CIPER ACADÉMICO / OPINIÓN
Lo que revelan los apellidos de los santiaguinos
09.01.2021
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CIPER ACADÉMICO / OPINIÓN
09.01.2021
En este inédito retrato de cómo se distribuyen los apellidos en Santiago, los autores muestran que hay una relación entre la cantidad y variedad de los apellidos y el nivel socioeconómico. En la zona oriente se mezclan las distintas colonias y los descendientes de lo que Francisco Encina llamaba “aristocracia castellano-vasca”; en las zonas más pobres de la capital la variedad de apellidos es menor y se trata de los apellidos “que existen en la población de origen”. Muestran también que los apellidos de la elite no se mezclan con el resto de la ciudad -es más fácil encontrar a un Larraín Vial que a un Larraín González-, lo que los lleva a decir que “la clase alta se comporta como una minoría étnica”.
Esta columna está basada en la investigación recientemente publicada en la revista Plos One: “Surname affinity in Santiago, Chile: A network-based approach that uncovers urban segregation”.
Si eres de Santiago, o estás planeando visitar la ciudad, haz el siguiente ejercicio. En el curso de un fin de semana, muévete a cuatro puntos de la ciudad: Estoril con Av. Las Condes (Las Condes), Av. Recoleta con Zapadores (Recoleta); San Pablo con Av. Las Torres (Lo Prado); y Av. San Carlos con Av. Concha y Toro (Puente Alto). Entabla conversación con la gente a tu alrededor y pregunta sus nombres. Encontrarás que cada barrio tiene sus apellidos distintivos.
En nuestro artículo recientemente publicado en Plos One, tomamos los apellidos de los santiaguinos y analizamos cómo se distribuyen en la ciudad. Mira el mapa de la Figura 1: las intersecciones indicadas arriba son los puntos más representativos por cada sector de Santiago: azul, amarillo, rojo, y verde. Apellidos como González y Muñoz están bien representados en toda la ciudad. Otros apellidos están focalizados. Por ejemplo, en la zona verde encontrarás muchos Cañete, Moreira, y Corrales; en la zona amarilla encontrarás a los Cruces, Grandón, y Arriaza; los Quevedo, Jeria y Moyano estarán principalmente en el área roja mientras que en la azul encontrarás a los Larraín, Cruzat, e Iturriaga.
Figura 1
Cuatro zonas distintas de Santiago según composición (isonímica) de apellidos detectadas usando inteligencia artificial
En nuestra investigación encontramos que algunas zonas tienen mucha más diversidad que otras, y que ésta incrementa con el nivel socioeconómico (NSE; ver Figura 2). En Santiago, el gran quiebre es entre la zona azul y el resto: en la zona azul hay muchísimos más apellidos. Cualquiera que conoce Santiago sabe que la zona azul es el “barrio alto”, el triángulo nor-oriente de mayores recursos.
Una razón por la cual el barrio alto tiene una composición de apellidos diversa es que las colonias tienden a vivir ahí (ver, por ejemplo, en Figura 3 la distribución de apellidos palestinos). Los descendientes de vascos, palestinos, judíos, e italianos tienen apellidos poco frecuentes que aportan diversidad. Otra razón es que, en el pasado, muchos castellanos de clase alta buscaron distinguirse del resto mediante cambios de nombre. Los Pérez que escalaron socialmente pasaron a decir, “no soy cualquier Pérez, soy Pérez de ______” (la Huerta, Cotapos, Arce, rellene usted). Esto afecta la medida de diversidad, porque para dos Pérez de Maipú, en Vitacura va a haber un Pérez de Arce y un Pérez-Cotapos, y por tanto Vitacura tendrá más diversidad de apellidos que Maipú.
Notamos que la relación entre NSE y apellidos no es única a Chile. Collado y sus colegas encuentran que los españoles acaudalados tienen apellidos raros comparados con el ciudadano promedio.
Figura 2
Diversidad en la composición de apellidos por barrio, cruzado por nivel socioeconómico. A mayor diversidad de apellidos, mayor índice socioeconómico NSE (SES por sus siglas en Inglés).
En el resto de la ciudad también hay diferencias. La zona de Santiago más homogénea es la verde, y las zonas amarilla y roja tienen un nivel intermedio de diversidad. Una posible razón de por qué la zona verde es homogénea es que está ubicada en la periferia de Santiago, y fue poblada más recientemente. Los lugares nuevos son poblados por un subconjunto de los apellidos que existen en la población de origen, y por tanto tienen menos diversidad.
Puente Alto (zona verde) se urbanizó mucho después que Macul, San Miguel, y otras comunas de la zona amarilla, y por tanto su composición de apellidos es menos diversa. Lo mismo ocurre con Chile en su conjunto. Barrai y sus colegas explican que el norte de Chile tiene más apellidos que el sur (exceptuando la Araucanía, que es muy diversa) porque fue colonizado por los españoles antes (la primera ola colonizadora se asentó progresivamente de norte a sur).
Figura 3
Distribución de personas con apellidos palestinos en Santiago
Distintas partes de la ciudad tienen distinto nivel socioeconómico (ver Figuras 1 y 2). Esta información nos permite examinar la composición de apellidos por estrato. Encontramos que, desde el percentil de ingresos 1 hasta el 70, la población santiaguina es homogénea. Desde el percentil 80 hacia arriba la diversidad en la composición de apellidos crece. Esto significa que, en términos de apellidos, un barrio de ingreso medio-alto – digamos percentil 70 – se parece más a un barrio del percentil 10 (NSE bajo) que a un barrio del percentil 90 (NSE alto). Los santiaguinos son bastante parecidos entre sí, excepto por el 20% de mayores ingresos.
Esto se puede ver en la red de la Figura 4: los puntos – o nodos, en jerga técnica – son lugares de Santiago coloreados por zona (verde, amarillo, rojo, y azul). Estos están cerca si tienen una composición de apellidos parecida, y están lejos si tienen apellidos muy diferentes. ¿Qué vemos? En tipo de apellidos, el barrio azul bien podría ser un país aparte.
Figura 4
Red de afinidad isonímica de apellidos. La red muestra un patrón territorial emergente que coincide con la ocupación territorial del barrio alto (nodos en azul).
Los diez apellidos santiaguinos de mayor estatus socio-económico promedio son Errázuriz, Schmidt, García-Huidobro, Undurraga, Tagle, Vial, Larraín, Irarrázaval, Izquierdo, y Aldunate (sacamos del ranking apellidos con poca frecuencia). Estos, excepto Schmidt, representan lo que Francisco Encina – el historiador de la primera mitad del siglo XX – llamaba la aristocracia castellano-vasca.
Los Irarrázaval adquirieron el primer título de nobleza chileno, en 1684. Los García-Huidobro, también de la nobleza colonial, llegaron a Chile con el comercio de esclavos. El primer Larraín llegó a Chile en 1685, y su familia progresó rápidamente en la escala social (también compraron un título de nobleza). Originalmente del mismo pueblo navarro que los Larraín (Aranaz), los Errázuriz produjeron tres presidentes de la república. Con los Vial ocurrió algo parecido con los presidentes, José Joaquín Prieto Vial y Manuel Bulnes Prieto (sobrino del anterior).
En la red de la Figura 5, cada nodo (punto) es un apellido, y cada línea representa un vínculo paterno-materno: si dos apellidos tienen más conexiones de las que se esperaría dado sus frecuencias, entonces conectan en la red.
En nuestro artículo, encontramos que apellidos de clase alta tradicional tienden a agruparse (ver etiqueta C7 en la Figura 5). Controlando por la frecuencia de los apellidos, es más fácil encontrar a un Larraín Vial que a un Larraín González. En este sentido, la clase alta se comporta como una minoría étnica, las cuales también tienden a formar aglomeraciones. La red muestra grupos con representación mapuche (C2 y C4), palestina (C0), judía (C5), coreana (C3), y gitana (C1).
Figura 5
Red de vínculos paternos-maternos entre apellidos en Santiago
Figura 6 a y b
(A)Representación de grupos en el congreso chileno, 1834-2020;
(B) distribución urbana de grupos de apellidos afines
Cuando revisamos la representación histórica de cada grupo de apellidos en el congreso chileno (Figura 6-A), vemos que los etiquetados C7 y C5 en la Figura 5 dominan. Los dos pertenecen a la clase alta tradicional (el C5 incluye varios apellidos judíos), y si bien su máxima presencia parlamentaria fue en el siglo XIX, hoy siguen sobrerrepresentados. En la Figura 6-B se aprecia que estos grupos se emplazan preferentemente en lo que anteriormente llamamos barrio azul (ver mapas f y h).
Sorprende la poca representación política de otros grupos, especialmente los mapuche (C2 y C4). Este patrón sugiere que, en términos de apellidos, la élite política sobrerrepresenta a un estrato social con poca conexión con el resto de la población.
Nuestro estudio sugiere que Santiago es poco cohesionado. Es de esperar que la energía refundacional que producirá la convención constitucional este 2021, también nos motive a unirnos.
Este artículo es parte del proyecto CIPER/Académico, una iniciativa de CIPER que busca ser un puente entre la academia y el debate público, cumpliendo con uno de los objetivos fundacionales que inspiran a nuestro medio.
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