaría en paralelo al peso argentino y del real brasileño.
Para poder crear una moneda común se necesita, primero, crear algo llamado área monetaria. Esto quiere decir que los países deben estar hasta cierto punto integrados. No puedes tomar un puñado de países al azar, ponerles una moneda única y esperar que eso por arte de magia funcione. Para que esto funcione, se deben cumplir previamente unas cuantas condiciones. La primera de ellas es que entre los países integrantes debe haber plena libertad de movimiento entre fronteras, ya sea de integración laboral o comercial. Esto último es lo único que tienen en común Argentina y Brasil.
En segundo lugar, debe haber libre movimiento de capital, flexibilidad de precios y de salarios. Los capitales se van moviendo de un país a otro dependiendo de varios factores, y al hacerlo pueden alterar la economía de un país. Para que haya una moneda única es importante que los capitales se puedan mover libremente, tal como más o menos ocurre con los precios y salarios. Si no, una moneda única sería algo inviable. Si cada país se pone a hacer política mirando a sus propios intereses, ¿de qué sirve la moneda única?
El último requisito que deben cumplir los países que participan de un proyecto así es que sus ciclos económicos estén correlacionados. En resumidas cuentas, esto quiere decir que si un país está en periodo de crecimiento, el resto debe estarlo también. Esto es importante porque, al tener una moneda en común, es necesario un Banco Central como el Banco Central Europeo, cuyo mandato es velar por la estabilidad de la moneda. Para tener estabilizada la moneda el Banco Central va a aplicar una política monetaria que sea igual para todos. Por ejemplo, un país está en una recesión y el Banco Central decide aplicar política monetaria expansiva para sacarlo de ahí; pero a su vez hay otros que están en una época de auge. ¿Qué pasará, entonces? Que el país que estaba en una recesión sale de ahí, mientras que a los otros países les puede generar una burbuja y problemas de inflación. O puede suceder lo contrario: en un país en el que todo iba bien, el Banco Central sube los tipos de interés y provoca una crisis.
Por eso es importante que los países integrantes tengan unos ciclos correlacionados para que la moneda única no genere problemas de asimetría.
Una dificultad que hay para implementar esta medida es el oscuro historial económico de un país como Argentina, de bastante mala fama para sus finanzas públicas. Para que la nueva moneda no parta desde la desconfianza, es importante que, antes de crearla, los países saneen sus cuentas públicas y asuman un compromiso de responsabilidad.
La propuesta de avanzar hacia una moneda única, por ahora tiene más de proyecto político que económico, y nos parece una mala idea. No somos Europa; cada país tiene sus propios intereses. Si el proyecto se concreta y Chile se une, no solo estaría perdiendo la soberanía sobre nuestra política monetaria, si no que se podría dar el caso en que terminemos por financiar las cuentas fiscales de países como Argentina o Venezuela.