Cartas: La construcción teológica como un acercamiento a lo político y su tensión con la pobreza
13.01.2022
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13.01.2022
Señor director: Hablar sobre teología y política es referirse a nuestro continente, una América Latina de desgracias políticas y económicas, en donde la pobreza ha sido una cruda y extendida realidad. La pobreza multidimensional que ha afectado también a nuestro país se hace notar por la urgente necesidad de mayores y mejores políticas públicas, y en ello la teología ha tenido una gran labor, sobre todo desde el mundo católico. La Teología de la Liberación ha reflexionado sobre la necesidad y vulnerabilidad que experimentan personas en situación de pobreza extrema, mostrando a un Mesías sufriente desde los desposeídos, ya que es dónde Cristo escoge mostrar su amor y su ética.
Esas luchas tienen también una conexión con los derechos humanos (DD. HH.), ya que son éstos los que los habilitan y les otorgan una salida política para vivir de mejor manera («toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios», art. 25 de la Declaración Universal de Derechos Humanos).
La teología ha sido un aliciente para hablar también de otros tipos de vulnerabilidades que requieren de un lugar de dignidad al interior de la nación, hoy en discusión como parte del debate constitucional en curso: migrantes, personas en situación de discapacidad, mujeres, indígenas, comunidad LGBTIQ, vendedores ambulantes, campesinos, pescadores, etc. Se cruza entonces la apertura de la construcción teológica con el accionar político, pues la primera se alimenta de la segunda para construir humanidad. Sin una reflexión política, una teología sólo de balcón quedaría lejos de la gente y de su realidad económica y social.
Por eso siempre será bueno co-construir una teología «desde abajo», desde las bases o clases populares, y confirmar que es en la idea de pueblo donde se encuentra la posibilidad de oxigenar las problemáticas sociales. Tal praxis teológica surge desde la aspiración democrática a vivir con libertad en una nación plural, allí donde la pobreza sea la primera urgencia de un mandatario y demás autoridades. Por ejemplo, una lamentable realidad hoy a lo largo de Chile son los alrededor de ochocientos campamentos, donde no existe alcantarillado, luz eléctrica ni agua potable, tal como lo reconoce el propio Senado de la República
El teólogo Nicolas Panotto afirma (2019): «Las expresiones religiosas integran el espacio público aportando a procesos inclusivos y democráticos». Se puede decir, entonces, que la teología estará siempre llamada a procurar el bien común de la sociedad, y a mirar a los DD. HH. como la posibilidad de acercarse políticamente a darle libertad a quienes están necesitados y en vulnerabilidad. En palabras de David Roldan (2014): «La encarnación de Dios en Jesucristo patentiza su rechazo de formas autoritarias a favor de un compromiso con los débiles».