Autoridades hacen trampa para posibilitar el polémico mall de Castro
13.06.2013
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13.06.2013
Con ocasión de los categóricos dictámenes Nº 61.211, del 3 de octubre de 2012, y Nº 32.662, del 28 de mayo de 2013, emitidos por la Contraloría General de la República, han quedado en evidencia las diversas malas prácticas cometidas por la inmobiliaria Pasmar, su propietario y la constructora Salfacorp, empresa que ejecuta la obra del discutido mall de Castro. Ahora, a través de un habilidoso intercambio de oficios entre Nelson Águila, alcalde de Castro, y Fernando Gunckel, Seremi de Vivienda y Urbanismo de la Región de Los Lagos, se está urdiendo un nuevo engaño en relación a las vialidades existentes en la antigua ciudad chilota para permitir el funcionamiento del mencionado centro comercial, obra cuestionada por afectar patrimonio cultural de la humanidad.
El ordenamiento urbano en Chile se funda en la relación de las vías con los edificios, para lo cual establece un clasificador con cuatro escalas de edificaciones -edificios de Equipamiento Mayor, edificios de Equipamiento Mediano, edificios de Equipamiento Menor y edificios de Equipamiento Básico- y un clasificador para catalogar los cinco tipos de vías existentes: vías Expresas, vías Troncales, vías Conectoras, vías de Servicios y vías Locales. También determina qué categoría de vía le corresponde a cada una de las escalas de edificio y viceversa, es decir, qué escala de edificio le corresponde a cada categoría de vía. Resulta entonces fundamental clasificar las vías y los edificios correctamente antes de determinar si tal o cual edificio debe o no emplazarse en tal o cual lugar.
La clasificación de vías en todas las ciudades del mundo utiliza ciertos criterios universales, porque las redes viales cada día se extienden más, atravesando ciudades y países distintos. Así, una vía clasificada como “troncal”, siempre será, entonces, “troncal”, ya sea en China, Chile, Europa o Estados Unidos. Lo mismo ocurre con las señales del tránsito que se ubican en dichas vías, pues un conductor cruza hoy ciudades y países distintos y no puede verse sorprendido por cambios de criterio ni por carreteras extrañas o señalizaciones raras.
Por lo anterior, hoy existe una forma común y universal de entender las vías urbanas y la forma de clasificarlas según sus características y la función que cumplen, de tal manera que dependiendo de su clasificación o categoría se asigna a cada vía determinadas velocidades y diseños apropiados a su función y, por cierto, también se establece el tamaño y tipo de equipamiento posible de relacionar a dichas vías (entiéndase por equipamiento a los edificios que albergan actividades humanas).
Si se agrupan las vías en Locales y de Servicio y, por otra parte, en vías Troncales y Expresas, una tercera categoría tiene por función “conectar” las vías del primer grupo con las del segundo. Se denominan vías “conectoras” o “colectoras” y así, entonces, “conectan” vías Locales o de Servicio con las vías Troncales o Expresas. Dicho de otra manera, una vía colectora conecta los centros poblados con las vías expresas y/o autopistas. Para que una vía conectora sea clasificada como tal, debe tener necesariamente como función principal “conectar” un centro poblado con una autopista o una vía expresa, de tal forma que no existiendo una vía expresa del tipo autopista no podría entonces existir una vía “conectora”. Así sucede en todo el mundo, salvo, como veremos, en Castro.
Vía Local: Es aquella que sirve principalmente para relacionar directamente el espacio privado con el espacio público. Es decir, una calle hacia la cual se abren las puertas de las viviendas y que permite a sus habitantes acceder al espacio público. Esta característica corresponde a la totalidad de las calles de Castro, pues no existe una sola vía que no contenga accesos directos a las viviendas. En las calles locales la gente abre su puerta y con un simple paso se encuentra en la vía. Ni siquiera hay antejardines (sic).
Vía de Servicio: Es una vía local, pero que sirve principalmente no para relacionar las propiedades privadas con el espacio público, como la Local, sino para el tránsito de vehículos motorizados dentro de la ciudad. En Castro existen las siguientes vías de Servicio: avenida Galvarino Riveros, calle O´Higgins y San Martín, calle Gamboa, Ruta 5 en los tramos Puente Gamboa-Nercón y Punta de Diamante-Chichería.
Vía Troncal: Tiene como función principal servir al transporte de personas y de carga de un lugar de la ciudad hasta otro dentro de la misma urbe. Tiene o puede tener muchos accesos y salidas, todos regulados por semáforos. En Castro no existe ninguna vía Troncal.
Vía Expresa: Es una vía que no está destinada a servir de acceso a las propiedades privadas, sino que tiene como función principal servir al transporte de personas y de carga desde una ciudad hasta otra ciudad. Estas vías tienen por lo general un solo acceso y una sola salida, ambos controlados. Las autopistas son vías expresas y las personas no caminan por ellas. En Castro no existe ninguna vía Expresa.
Vías Conectoras o Colectoras: Son las que conectan los centros poblados con las vías Expresas. Luego, si en Castro no existe ninguna vía Expresa, obviamente tampoco existe ninguna vía Conectora.
Esta regulación entrega una lista de características que deben reunir las vías para ser clasificadas. Naturalmente, el ancho de las mismas no es la única condición que permite clasificarlas, como pretende erróneamente el seremi de Vivienda y Urbanismo de la Región de Los Lagos en su reciente oficio Nº 628 del 08 de mayo de 2013, dirigido al alcalde de Castro, para dotar de viabilidad al mall de esa antigua y turística ciudad patrimonial. Además, el ancho debe estar necesariamente “materializado” para ser considerado como ancho de la vía, y no basta que sea anhelado o proyectado a futuro, como ocurre con las calles de Castro.
Una vía Troncal clasificada como tal en una ciudad, deberá tener siempre las mismas características que tienen las vías troncales en todas las ciudades del país, porque el clasificador es el mismo, por tanto, no podemos pensar que una ciudad grande tendrá vías troncales grandes y una ciudad pequeña tendrá vías troncales pequeñitas, como pretende el aludido seremi de la Región de Los Lagos. Una vía troncal ubicada en la ciudad de Santiago tendrá las mismas características que una vía troncal ubicada en Puerto Montt, y también las mismas de una vía troncal ubicada en Castro. Así de simple.
Fotocopiar sobre láminas transparentes cada una de las tres ciudades siguientes, a la misma escala: Santiago, Puerto Montt y Castro.
Marcar con un color rojo todas las vías Expresas de las tres ciudades.
Marcar con un color verde todas las vías Troncales de las tres ciudades.
Marcar con un color azul todas las vías de Servicio de las tres ciudades.
Marcar con un color amarillo todas las vías Colectoras de las tres ciudades.
Superponer la lámina de Castro sobre la lámina de Santiago y observar que esta ciudad parece una mosca parada sobre el plano de la capital y que las vías clasificadas en Santiago no tienen cabida en Castro.
Superponer sobre la lámina de Castro, la de Puerto Montt.
Observar que Castro representa una pequeñísima parte de Puerto Montt y que, según el tamaño y largo de las vías clasificadas en Puerto Montt, a Castro solo le corresponden vías locales y de servicio.
Se observará que las calles Urmeneta y Benavente, de Puerto Montt, aún cuando cuadruplican o quintuplican la cantidad de tránsito y de velocidad de circulación de las calles O´Higgins y San Martín de Castro, corresponden a vías de Servicio.
Este simple ejercicio, permite comprender que la ciudad de Castro no tiene tamaño como para justificar la existencia de vías Troncales ni Expresas, y menos Colectoras, Castro solo tiene vías Locales y de Servicio, según se concluye de la comparación hecha superponiendo las láminas.
Pretender que en Castro existen vías Colectoras o Troncales es un despropósito del Seremi de Vivienda y Urbanismo de la región. Se trata de otro intento meramente administrativo con el afán de justificar, desde el punto de vista de la vialidad, el invasivo emplazamiento del mall en donde nunca debió edificarse.
Cuando se levantaba el mall Costanera Center en Santiago, le manifestamos por escrito al Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) que, por estar clasificado este proyecto como Equipamiento Mayor, debía enfrentar una vía Expresa, lo que no acontecía en aquella época. Ante tal incómoda situación, el ministerio modificó la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC) y ahora este tipo de Equipamientos Mayores pueden enfrentar vías Troncales o Expresas. El mall Puerto Barón en Valparaíso, impugnado por las fuerzas sociales porteñas, por algunos parlamentarios de la zona y por el propio Comandante en Jefe de la Armada, también es un Equipamiento Mayor y como no enfrenta vías Troncales ni Expresas, recientemente fue rechazado por la Contraloría General de la República.
Todos los Planes Reguladores Comunales (PRC) de Castro -los de 1961, 1991 y 2007-, establecieron que dentro de su límite urbano podían emplazarse Equipamientos Menores y Básicos. Fue una artificiosa modificación de 2008 la que, por primera vez, anotó vías “conectoras” y “equipamiento de mayor escala” al permitido anteriormente. Esto debe corregirse, tal como lo señaló el contralor general de la República en los dos contundentes dictámenes ya mencionados.
Recordemos que los dictámenes del ente fiscalizador tienen fuerza obligatoria para todos los servicios y órganos de la Administración del Estado, de modo que si la Municipalidad de Castro pretende pasarse de lista y transgrede esos pronunciamientos, estará vulnerando el artículo 9º de la Ley Nº 10.336, lo que sería muy grave. Ante esta eventualidad, sostenemos que tanto la delegación zonal de Chiloé del Colegio de Arquitectos de Chile, en conjunto con la agrupación Ciudadanos Por Castro y por todos aquellos que se adscriben al Estado de Derecho, debieran interponer a la brevedad las acciones judiciales correspondientes para así evitar un nuevo hecho ilegal consumado en nuestro país.
Este domingo 16 se iniciará en Camboya la 37ª reunión del Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco. Como se ha difundido en notas de prensa, el Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco planteará en esta cita mundial su recomendación de demoler dos pisos del mall de Castro, a objeto de mitigar su negativo impacto visual sobre las torres de la Iglesia de San Francisco, parte de los 16 templos católicos chilotes declarados patrimonio mundial por la Unesco en 2000.
En vista de los antecedentes que hemos expuesto sobre las artificiosas resoluciones que pretenden ajustar por decreto la vialidad de Castro para permitir el funcionamiento del mall y el sólido dictamen de la Contraloría que afecta al centro comercial que se proyecta en Valparaíso -ciudad también declarada patrimonio mundial-, estamos seguros de que en esta 37ª reunión que se celebrará en Camboya los arquitectos Emilio de la Cerda y Christian Matzner, del Consejo de Monumentos Nacionales, sabrán desenvolverse con propiedad en defensa de los valores patrimoniales de ambas ciudades. Y que lo harán aunque ello fastidie, en general, a los dirigentes de los sectores productivos y, en particular, a los inversionistas del mall aludido en este opúsculo y de aquel que pretende emplazarse en Puerto Barón.