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Comentarios (14)

Armando Mesa | 10.04.2021
Si abusan las empresas estatales y publicas dependientes del estado que se espera para la empresa privada, yo estoy tele presencial en un 60% y prácticamente tengo que hacerme cargo de todo...
Gabriela Montecinos | 06.04.2021
a un año de todo esto, no hay avances en la ley, por ende todo sigue igual... es todo un fracaso sumido en la frustración.
Silvana Ceballos | 24.09.2020
Ciper Académico no debería admitir citas anteriores al 2011. Es muy probable que existan evidencias más recientes acerca de la desigual distribución de las tareas domésticas entre hombres y mujeres. El tema es relevante pero la interpretación de la ley luce un tanto antojadiza. Citar la opinión de un abogado experto en normas laborales podría contribuir a sustentar la "opinión" de que la ley de teletrabajo no garantiza el derecho a "desconexión". Siendo de interés para tantos y tantas me parece que amerita un mayor trabajo bibliográfico para poder establecer una clara diferencia entre un artículo de prensa convencional y uno con pretensiones de ser una publicación académica o reflejo de un tratamiento serio de la información.
Fernando Villalobos | 28.06.2020
Tratar el tópico la relación entre desigualdad de género y teletrabajo es muy relevante y se agradece por llevarlo al debate público. Gracias por el esfuerzo. Sin embargo el artículo no otorga ningún argumento relevante para justificar su conclusión -"el teletrabajo puede tener un efecto indeseado en la igualdad de género"-, ya que el estudio que se usa como única razón para postular esa conclusión -Sullivan, C., & Lewis, S. (2001)- es un estudio basado en entrevistas a un universo de 14 -catorce- personas, 8 de las cuales -la mayoría de los entrevistados- eran trabajadores independientes no regidos por una relación laboral, en Inglaterra, hace casi 20 años. En términos porcentuales no sé que representó ese estudio dentro de la población total en Inglaterra. El derecho de desconexión es precisamente una medida de política laboral para los que no cumplen jornada de trabajo. El segundo es defensa del primero. El que los teletrabajadores no estén sujetos a jornada de trabajo es una regla legal vigente hace varios años, y el derecho de desconexión es una medida precisa para corregir ello.
Lorena Muñoz Abusleme | 25.05.2020
Efectivamente tal como comenta el chat anterior, la excepción de jornada existe desde antes de la promulgación y entrada en vigencia de la ley . 21.220. Y precisamente lo que busca la desconexión es para que aquellos excluidos de jornada tengan al menos 12 horas continuas de desconexión. Asimismo, respecto de los que operan con limitación de jornada , su desconexión se extiende a todo el periodo fuera de la misma. Así las cosas , ojalá tener mayor rigor en la información que se comenta y publica.
Macarena | 03.05.2020
En la nueva ley, el derecho a desconexión se estableció precisamente para quienes están exentos de la limitación de jornada. Es cosa de leer la ley. La Dirección del Trabajo ha interpretado la nueva normativa, y si se incumple, se puede recurrir a la misma Dirección del trabajo o a los tribunales. El trabajador que no quiera estar en este régimen puede dar un aviso con 30 días de antelación y volver a la modalidad presencial. Esta ley se hizo sobre la marcha de una situación de pandemia, porque en todos estos años, nadie fue capaz de hacerlo, mejor tener una regulación que no tener nada, así es posible buscar protección en caso de abusos.
Pablovski | 20.04.2020
Felicito a la autora por esta columna, que me ha parecido muy clara en términos de las falencias de la ley de teletrabajo inconsulta aprobada por este gobierno, dando una idea de los cambios que habría que introducirle para perfeccionarla. La implementación del teletrabajo en la administración pública denota improvisación y prejuicios ya que los trabajadores públicos han sido bombardeados con sendos instructivos sobre austeridad y eficiencia laboral con motivo de la implementación masiva del teletrabajo. Esto debido a que existe el prejuicio de que los funcionarios públicos no trabajarán desde sus casas o "sacarán la vuelta", a pesar de que todos tuvieron que hacer un plan de trabajo con productos, objetivos y actividades concretas que es constantemente monitoreado. Incluso se ha llegado al absurdo de que ciertos Servicios públicos exigen a sus funcionarios que están trabajando desde casa enviar un correo electrónico a su jefatura a las 9 de la mañana para avisar que inician la jornada laboral, y otro a las 18 horas para notificar que la terminan. Evidentemente esto rara vez resulta ser así porque lo usual es que la jornada laboral se extiende más allá del horario de término, cuestión aún más difícil al eliminarse la frontera física entre el trabajo y la casa, como señala el artículo. Esta extensión del horario laboral de da por las características del trabajo, para compensar tiempo dedicado a actividades domésticas o al cuidado de los hijos, etc. Por otro lado el gobierno no reconoce el aporte que cada trabajador y trabajadora hace al ahorrar ingentes recursos al Estado en materia de banda ancha de internet, telefonía, y desgaste de materiales por el uso de equipos personales para trabajar desde sus hogares, con el agravante de tener que improvisar espacios de trabajo, muchas veces inconfortables e inadecuados para cumplir las labores encomendadas. Esto no ha estado exento de conflicto por el uso del espacio y/o computadores con otros miembros del grupo familiar, y donde además es necesario conciliar actividades domésticas, académicas y laborales, con el consiguiente estres para las familias. La improvisación del gobierno se ha dado también por el hecho que asumió que todos los trabajadores y trabajadoras tenían computadores con acceso a internet en sus casa, cuestión que por supuesto se aleja de la realidad, permitiendo que continúen asistiendo de manera presencial a sus trabajos sin proveerles los recursos para que trabajen desde sus casas como laptop, bolsas de internet, etc.
Pablo | 19.04.2020
Claramente con la despersonalización del trabajo, que produce el teletrabajo, el trabajador se ve gravemente vulnerados en sus derechos laborales, estableciendo una ley regulatoria, que beneficia al empleador, continuando usufractando del trabajo ajeno, con mayor precarización y empeorando muchas veces la calidad familiar, de las personas, con el propósito de proteger la economía. Mientras no se establezcan leyes que sean creadas por todos los sectores de la sociedad, tales situaciones continuarán ocurriendo, en este sistema neoliberal.
Maria Eliana | 19.04.2020
Me están llegando ofertas de teletrabajo con horarios de 8.00 a 22 hrs. Y la oferta de sueldo $ 280.000 eso es explotación...con todas sus letras
Emilia | 19.04.2020
Teletrabajo , sin una ley que realmente proteja al trabajador , nunca será buena, en este ámbito se está pasando a llevar todo intimidad en los hogares, se trabaja sin las herramientas necesarias, las hora laborales son extensivas, sin la regulación real de los horarios , obviamente no se considera el pago de horas extras, ni tampoco el costo de pago de luz , internet , teléfono que todo esto lo está asumiendo el trabajador, quien paga esto?? En ninguna parte está escrito ni regulado, además no se considera que muchas empresas han realizado rebajas de sueldos, porque no existe la posibilidad de que el valor rebajado se convierta en menos horas laborales de trabajo , eso creo sería una forma de compensación también?? El abuso empresarial ha reflejado el mínimo criterio para el mundo laboral.
Priscila Ordenes | 19.04.2020
Más allá de la educación que un trabajador pueda tener, está la actual necesidad de mantener su puesto laboral. Actualmente muchos colaboradores de grandes empresas, aún haciendo teletrabajo, están siendo notificados de despidos masivos producto de una Ley que no resguarda al trabajador de manera adecuada. Otros en cambio esperan poder cumplir la expectativa impuesta por el área al que pertenecen para evitar caer en el grupo de "reducción de personal por necesidad de la empresa". La incertidumbre hace errar y transar el tiempo libre que, eventualmente se tenía en tiempos de relativa normalidad, pero cuando esta modalidad de teletrabajo se ejecuta sin previo aviso en una empresa que no lo contempla, todo se convierte en "parte de lo que debemos hacer para mantenernos con trabajo". El futuro de muchos se ve incierto, por mi parte, ya mi padre, mi marido, mis hermanos, se unieron a las cifras de desempleo, y sólo espero mantener el mío para poder resguardar el pan de cada uno.
Efraín Medel Gómez | 18.04.2020 | Socio/a 1 año y 7 meses
Mientras no exista una ley que proteja la organización sindical ,continuarán los abusos empresariales.
Francisco Vera Aedo | 18.04.2020
Opino que el debate acerca del teletrabajo se ha contaminado con el viejo discurso de la explotación del hombre por el hombre, al punto que algunos quisieran que no existiera. Estando totalmente de acuerdo en que la relacion entre las partes debe estar regulada y por supuesto fiscalizada y sancionada cuando se incurra en conductas contra las normas, hay que aceptar que el teletrabajo es una realidad creciente en el mundo y su avance es inevitable. Siendo una forma más de organizar el trabajo, será imposible que reemplaze ciertas funciones, especialmente las operativas (aunque un número importante de estas serán reemplazadas por máquinas). Por otro lado y dadas las condiciones que deben cumplirse para que el teletrabajo pueda ejecutarse de manera eficiente (lugar físico, instalaciones, soporte, etc), también está claro que los trabajadores que en acuerdo con sus empleadores utilizen esta modalidad serán solo personas que reunan ciertas características especiales, tales como capacidad de autogestión, responsabilidad, perseverancia, autocompromiso, disciplina. Entonces, el teletrabajo no es una modalidad colectiva, es más, está acotada a tareas muy específicas y cierto tipo de trabajadores, con un mayor nivel de educación y por lo tanto menos susceptibles a abusos por parte de los empleadores.
Eduardo | 18.04.2020
Conozco sobre este tema desde principios de los noventa trabajando para una mega empresa de los EEUU. Además de lo que se señala y se describe muy bien en este artículo, falta profundizar respecto de los costos empresa que se trasladan al trabajador y que implican importantes ahorros para las empresas. Por ejemplo: costos mensuales de metros cuadrados de oficina y espacios por trabajador, costos por servicios básicos ahorrados para la empresa, costos de equipamiento diversos, costos de servicios auxiliares, costos de telecomunicaciones, otros diversos y/u ocultos. En la experiencia que describo, este aspecto determinó que - a no mediar un aumento sustantivo en la remuneración - a ningún trabajador le convenía el teletrabajo. Con esto, la iniciativa murió en dicha empresa prácticamente antes de comenzar.
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