A raíz de la reciente polémica sobre el cannabis para uso medicinal, quienes arguyen sobre la supuesta falta de evidencia científica y la peligrosidad de la sustancia, olvidan que Chile es conocido en toda América Latina como un lugar ideal para la investigación médica y farmacéutica, por lo que hoy el país tiene más estudios clínicos con productos cannábicos que el promedio en el continente.
Poner una venda ante la realidad, la que hoy levanta al país como el centro regional de investigación y desarrollo de evidencias clínicas muy importantes, es no reconocer el problema en cuestión, aún cuando el mismo Colegio Médico ha abogado por obtener mayores niveles de evidencia para su uso eficaz y seguro.
Un buen proyecto de ley no debe mediar el consumo a través de una receta médica, sino distinguir que existen dos mercados muy diferentes de cannabis sativa: uno medicinal y otro para uso adulto diverso, que incluye lo recreacional, lo espiritual, lo exploratorio, etc.
Actualmente, lidero en Chile un ensayo clínico centrado en el manejo del dolor. Este se aprobó tanto en la Fase I como en la Fase II y existe una gran cantidad de evidencia clínica acerca de los beneficios del cannabis medicinal, conducidos por centros de salud y universidades en todo el mundo.
Para regular el mercado medicinal, estamos de acuerdo en que debemos obtener preparados medicinales estandarizados, que hayan sido sometidos a estudios de seguridad y eficacia y que aprueben todos los requisitos de la autoridad sanitaria para el consumo de fármacos en la población. La situación ideal es prescribir preparados de cultivos controlados y fabricados bajo normas de manufactura de medicamentos.
Así las cosas, creemos que ha llegado el momento de que la ley regule el uso adulto. Ese es el verdadero desafío para quienes deseen consumir cannabis sativa. No tienen que “medicalizar” el uso que hacen de la planta las personas adultas: tendríamos las consultas médicas con más personas en busca de recetas, cuestión conocida en California y Colorado previo a la regulación del mercado de la cannabis.
Finalmente, nos parece que la ley 20.000 ya cuenta con suficientes espacios para autorizar el uso medicinal en su artículo 50, inciso final: “Se entenderá justificado el uso, consumo, porte o tenencia de alguna de dichas sustancias para la atención de un tratamiento médico”. El problema es que las policías no parecen respetar del todo la prerrogativa de las personas a cultivar en función de un tratamiento médico o para fines recreacionales.
(*) Sergio Sánchez es médico, fundador de la ONG Latinoamérica Reforma y está a la cabeza de los estudios de Spectrum Therapeutics en Chile. Se autodefine como “médico chileno pionero del cannabis medicinal”.
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Señor Figueras: esta no es una columna de opinión. Es una carta enviada a CIPER y por eso fue publicada en nuestra sección "Opinión del lector". En todo caso, no vemos por qué le restaría seriedad al texto el que haya sido publicado también en otros medios. Nuestra sección "Opinión del lector" es un espacio abierto para contribuir al debate ciudadano.
Andrés | 19.07.2019
Antonio Raveau: incluir al uso del cannabis recreacional dentro de tópicos criminales es también parte del prejuicio existente, el porcentaje de delitos bajo el efecto de cannabis es bajísimo como para considerarlo un factor
Jose | 19.07.2019
A unica forma de poner bajo control la criminalidad asociada al narcotrafico, es liberalizando el consumo y venta de drogas. Mas aun, para la sociedad le seria mas conveniente proveer gratis la droga al drogadicto, a condicion de integrarse a programa de rehabilitacion, para evitar el delito asociado ha proveerse. ES UNICO CAMINO. USA ha demostrado que puede usar millonarios recursos humanos y de medios tecnologicos sofisticados para intentar poner control a este tema y lo unico que ha logrado es que año en año el cosumo de drogas aumenta.
Alexis Figueras | 19.07.2019
Ciperchile, una consulta.: ¿Es serio publicar la misma columna que hace 5 días fue publicada IDÉNTICA en otros 2 medios? (el mostrador y el desconcierto)
Ya que aspiran a ser serios en el tema, mínimo verificar al menos la originalidad de lo publicado. A ver si ahora pasa el comentario, el anterior me lo censuraron...
Alberto | 18.07.2019
Mientras nuestros gobernantes se sigan haciendo los limpios, nada va a cambiar, es de toda lógica legalizar, ganas por todos lados, descongestionas carceles, ganas impuestos, y tienes el control, además somos adultos y no puede venir el estado a decidir por mi, mientras no dañe a otros, es mi derecho.
Antonio Raveau D. | 18.07.2019 | Socio/a 5 años y 1 mes
Concuerdo en general con la premisa del artículo; el uso medicinal y el recreativo son cosas diferentes, y mezclar ambos intereses sólo viene a confundir el debate. El debate médico debe ser científico, y regirse bajo esas premisas.
Por otro lado, el consumo recreativo adulto es un tema aún más complejo, y tiene factores de salud pública, política criminal, incluso de valores. Chile, desafortunadamente, aún no está en condiciones de tener esa discusión con honestidad y superar prejuicios que se quedaron en los 70's. Mientras eso no ocurra, no habrán cambios en la legislación.
Socio/a 5 años y 1 mes
