Ciudadanos desamparados en la pandemia por ser dueños de una EIRL
19.10.2020
Hoy nuestra principal fuente de financiamiento son nuestros socios. ¡ÚNETE a la Comunidad +CIPER!
19.10.2020
Durante el presente año hemos visto los estragos que ha provocado para la economía global el efecto de la pandemia. Chile no es la excepción, teniendo que lidiar simultáneamente con los efectos del estallido social. El gobierno ha respondido con variadas medidas económicas en el transcurso de estos meses en apoyo de sus ciudadanos, y más allá de la opinión que tengamos respecto a la calidad, cobertura y tiempos de implementación que han tenido, lo cierto es que hasta ahora han dejado en el más absoluto desamparo a miles de dueños de EIRL (Empresa Individual de Responsabilidad Limitada).
Para poner en contexto, una EIRL funciona con un RUT propio, distinto al de su único dueño y representante legal que es una persona natural sin posibilidad de tener socios. Este tipo de empresas se puede crear a través del registro electrónico de sociedades del estado (www.registrodeempresasysociedades.cl) e incluso funcionar ante el SII con domicilio comercial y tributario utilizando una oficina virtual, pagando mensualidades muy bajas respecto a un arriendo físico. En síntesis, es tener una empresa propia, a muy bajo costo, constituida legalmente y trabajar en el escritorio de tu casa.
Según el Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, en su Informe de Creación de Empresas que contabiliza las empresas creadas entre mayo de 2013 y agosto de 2018 (vea aquí ese informe) se crearon133.444 EIRL a través del Registro Electrónico de Sociedades y otras 32.536 EIRL a través del Diario Oficial (a la antigua usanza), dando un total de 165.980 EIRL. Evidentemente, habría que sumar todas las EIRL creadas antes y después de la ventana de tiempo indicada y a su vez descontar las que dejaron de existir. Sin embargo, esta información nos entrega un panorama de la cantidad de personas y familias involucradas.
En estos meses en general, miles de personas han perdido sus fuentes laborales o bien han visto una disminución en sus ingresos. Para miles de dueños de EIRL sucede lo mismo, con variaciones dependiendo del rubro en cuestión. El programa de “Crédito para Pymes” impulsado por el estado ayudó a muchas pymes (entre ellas a EIRL) pero también dejó a muchas sin ayuda por estar en Dicom. Posterior a eso, vino el programa “Bono Clase Media” y el actual “Préstamo Solidario del Estado”. En estos dos últimos programas me quiero detener, ya que la ley consideró a trabajadores dependientes, independientes y a los empresarios individuales que facturan con su RUT de persona natural, dejando al margen y en el más absoluto desamparo a los dueños de EIRL, muchos de los cuales han tenido que vender insumos y objetos propios del giro, generando deudas y dejando sus viviendas en arriendo etc.
Por otra parte, muchos dueños de EIRL pudieron acceder al “Bono Clase Media” y al actual “Préstamo Solidario del Estado” porque tuvieron la suerte en su minuto de contratarse ellos mismos como trabajador de su EIRL. De esa forma, pasaron a ser para el sistema un trabajador dependiente. Sin embargo, miles de personas al día de hoy estamos sin ningún tipo de apoyo.
Agradezco la posibilidad de poder dar visibilidad a esta situación de desamparo generada por un vacío legal.
(*) El autor de esta carta es dueño de una EIRL.