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Comentarios (6)

Juan houston | 29.07.2020
Claudio explica muy bien lo que sucede con la gente en su territorio; en su barrio y su comunidad. No le podemos pedir una receta de como debiera un "poltico" plantarse en una samblea para convencerlos de cambiar nuestra sociedad. Lo que si he podido ver en el mismo contexto que expone Claudio: lo primero es reconocer sinceramente que no se hizo lo suficiente en el pasado y no obstante ; el camino recorrido nos permite ahora hacer los cambios para hacer ina sociedad mas justa. No temamos reconocer publicamente nuestras debilidades pasadas.Sin este gesto ; poca gente va a creer en discursos "bonitos"
Guillermo Carlos Miranda Arosemena | 27.07.2020
Felicitaciones pir el trabajo, soy petuano abogado, mediador y consultor de empresas familiares. Vivo en Lima, Perú. PREGUNTA: me gustaría conocer su impresión de las reuniones con élites académicas y empresariales. .
Hugo | 27.07.2020 | Socio/a 1 año y 2 meses
Gran trabajo del profesor.!Su sensibilidad social es notable.Debiera él,si o si ,ser considerado en la reconstrucción del nuevo Chile !!
Cristhie Mella | 27.07.2020
Me encantó la honestidad de las reflexiones y esa invitación a dejar la burbuja académica, porque, menos optimista que el autor, hay mucho de eso. Demasiado jovencito estudiando en el extranjero, con dineros del Estado a los que muchos dirían "les falta calle". Falta mas militancia, estar en esos conversatorios que se comentan en el artículo, conversar y no seguir las pretensiones de dar cátedra. Este tipo de reflexiones, abriendo paso a los cambios liderados por la ciudadanía es lo que necesitamos con urgencia, mas que las indexaciones neoliberales. Una grata lectura que compartiré.
Mauricio Corco Reyes | 26.07.2020
Don Claudio, sin duda su inmersión, es valiente y aporta, pero usted sabe que el proceso constituyente que deviene del 15 de noviembre, tiene todos los dispositivos posibles, para excluir a las fuerzas sociales que se volcaron a la calle sin banderas y sin carnet de militante e inductivizar el proceso a través de los partidos políticos que en la actualidad tienen cero credibilidad y autoridad moral para conducir este proceso. A partir de ahí, todo es sospechoso, y de ahí la desconfianza radical que usted observa, porque sigue siendo inmanente al sistema político, que representa todo lo que no deseamos los ciudadanos de a pie, un sistema político añejo y de la era de los patrones de fundo. Un sistema politico clientelista y poco representativo, que admite por ejemplo que alguien como Piñera pueda gobernar con el apoyo del 26,5%del universo electoral. Es probable que muchos políticos vean en la votación favorable a la reforma transitoria de retiro del 10% una suerte de renacimiento de la confianza en la mediación política, pero se equivocan, porque los cambios sociales son consecuencia de los cambios tecnológicos, digamos por ejemplo que la creación de la imprenta originó la creación de los estados nacionales. Pues bien, en este minuto yo escribo desde mi celular, en el que también leí su asertivo artículo y los torrentes neuronales de la sociedad hoy día corren por estas venas tecnológicas, que posibilitan la masificación de las decisiones políticas o lo que también se denomina democracia directa, un concepto escasamente estudiado, o derechamente soslayado por la academia, porque deja a muchos eruditos sin aire, un concepto incómodo como puede ser también el concepto desobediencia civil. Cuando usted pregunta si no son los partidos, ¿quien? yo le contesteto Fuenteovejuna don Claudio, así de simple. Eso se viene y no hay que dramatizar demasiado, en el proceso constituyente que se inicia en Octubre, no se va la vida. Si al culminar el proceso resulta solo otro ropaje democrático de la oligarquía, como el que tenemos hoy día, en que las fuerzas armadas y de orden no son más que mercenarios particulares de las élites economicas y un estado de derecho cuyo pilar fundamental dista mucho de la igualdad ante la ley, no van a pasar otros treinta años de relativa calma. Gente como Luksic, está convencida de que necesitan un nuevo ropaje democrático, recientemente a salido reconocer que la constitución actual no goza de legitimidad y eso, ya es una marca de posición que dice mucho, la mediación de los partidos le da confianza, porque las voluntades tienen precio y existe un liderazgo visible con quién negociar. Todo lo que se escriba con la mano en la nueva constitucion, se puede borrar fácilmente con el codo mediante aparatos jurídicos como las leyes orgánicas o los quórum, o la invención docta que proceda, las impodersbles letras chicas. Probablemente eso va a salir de este proceso, el nuevo traje que gente como Andronico Luksic necesita con imperiosa necesidad. Pero ahí no acabará todo como él espera, porque si las soluciones no llegan, los mocitos del poder, como su dilecto rector don Claudio, el señor Peñita, no le van a servir de nada, como intermediadores o formadores de opinión, sin cambios reales sin una profundizacion de la democracia y una reformulación conjunta del futuro, no habrá consenso social y mucho menos paz.
Rodrigo Jiliberto | 26.07.2020
Felicitaciones al autor, un extraordinario artículo, de los que vale la pena leer, un abrazo
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