Nuevo proceso constitucional: atender la voz de los jóvenes
21.12.2022
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21.12.2022
Los resultados de una reciente encuesta entre jóvenes urbanos (noviembre 2022) sobre nueva Constitución para Chile muestran preferencias y énfasis que coinciden con los marcos del nuevo Acuerdo anunciado a mediados de este mes, comenta la autora de esta columna para CIPER. [más de CIPER-Opinión, en #NuevaConstitución]
Incluso luego del Acuerdo dado a conocer el pasado día 12 para el reinicio de un proceso constitucional, el triunfo del Rechazo en el plebiscito de septiembre sigue leyéndose de múltiples maneras, las que de algún modo pueden determinar el curso del nuevo debate. Analizar las opiniones de la juventud y sus intenciones de voto al respecto contribuirá a entregar luces sobre un segmento de la población sin duda interesado en el curso del proceso.
Comento a continuación los resultados de la encuesta «Jóvenes Participación y Medios», que realizamos en CICLOS-de la Universidad Diego Portales junto con Feedback Research. Esta encuesta estudia anualmente (desde 2009) una muestra representativa de la juventud urbana en Chile, y ha registrado en los últimos años algunos aspectos del proceso aludido. Este año el trabajo de campo se realizó entre los días 4 de octubre y 5 de noviembre, a través de 1001 entrevistas cara a cara [1].
Es cierto que los jóvenes no son un segmento representativo de toda la sociedad, pero nuestros datos evidencian que sus actitudes han evolucionado de un modo similar al de la población general desde 2020: baja sostenidamente la adhesión a posiciones extremas, a la vez que aumenta la moderación en una serie de indicadores políticos. Respecto del plebiscito de salida, nuestros datos muestran que el 42% del total de los jóvenes votó Rechazo (con un 29% por el Apruebo), pero si sólo consideramos a quienes ejercieron una preferencia (restamos a quienes no participaron o votaron blanco o nulo), se trata de un 59%, un porcentaje muy cercano al resultado de la población general que todos conocemos.
(i) sobre las propuestas: durante octubre de este año, preguntamos por nueve de los puntos más publicitados de la Propuesta de nueva Constitución (PNC), y encontramos niveles de apoyo muy altos para algunos temas, pero no para todos. Los aspectos más apreciados fueron «el compromiso con el cuidado del medio ambiente y el reconocimiento del agua como derecho humano», que respalda el 77% de los jóvenes. Alrededor del 60% apoya «la promoción de la paridad de género, el derecho a decidir sobre el propio cuerpo y el establecimiento del voto obligatorio para mayores de edad». El apoyo a «la instauración de un Estado social de Derecho» ronda el 50%. Sin embargo las restantes propuestas cuentan con menor apoyo, como el «reemplazo del Senado por una Cámara de las Regiones» y la creación de un «sistema de Salud universal público e integrado» (33% y 36%, respectivamente). El «reconocimiento de Chile como país plurinacional» sólo es respaldado por el 28%, y es abiertamente rechazado por el 45%. Fue la propuesta que concitó mayor nivel de desacuerdo.
Al indagar si las preferencias se asocian al género o estrato socioeconómico de los jóvenes, sólo se encontraron diferencias significativas respecto de dos propuestas: «la instauración de un Estado social de Derecho», que cuenta con más respaldo a mayor nivel socioeconómico (NSE); y en «el derecho a decidir sobre el propio cuerpo», con mayor apoyo entre las mujeres. Para todas las demás, las evaluaciones negativas y positivas son similares entre todos los grupos. En resumen, al desagregar la opinión de los jóvenes entre diversos contenidos de la pasada PNC, vemos que la mayor parte de éstas eran sumamente populares a nivel transversal entre los jóvenes (5 de 9), y sólo la tercera parte resultaban mal evaluadas, destacando sólo una (la plurinacionalidad) por su alto nivel de oposición a través de grupos socioeconómicos y género.
(ii) sobre los convencionales: pero además de la evaluación del texto, las opiniones sobre quienes lo redactaron fue un elemento clave. Recordemos que, tras años de escasa participación electoral juvenil, este proceso fue el gran gancho motivacional que llevó al 80% de los jóvenes a votar en la elección de mayo de 2021 que permitió la conformación de la Convención Constitucional (CC). Los jóvenes pusieron grandes esperanzas en esta. De hecho, en 2020 nuestra encuesta mostraba que el 86% confiaba en el trabajo que desarrollaría la Convención: un 53% reportó «alta confianza» y un 33% «mediana confianza». Un año más tarde, en 2021 (en fecha posterior a la elección de convencionales), quienes reportaban mediana o alta confianza habían caído al 34%. Ese año también les preguntamos cómo evaluaban el desempeño de los miembros de la CC hasta entonces: un 52% lo calificó como «regular», y una quinta parte como «malo» o «muy malo». En ninguna de estas respuestas encontramos diferencias significativas en términos de género o NSE. En resumen, la evaluación de los constituyentes partió bien, pero cuando comenzó su trabajo fue cada vez más negativa a lo largo del tiempo.
(iii) sobre un nuevo proceso: finalmente, ¿Qué pensaban hace un mes los jóvenes sobre el futuro del proceso constitucional? Los datos muestran que menos del 10% estaría dispuesto a mantener la actual Constitución. El resto de los jóvenes demanda la creación de un nuevo órgano encargado de redactar la Carta Magna, pero no existe una preferencia mayoritaria sobre cómo debería funcionar. Sólo un 15% creía en reiniciar íntegramente el proceso, eligiendo nuevos integrantes para una segunda Convención democráticamente electa en su totalidad. El resto se divide entre opciones que incluyen a expertos, pero siempre considerando un plebiscito «de salida» ciudadano. La opción que alcanzaba más respaldo es un órgano conformado por expertos (alrededor del 40%), seguida por el trabajo de convencionales electos que sean apoyados por expertos (18%). Delegar al Congreso la redacción era, en noviembre, la menos popular (11%).
En cualquier caso, es fundamental leer los datos de opinión pública en el contexto sociopolítico en el que se generan, a la luz de las percepciones más generales de la actualidad, ya que numerosos indicadores muestran desde 2020 una tendencia hacia la moderación, pero de la mano con una creciente incertidumbre y una mirada cada vez más pesimista del futuro, en un periodo que no sólo estuvo marcado por el proceso constituyente, sino por tres años de crisis en diferentes olas: antes de que decantara la crisis sociopolítica que comenzó en 2019 le siguió una inédita crisis sanitaria, que remató en una crisis económica global. En este contexto, no resulta sorprendente que entre 2021 y 2022 haya bajado desde un 27 a un 18% el respaldo a impulsar un «cambio radical en el menor plazo posible» para solucionar los problemas de los chilenos, y que caiga desde el 45 al 31% la opción de generar «un cambio sustantivo, pero con tiempo, en un proceso ordenado y estable», mientras aumenta desde el 26 al 42% la preferencia por cambiar sólo las cosas que permitan «resolver los problemas más urgentes» para no poner en riesgo el orden y la estabilidad.
En conclusión, la demanda por una nueva Constitución se mantiene entre un segmento muy mayoritario, pero es igualmente mayoritaria la mala evaluación del trabajo que realizó el órgano anterior que fue elegido para redactarla. La inclusión en este texto de compromisos asociados a la agenda medioambiental y de género cuentan con un alto respaldo, y —aunque en menor medida— también es popular el establecimiento de un Estado social de Derecho, pero son impopulares la eliminación del Senado, la creación de un sistema de salud público de carácter universal y, particularmente, la plurinacionalidad. Probablemente debido a la experiencia con la anterior Convención es minoritario el apoyo a la conformación de un órgano de iguales características, pero es ampliamente respaldada la necesidad de continuar el proceso para dar al país una Carta Magna que surja de un órgano democráticamente electo, tendencia que este mes de diciembre se ha visto refrendada por un Acuerdo que, hasta ahora, avanza precisamente por esos ejes.
[1] Muestreo probabilístico estratificado no proporcional a nivel de región; tamaño aproximado de 1000 casos; entrevistas cara a cara a individuos de 18 a 29 años residentes en los principales centros urbanos del país; error estimado en 3,1% a varianza máxima y 95% de confianza. Informe completo en: ciclos.udp.cl/proyectos/encuesta-de-jovenes-participacion-y-medios/