Caballo “desaparece” desde las pesebreras de Carabineros en Talca

El 24 de enero de 2013, siendo las 05:40 salí desde mi casa en mi vehículo Toyota modelo New Yaris en dirección a Santiago, donde tendría una reunión de trabajo en la Defensoría Penal Pública para la preparación del juicio oral por el incendio de la Cárcel de San Miguel.

Cuando transitaba por Avenida Circunvalación, en dirección de sur a norte en la ciudad de Talca, al llegar a la altura de la Ruta 5 norte intempestivamente se me cruza un caballo, el cual iba en dirección a la Medialuna de ese lugar. En ese momento reacciono y uso los frenos a fondo para evitar la colisión, lo cual, a pesar de la rapidez, no pude concretarlo totalmente, pegándole al caballo en sus patas derechas y cayendo todo su cuerpo sobre el vehículo, sufriendo daños la parte izquierda frontal, capot y parabrisas (ver imagen 1). Debo aclarar que la velocidad máxima en esa avenida es de 70 km/h y gracias a que iba a una velocidad menor puedo dar cuenta de esta experiencia, ya que si hubiese ido más rápido hubiese muerto producto del impacto con el caballar, basado y atendiendo a otros casos de similares características donde conductores y pasajeros resultan heridos de gravedad o muertos.

Según mi registro telefónico, a las 05:55 llamé al 133 para dar cuenta del accidente y mientras permanecía en el lugar a la espera de personal policial, procedí a custodiar el caballar con el que colisioné y que se encontraba al costado de la autopista, para así también evitar un nuevo accidente. Tras 15 a 20 minutos de espera, llegó Carabineros y tomó el procedimiento, anotando todos los datos del vehículo y registrando la dinámica del hecho según la entrega de antecedentes que les aportaba. Junto con ello, hicieron varias diligencia en el sector, de las cuales estoy muy agradecido, para averiguar quién era el dueño del animal, llegando hasta la Asociación de Rodeo de Talca, la cual colinda con el mismo sector del accidente del que sólo la separa un alambrado con cuatro hebras de alambre de púas, el que está roto por el sector donde cruzó el caballo.

El cuidador de la Medialuna de Talca en primera instancia me dijo que el caballar podía ser inscrito, ya que poseía “marcaje” (PC) y que haría las consultas del caso. Otro de los puntos característicos de este caballar (yegua) era que tenía buen pelaje, estaba muy bien alimentado, no tenía marcas de aperos de carretón, sus cascos no estaban deformados como los carretoneros, tenía marcaje de espuelas a nivel de costillas, su tusa estaba debidamente cortada y al parecer estaba preñada (ver imagen 2). Tras varias horas en el lugar y por el horario del accidente, Carabineros de Chile, tras consultar a la central CENCO 133, procedió a dejar el animal en las caballerizas de la institución, las cuales se encuentran al interior de la Medialuna de Talca, mientras llegaba personal policial montado que trabaja allí y poder así dar con el dueño. Al momento de dejar el caballar en el sector policial (amarrado en las pesebreras de Carabineros, que están pintadas con los colores institucionales), se encontraba presente el suboficial Ramírez, perteneciente a la unidad montada, el cuidador nocturno del recinto (del cual desconozco su nombre), un familiar del suscrito que también es funcionario policial y yo como afectado.

Siendo las 08:15 nos retiramos junto a mi familiar funcionario policial del recinto de la Medialuna, ya que los funcionarios de Carabineros montados llegarían pronto y así yo aprovecharía de llevar mi vehículo a Toyota, donde llegamos a eso de las 08:40 teniendo que esperar hasta las 9:00 para que nos atendieran.

A las 10:07 me dirigí a la 3ª Comisaría de Talca, donde me darían copia del parte policial, con el fin de acelerar el proceso de investigación respecto a averiguar quién es el dueño del caballo, justificar mi no comparecencia a la reunión de trabajo en el Centro de Justicia en Santiago y ampliar la “custodia” del animal por más días. Fue así que tras entrevistarme con el Comisario de la Unidad, Juan Iturriaga Caviedes, me indicó que no podía entregarme copia del parte, pero sí lo podía mandar de manera inmediata al tribunal, lo cual se concretó a los pocos minutos. Mientras sucedía esta coordinación de envío de antecedentes, fui a la Medialuna a ver cómo seguía el caballar, ya que me preocupaba su estado de salud, debido a que presentaba un corte de unos 50 cms. al lado de su vagina y posiblemente podría generarse un aborto, producto del impacto, por su estado de preñez.

Al llegar al recinto, veo que la yegua no está en las pesebreras de Carabineros y comienzo a preguntar a la gente presente del sector, quienes no entregan ninguna información y se mantienen herméticos. Comienzo a buscar por las caballerizas y soy retenido por Erasmo Cárcamo, cuidador del lugar, quien me pregunta qué necesito, le doy cuenta de la situación y él me dice que no tienen idea del animal, que nadie sabía nada y que los Carabineros habían salido recién. Tras una larga discusión con él respecto a la desaparición del caballo, llega el personal de Carabineros del área de montados y me dan cuenta que cuando ellos llegaron al lugar, el animal ya no estaba, pero sí les habían comunicado que permanecía allí, información entregada por el sargento 2º Francisco Ramírez Cárcamo. Algunos de los allí presentes, dueños de caballos y peticeros que escuchaban la conversación y que no habían visto el caballo, sólo “afirmaban” que era carretonero y que probablemente ellos lo sacaron del lugar.

Tras el robo del animal, que es evidencia de un choque, desde el recinto de Carabineros, procedí a ir nuevamente a la 3ª Comisaría de Talca para entrevistarme con el Comisario Iturriaga y dar cuenta de la gravedad del hecho, para que se denunciara al Ministerio Público y se investigara a la brevedad, ya que se había robado una evidencia desde una unidad policial.

En primera instancia fui atendido por el oficial de guardia, quien me dijo que el animal no estaba en custodia y que sólo lo llevaron a ese sector de manera transitoria, lo cual le rebatí, indicándole que era totalmente errado. Tras ello, me entrevisté con el mayor Iturriaga, a quien le doy cuenta del hecho, pero a quien no le pareció importante, ya que no era responsabilidad de Carabineros, dando cuenta que el animal sólo fue sacado de la vía y llevado a la Medialuna, por tanto, no era custodia de Carabineros a pesar de haber quedado en las pesebreras institucionales. Tras expresarle mi molestia y darle cuenta que daría cuenta al Ministerio Público del hecho, sólo me expresó que hiciera lo que estimara conveniente.

Al no quedar conforme con la respuesta del mayor de Carabineros, concurrí al 1º Juzgado de Policía Local de Talca donde me dieron copia del parte policial N° 109 e ingresado con el Rol N° 355/13 y donde se consigna que se consultó en la Medialuna, indicando que no era del lugar dicho animal, quedando en el recinto momentáneamente por no haber ubicado al propietario.

Como víctima de un accidente de tránsito y a su vez en mi calidad de Cientista Criminalístico y Perito Forense, estoy realmente preocupado de lo que me ha sucedido respecto al accidente y a los hechos posteriores a él, atendiendo a los siguientes argumentos:

1.    La Avenida Circunvalación es un sector en el que se puede transitar hasta 70k/h, siendo una pseudoautopista, pero al realizar un recorrido por su extensión, nos damos cuenta que los estándares de seguridad vial no son lo que corresponde. Por ejemplo, atendiendo al caso particular que me sucedió, si en el sector de la Medialuna se escapa un animal, sea caballo o vacuno, sólo un alambrado de cuatro hebras es la medida de seguridad existente para que un animal no ingrese a las vías. Entonces, cuando suceda una tragedia mayor con animales en la ruta, ¿quién se hará responsable? ¿La autopista, el municipio, la Asociación de Huasos de Talca,…? ¿Quién? Tras consultas posteriores, he sabido que la constructora a cargo quebró y las obras fueron abandonadas, no existiendo barreras de contención adecuadas, iluminación, término o bajadas de ciclovías de tierra, etc. La iluminación en mi accidente fue determinante, ya que si la ruta hubiese tenido iluminación, al caballo lo hubiese visto varios metros antes.

2.    Tras el accidente, el animal (el cual no es carretonero) quedó en custodia en las pesebreras de Carabineros de Chile que están al interior de la Medialuna, este sector está pintado con los colores institucionales (blanco y verde) y le fue robado a Carabineros en un lapsus de 15 a 30 minutos. Esta situación es grave, toda vez que el dueño del animal fue avisado y sólo esperaron que nos fuéramos del sector para ir a sacarlo, en un lapsus de tiempo de 15 a 30 minutos. Entonces, la pregunta es: ¿con quién convive el personal policial dentro de la Medialuna de Talca? ¿Es un sector seguro para ellos atendiendo a lo sucedido, por qué la gente de la Asociación de Huasos o el cuidador de la medialuna se prestan para este tipo de ilícitos?

Hoy, mi condición de salud no me permite hacer un análisis con más detalles y argumentos del caso, sólo quedándome la responsabilidad moral y ética de denunciar este hecho a los medios de comunicación, alto mando de Carabineros de Chile y Ministerio Público para que sea investigado con la celeridad y gravedad de lo sucedido, para que con ello se tomen las medidas de seguridad viales del sector, como también evaluar el retiro de caballerizas de Carabineros del sector de la Medialuna, al ver que la evidencia de un accidente de tránsito les fue robada y que bajo mi apreciación profesional, fue planeada y coordinada por gente de la misma Medialuna. Mi trabajo en el área penal me hace a diario resguárdame de cada situación, por ello afortunadamente guardo evidencia y respaldo de mis dichos y acciones, buscando con ello un acceso a la justicia que no llega muchas veces a todos los chilenos y, para este caso en particular, evitar que muera una o más personas por animales en la vía.

(*) Magister © en Políticas Públicas y Seguridad Ciudadana. Perito Forense de Lista Defensoría Penal Pública, Criminalística SAV Forense.