¿De dónde provienen los votos de Velasco?
08.07.2013
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08.07.2013
Dos derrotas sorpresivas de las recientes elecciones primarias fueron aquellas de Andrés Allamand y Claudio Orrego. El primero contaba con una campaña más prolongada y un perfil más moderado que su rival, lo cual lo posicionaba mejor para una eventual segunda vuelta; el segundo, con una extendida base partidista. No obstante, perdieron. Una sencilla conjetura podría explicar simultáneamente ambos resultados: muchos electores de la derecha moderada cruzaron a la vereda del frente y votaron por Andrés Velasco.
En las tres comunas donde la Nueva Mayoría obtiene la mayor proporción de votos -San Ramón, La Pintana y Lo Espejo- Velasco obtiene sus menores votaciones; en el Distrito 23 donde gana la derecha, Velasco obtuvo altas tasas de votación
En los días que han seguido a la elección, este argumento ha generado cierto debate tanto en el ámbito político como en la opinión pública. Las interpretaciones propuestas son más bien casuísticas. La principal de ellas apunta al hecho de que la alta votación de Velasco en el distrito 23 -el cual comprende las comunas de Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea, y es considerado el bastión de la derecha tradicional- equivale a la caída en votos de la Alianza, y de Allamand en particular, en dichas comunas. Este tipo de afirmaciones son plausibles, por cierto, pero su nivel de elaboración es aún muy preliminar.
¿Es el voto de Andrés Velasco un voto de derecha? En lo que sigue presentamos algunas relaciones estadísticas que apuntan efectivamente en esta dirección.
Nuestro análisis comprende las 32 comunas de la Provincia de Santiago, donde participó un millón de personas, un tercio de la votación nacional, en las recientes primarias. Existen razones para considerar sólo estas comunas y no la totalidad del país. El análisis comunal es típicamente deficiente para hacer inferencias sobre el comportamiento individual de los votantes. Así, por ejemplo, la inclusión de muchas comunas pequeñas y rurales llevó a algunos especialistas a inferir, erradamente, la ausencia de sesgo de clase es las pasadas elecciones municipales[i]. La literatura especializada indica que estos sesgos se reducen considerablemente al considerar comunas similares[ii]. Por lo tanto, limitamos nuestro estudio a las grandes comunas urbanas de Santiago, y advertimos que la situación en pequeñas zonas rurales podría obedecer a patrones distintos.
Para cada una de las comunas de Santiago, consideramos la proporción del total de votos obtenida por cada uno de los candidatos. Los resultados que siguen estudian la correlación entre estas proporciones, es decir, muestran si las distintas votaciones varían de manera similar a través de las distintas comunas.
La primera pregunta que nos hacemos es si los votantes de Andrés Velasco provienen de comunas donde se vota relativamente más por la derecha o, por el contrario, de comunas afines a la centro-izquierda. Es decir, nos interesa comparar la distribución comunal de votos de Velasco con aquellas de los candidatos de la Alianza y de la Nueva Mayoría.
La comparación es ilustrativa. La correlación entre los votos de Velasco y la Alianza es de 78%, mientras que su correlación con los votos de la Nueva Mayoría, por el contrario, es negativa de 88%. En las tres comunas donde la Nueva Mayoría obtiene la mayor proporción de votos -San Ramón, La Pintana y Lo Espejo- Velasco obtiene sus menores votaciones; en el Distrito 23 donde gana la derecha, Velasco obtuvo altas tasas de votación. Para mostrar que estos resultados no dependen del mencionado Distrito 23, la Figura 1 describe la distribución comunal de votos de Velasco versus aquellas de la Alianza y la Nueva Mayoría para las 29 comunas restantes[iii]. Observamos que Andrés Velasco obtuvo sistemáticamente más votos en las comunas donde la derecha obtuvo más votos o, equivalentemente, donde la Nueva Mayoría obtuvo menos.
En virtud de la alta segregación económica entre las comunas de Santiago, este resultado sugiere que el votante de Velasco es muy parecido en términos socioeconómicos al votante de RN y la UDI, y muy distinto a los votantes de la antigua Concertación.
En virtud de la alta segregación económica entre las comunas de Santiago, este resultado sugiere que el votante de Velasco es muy parecido en términos socioeconómicos al votante de RN y la UDI, y muy distinto a los votantes de la antigua Concertación
El hecho de que los votantes de Velasco se “parezcan” a los votantes de la derecha, no implica que “provengan” de sectores que tradicionalmente votaron por la derecha. Nuestra segunda pregunta es, entonces, acerca de la relación entre los votos de Velasco y la votación de los distintos partidos en la elección municipal del año 2012. En particular, nos interesa estudiar la correlación entre los votos de Andrés Velasco y la votación histórica de Renovación Nacional, de modo de evaluar la tesis de que Allamand habría sido perjudicado por la votación del candidato independiente.
La votación de alcaldes sólo permite estudiar la relación entre coaliciones, pues no todos los partidos presentaron candidatos en todas las comunas. A partir de ella, podemos inferir que tres candidatos muestran una correlación positiva con el voto de la Alianza el año 2012: Velasco (51%), Allamand (74%) y Longueira (80%). Más interesante resulta estudiar estas relaciones para el caso de los concejales, dado que tenemos fragmentación a nivel de partido en todas las comunas. Con este fin, agrupamos los partidos de acuerdo a su apoyo a los distintos candidatos, asociando el PS, PPD, PC y MAS con Bachelet, el PDC con Orrego, y así sucesivamente para los otros candidatos. La Tabla 1 muestra estas correlaciones.
Las primeras cinco columnas de la Tabla 1 muestran los resultados esperados: cada uno de los candidatos alcanzó su más alta correlación con el o los partidos que lo apoyaron en las elecciones primarias. El caso más interesante para nosotros es la última columna, donde se exhibe la correlación de los votos de Andrés Velasco con aquella de todos los partidos en la elección del 2012. Este ejercicio nos permite extrapolar su base de apoyo. Observamos que Velasco comparte el mismo patrón que los otros candidatos de la Alianza, el que muestra una correlación negativa con la votación histórica de todos los partidos de la Concertación, y positiva con RN y la UDI. En particular, su correlación con el voto del PDC no es positiva, es decir, Velasco no obtuvo mayores votaciones en comunas con predominio demócrata cristiano.
Velasco comparte el mismo patrón que los otros candidatos de la Alianza, el que muestra una correlación negativa con la votación histórica de todos los partidos de la Concertación, y positiva con RN y la UDI
En segundo término, la Tabla 1 muestra que los votos de Velasco alcanzan la correlación más abultada con los votos de RN para el 2012. Es importante notar que esta simple correlación no explica de manera unívoca el comportamiento de los votantes de Velasco, pero algunas hipótesis resultan más plausibles que otras. Por ejemplo, es probable que los jóvenes independientes que no votaron el 2012 lo hayan hecho por Velasco en las primarias, según ha asegurado el propio candidato. Pero en este caso, habría que justificar el por qué estos jóvenes tendieron a participar en mayor grado justamente en las comunas con mayor votación de RN en la pasada elección. La explicación más natural de la correlación observada es, por cierto, que parte de los votantes de RN se inclinaron por Andrés Velasco en las elecciones primarias[i].
En conclusión, el análisis presentado en esta columna tiende a corroborar las sospechas de que el voto de Velasco es un voto que ha sido tradicionalmente de derecha. Naturalmente, este estudio de correlaciones no da cuenta de una causalidad, pero entrega estadísticas sistemáticas sobre los cuales apoyar nuestras teorías políticas.[ii]
De ser cierta esta asociación, hace bien Andrés Velasco en no comprometer sus votos con un programa de centro-izquierda; no por un asunto de principios, sino sencillamente porque no puede.
(*) Alejandro Corvalán es licenciado y magister en Física, doctor en Economía de la U. de Nueva York. Actualmente es profesor de la Facultad de Economía de la U. Diego Portales. Trabajó en el Banco Central de Chile y en el Development Research Institute de Nueva York. Se especializa en Desarrollo Económico, Instituciones y Economía Política.
Paulo Cox es economista de la U. de Chile, doctor en Economía de la U. de Toulouse. Actualmente es economista senior del Banco Central de Chile. Se especializa en Macroeconomía y Economía Política.
[1] “Voto Voluntario:… ¡y votaron más los ricos!”, Corvalán A., P.Cox y A.Zahler, Nov.2012, CIPER.
[ii] Goodman L.A.(1959), «Some Alternatives to Ecological Correlation,» American Journal of Sociology, 64, 610-625; King,G. (1997) “A Solution to the Ecological Inference Problem: Reconstructing Individual Behavior from Aggregate Data”. Princeton: Princeton University Press.
[iii] La correlación de votos en estas comunas en de 93 y -97% para la Alianza y la Nueva Mayoría, respectivamente.
[iv] Este tipo de argumento se conoce como la “navaja de Occam”, que sugiere que ante dos explicaciones de un fenómeno se debe preferir aquella que requiera el menos número de argumentos adicionales.
[v] La teoría sobre el voto de la derecha a Velasco para contrarrestar la votación de Bachelet se conoce como voto estratégico (Austen Smith y Banks, 1996).