Cartas: Día Mundial del Suelo
02.12.2021
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02.12.2021
Los suelos del planeta son un recurso natural no renovable a escala humana, por ende su conservación no sólo depende de los agricultores, gobiernos, de las leyes que regulan su uso o de los científicos dedicados a su estudio. En ese sentido, el cuidado y conservación de tan limitante recurso le concierne a toda la sociedad en su conjunto.
Los suelos otorgan una serie de bienes y servicios tanto para las actividades humanas como para el medio ambiente. Quizás la producción de alimento sea la función más conocida; sin embargo, el suelo soporta funcionalidades relacionadas con el ciclo del agua, nutrientes, mantención de la biodiversidad, obtención de energía e incluso aquellas relacionadas con funcionalidades arqueológicas, culturales y de ocio.
En 1935, el presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, dijo: «La historia de cada nación es eventualmente escrita por la forma en la que cuidan de sus suelos», y en ese sentido el escenario para Chile no es muy alentador. El Informe del Estado del Medio Ambiente 2020 (Ministerio del Medio Ambiente de Chile) señala que una superficie de 36,8 millones de hectáreas, equivalentes a un 49.1% del territorio nacional, presenta procesos de degradación, en donde la erosión es la causa más importante de la pérdida de suelo. Esta cifra es alarmante, y nada hace presagiar que dichos guarismos disminuyan, dado que existe una presión sostenida ya sea hacia los suelos protegidos —como los de parques nacionales o áreas silvestres— y más aún sobre los suelos que sostienen la producción agrícola. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estableció en 2013 el 5 de diciembre como el Día Mundial del Suelo. Al conmemorarse esta fecha, es de suma urgencia hacer una mirada-país y decidir si queremos seguir con esta espiral de degradación o adoptaremos medidas tendientes a contrarrestar la pérdida de tan preciado recurso natural. No debemos olvidar que un suelo sano es la base para una producción de alimentos sanos, y que un suelo de buena calidad es la mejor herencia que podemos dejarles a las generaciones futuras.