La historia de un mensaje memorable: “Sin odio, sin violencia, sin miedo. No más”
25.09.2018
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25.09.2018
Han pasado 30 años y muy pocos conocen la historia del lápiz que enseñó a votar y sedujo al país a que se atreviera a hacerlo por el NO.
Fue unos meses antes del plebiscito que me reuní en un café con Carlos Flores del Pino, un director de cine. Yo era un director creativo de la agencia Young & Rubicam y lo llamé para encargarle un comercial para uno de nuestros clientes. Durante la reunión, Carlos me contó que era parte del equipo que estaba produciendo la franja del NO.
Con mucho entusiasmo le dije que yo estaba muy inspirado por esa campaña. Recuerdo que le hice un bosquejo (story boards), en una servilleta, de una mano que toma un lápiz, se acerca al voto y marca NO.
Después de esa reunión no lo volví a ver; entonces, cuando salió la franja por primera vez al aire casi me dio un infarto al ver mi idea perfectamente producida en la TV y nada menos que en la Campaña del NO… ¡oh, NO!
Algunos años después Carlos Flores del Pino dejó este testimonio en el Libro “Los creativos del NO”:
Permítanme contar una historia: terminaba yo una reunión publicitaria con un creativo llamado Jorge Olalla. Me dice “Tengo una idea para la campaña del NO. Mira, una mano toma un lápiz y traza una raya vertical sobre el NO. Mientras esto ocurre se escucha una voz en off que dice: ‘Sin odio, sin miedo, sin violencia. No más, vota NO’. ¿Qué te parece?”.
Unos meses después trabajando en los preparativos con Ignacio Agüero, conté la idea que me había dado Jorge Olalla. Como ustedes recordarán se transformó en un tema central en la franja. El mismo Jorge no sabe si yo propuse la idea como suya o como idea mía.
Así se construyó la franja, la mayor unidad en la mayor heterogeneidad.
Hoy vuelvo la mirada a esta idea que viajó por manos maestras hasta quedar perfecta. Era una idea simple, que enseñaba a votar, algo que hacía 17 años que no sucedía. El NO, por ser una premisa negativa, partía en desventaja, entonces la locución decía: “No más, vota NO”. El “más” ayudaba a equilibrar, era positivo. Siempre es más fácil decir que sí, que decir que no. La locución “sin odio, sin violencia, sin miedo”, expresaba que la única herramienta que se tenía era el lápiz para votar y era una herramienta poderosa.
En el libro que Patricio Bañados escribió sobre su increíble experiencia en esa campaña, aclara que él no fue el locutor de este mensaje. La locución la hizo Pedro Sánchez, un famoso fotógrafo profesional que además oficiaba como locutor. Una vez nos conocimos y hablamos de esto. Ahí me enteré… fue muy grato conocerlo.
Si no fuera por aquel encuentro con Carlos este mensaje no hubiera salido a la luz. Yo no pertenecía al equipo creativo de la campaña, tampoco fui invitado a participar en él. Carlos Flores fue muy amable de mencionarme como su autor en aquel libro. Confieso, eso sí, que no fue fácil explicarles mi participación a mis amigos que vieron ese libro, especialmente a los que votaron SÍ. El tiempo se va encargando de olvidar los contextos.
Creo que entre todos sus méritos la Campaña del NO cumplió su promesa central y el día 6 de octubre la gente celebró esa alegría que llegó, en paz, sin odio, sin violencia y sin miedo.
Al menos ese día se cumplió.
Este texto fue difundido originalmente en el blog de Jorge Olalla el 29 de agosto de 2018 (vea aquí esa publicación)