Asociación Chilena de Historiadores por suspensión de PSU de historia: «Invitamos a las autoridades a recuperar un mínimo de sensatez pedagógica»
10.01.2020
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10.01.2020
Ante la decisión adoptada por el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas
(CRUCh) de no aplicar la Prueba de Selección Universitaria de Historia, Geografía y
Ciencias Sociales, asignando en su reemplazo puntajes automáticos a partir de los
resultados obtenidos por los postulantes en los restantes factores, la Asociación Chilena de
Historiadores expresa su preocupación por las implicancias de esta medida en el marco del
proceso de relativización –o frontal negación– de la importancia de estas asignaturas dentro
del curriculum escolar nacional.
Esta decisión constituye un nuevo y lamentable hito en la naturalización de la idea de que la
Historia, la Geografía y las Ciencias Sociales son saberes prescindibles en la formación de
nuestros estudiantes; asimismo, refuerza la lógica cortoplacista y tecnocrática que llevó a la
ministra de Educación, Marcela Cubillos, a respaldar la propuesta del Consejo Nacional de
Educación de eliminar la obligatoriedad de estos contenidos para los estudiantes de 3ero y
4to medio. Con esta medida, el CRUCh lamentablemente se inscribe en el elenco de
instituciones y autoridades que en años recientes han contribuido a la precarización de la
educación pública, ya no solo en lo que refiere a su financiamiento, sino también en lo que
respecta a los saberes que nuestro sistema educacional debe cubrir.
Más allá de las razones esgrimidas por el CRUCh para sostener esta decisión, resulta
decepcionante constatar la indiferencia con que las autoridades responden a las
interpelaciones de profesores, didactas, investigadores, estudiantes y apoderados, quienes
en diversas ocasiones y por distintos medios han acusado la miopía del Ministerio de
Educación al desestimar saberes que resultan indispensables para que los jóvenes
desarrollen un pensamiento espacial e históricamente situado, atento a un entorno que
cambia vertiginosamente, y receptivo de los desafíos que supone la vida en sociedad.
Sumándonos a los llamados a revisar los instrumentos que hoy definen el ingreso a la
educación superior, que en la práctica no hacen sino acusar las desigualdades estructurales
que hoy fracturan nuestra educación, invitamos a las autoridades correspondientes y a la
ciudadanía en general a recuperar un mínimo de sensatez pedagógica y a expresar su
rechazo frente a este proceso de empobrecimiento intelectual. En momentos de aguda
descomposición política y social constituye una irresponsabilidad mayúscula renunciar al
aporte de estas disciplinas.