Su nombre es Lara
28.04.2016
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28.04.2016
El martes 12 de abril, al fin, después de 1 año y 10 días de cavilaciones, el Servicio de Impuestos Internos (SII) presentó 27 querellas contra emisores de boletas falsas a Soquimich (SQM). Hay varios cercanos a políticos de la Nueva Mayoría, como el hijo del diputado Roberto León (DC), y la ex jefa de prensa del senador Fulvio Rossi (PS). Pero los escritos no nombran a León y a Rossi. Tampoco al ex presidente de la DC, Jorge Pizarro, ni a sus hijos. Todas las querellas son explícitamente «nominativas», excluyendo la tradicional frase «contra todos quienes resulten responsables».
Hombre clave en esas querellas es el subdirector jurídico del SII, Bernardo Lara. El abogado llegó al puesto en agosto de 2015, de la mano del director Fernando Barraza, instalado por La Moneda en el SII tras los traumáticos despidos del subdirector Cristian Vargas y el director Michel Jorratt.
La dupla Barraza – Lara dio muestras de obediencia, frenando las denuncias, lo que ya ha tenido efectos prácticos: por ejemplo, la absolución del ex senador Carlos Ominami. La demora del SII en querellarse permitió que sus delitos prescribieran, y consagró (al menos en primera instancia) la impunidad en su caso.
Y no han sido nada de sutiles. Barraza y Lara han llegado al extremo de advertir en sus querellas (como la presentada el 22 de septiembre de 2015 contra Giorgio Martelli y otros) que «la presente acción penal por delitos tributarios se dirige única y exclusivamente en contra de las personas singularizadas de manera expresa y nominativa en ella».
O no hay nada, o hay querellas solamente nominativas. Este cambio decisivo, que podría dejar fuera del alcance de la Fiscalía a políticos involucrados, es defendido con pasión por Bernardo Lara.
En entrevista con La Tercera, Lara dijo que «creemos que no puede el Estado estar dirigiendo acciones indiscriminadas. El derecho penal, el derecho procesal, los tribunales surgen como alternativa al Estado tremendo, avasallador, atrabiliario. ¿Y el Estado va a estar dirigiendo una acción abierta, como son las denuncias, contra cualquiera que resulte responsable? No. Se eliminaron. Ahora solamente querellas nominativas».
En las antípodas de ese encendido discurso de Lara, hace 18 años un subdirector jurídico de Impuestos Internos dio la pelea opuesta. El SII presentó una querella «contra todos quienes resulten responsables» en un caso de evasión tributaria en Licantén. Y cuando la Corte de Apelaciones absolvió a los acusados por no haber querella nominativa, ese subdirector llevó el caso a la Suprema. Y lo ganó.
¿Cuál es el nombre de ese persistente funcionario?
Su nombre es Lara.
Bernardo Lara trabajó 30 años en el Servicio de Impuestos Internos, donde ascendió hasta llegar a subdirector jurídico, cargo que ejerció entre 1994 y 2006. Y en ese cargo, aplicó la misma fórmula que ahora califica como propia de un «Estado tremendo, avasallador, atrabiliario».
El caso (Rol 18.253 del Juzgado de Letras de Licantén) partió con una querella del 3 de agosto de 1993 y con una condena de primera instancia a seis implicados. Pero, como la querella original no los nombraba, la Corte de Apelaciones de Talca absolvió a cuatro de los acusados: Manuel Sepúlveda Vásquez, Manuel Sepúlveda Gutiérrez, José Morán Valenzuela y Justo Bustos González.
Es ese fallo el que Lara logró revocar en la Suprema. «No es necesario», dictaminaron los jueces, «indicar con precisión el nombre del inculpado, basta dirigir la acción contra los que resulten responsables».
Así es. «Una vez comenzado el proceso», dice el relevante fallo del tribunal, «el juez tiene todas las facultades para investigar, procesar, acusar y condenar a los que aparezcan como responsables del delito, igual como si se tratara de un ilícito de acción penal pública».
Los delitos ahora los investigan los fiscales, no los jueces, pero todo lo demás sigue igual. Las acciones «contra todos quienes resulten responsables» permiten a los fiscales investigar. El anterior subdirector Cristian Vargas las presentó así en todos los casos. También en los que involucraban políticos.
Hasta que Lara decidió destruir su propio legado.
El Lara de 2016 confía en que, gracias a las querellas nominativas, «en algún momento vamos a ver la luz al final del túnel, porque cuando tengamos todo esto visto, vamos a decir: “llegamos hasta aquí. No hay más, por lo tanto, se terminó para nosotros este caso…”» (vea aquí la entrevista).
La luz al final del túnel. La luz de la impunidad. El túnel de la justicia. Obediente a las órdenes, Bernardo Lara borra con el codo lo que él mismo escribió, de su propio puño y letra, hace 18 años.
Daniel Matamala es periodista y conductor de CNN Prime