Matías Claro, ex gerente CDF: “Actuamos con total transparecia para informar”
21.11.2012
Hoy nuestra principal fuente de financiamiento son nuestros socios. ¡ÚNETE a la Comunidad +CIPER!
21.11.2012
– Algunos clubes reclaman que no han podido armar sus presupuestos porque no reciben información por parte del CDF sobre las platas que van a llegar. Hablan de “hermetismo” e incluso de “secretismo”. ¿Qué información entrega realmente el CDF?
– Yo no veo ningún hermetismo. Al contrario, actuamos con total transparencia. El directorio del CDF -con seis representantes de la ANFP- se reúne mensualmente y en esa instancia se les entrega un reporte de alrededor de 50 páginas, con toda la información: los números al detalle, la evolución del canal, cómo va con sus proyecciones, etc. Además, se presenta el presupuesto anual, los balances que están debidamente auditados, y un plan ejecutivo anual, que discuten y aprueban los directores. No sólo eso, además se les envía por mail a cada uno de los directores mensualmente, para que ellos a su vez puedan compartir la información con sus clubes.
– ¿Y entonces por qué no llega a los clubes, como reclaman algunos?
– No lo sé. Yo creo que el canal de comunicación que debe mantener el CDF es el directorio. Así se ha acordado, ellos representan a los clubes y por eso creo que es muy fácil solucionar este problema. Sólo tienen que acercarse al director que los representa y él tiene toda la información necesaria, para que ellos puedan armar sus presupuestos.
– Este es un negocio bien particular, porque el control y la administración lo tienen el socio minoritario, en este caso Jorge Claro con su 20%, y la ANFP tiene poco y nada que decir en la gestión del Canal.
– Ese fue el acuerdo como se armó este negocio, en el 2003. Un socio aportaba los derechos y otro socio aportaba el capital, la administración y la idea. Pastelero a tus pasteles: ellos hacen fútbol, tienen los partidos y es lo que mejor saben hacer; nosotros, lo que mejor sabemos hacer es administrar y gestionar el canal. Ha sido una historia bastante exitosa, win-win para ambos socios. En la forma de administrar están bastante resguardados los derechos de la ANFP. Cuidamos en que el CDF es una empresa que no tiene deuda, que responde responsablemente a los clubes en los pagos, tiene ordenadas sus cuentas con los proveedores, negocia los contratos con los cable operadores, es una forma de separar el futbol de lo que es una empresa privada.
– Algunos dirigentes hablan de que “Jorge Claro es amo y señor de este negocio”
– No creo que sea así. Obviamente nosotros tenemos mucho que ver en la administración, pero la ANFP tiene mucho que decir en cómo se reparten los recursos o cuánto se reparte o no se reparte. Cada uno ve lo suyo.
– Asumiendo que Chilefilms es el principal proveedor de servicios del CDF y que a su vez, su gerente general Cristián Varela es vicepresidente de la ANFP. ¿Por qué no se transparentan las condiciones de un contrato que involucra muchos millones y que levanta críticas?
– La relación con Chilefilms parte el 2003, cuando Cristián Varela no tenía ninguna participación en la ANFP. En ese minuto, nosotros licitamos la producción de los partidos de fútbol. Antes, el único proveedor era Chilefilms y nosotros pusimos como condición que queríamos tener dos proveedores. Participó una productora más pequeña, ocupando un móvil de Canal 13 y ambos postularon. Chilefilms se quedó con el contrato, ganando un 30% menos que lo que cobraba antes. Ese es el contrato que se ha mantenido desde esa fecha.
– ¿Y por qué entonces Cristián Varela dijo a CIPER que no existe un contrato formal sino una relación de confianza con el CDF?
– No sé, a mí me pareció muy extraño. Es el mismo contrato que tenemos hace tiempo, le hemos ido agregando cosas en la medida que hemos ido creciendo. Lo que es cierto es que tampoco tenemos en Chile otra productora de ese tamaño que pueda prestarnos los servicios que requerimos en el CDF para el campeonato. No hacemos todo con Chilefilms pero es un proveedor para nosotros importante. A mí me gusta decirlo. Ellos han sido muy clave en el crecimiento y el desarrollo del CDF.
– ¿En qué sentido?
– Ellos nos dieron un apoyo gigante cuando el Canal pasó por los problemas económicos que todos conocen. Fueron incluso más allá que cualquier proveedor, llegaron a tener muchos meses de facturación que nos dieron de crédito, siempre en una relación de mucha confianza. Ellos nos apoyaron en un minuto en que tenían poder para pedir una quiebra del Canal, dado las dificultades que teníamos en los pagos. Y nos dieron su apoyo total, cosa que yo agradezco, más allá del tema de negocios.
– Pero si uno analiza ese hecho con una mirada más crítica, podría pensar que esa estrategia los dejó a ustedes hipotecados, con poca libertad para negociar el contrato con ellos…
– Para nada. Nos encantaría que aparecieran más proveedores competitivos, pero la verdad es que es difícil en un mercado como el nuestro. Necesitamos tener a Chilefilms, pero también tenemos otros partners, porque así controlamos los costos, y no estamos capturados por Chilefilms. Además, en las negociaciones con ellos, nosotros tenemos siempre la opción de comprar nuestros propios móviles, así es que no estamos atados.
– En el origen del CDF ¿Qué vio Jorge Claro como para apostar “a fardo cerrado” a este negocio, comprometiendo incluso patrimonio personal, contra el pronóstico de muchos que no creían en el negocio?
– Él es como Don Quijote, que se lanza en cruzadas como ésta. Eso sí, antes había hecho un estudio detallado del mercado del fútbol, tanto en Chile como afuera, llegando a la convicción de que los derechos del futbol estaban mal explotados en Chile. Dado que se abrió una posibilidad, él tuvo la convicción, el coraje de tirarse este piquero y se lo tiró completo. Como anécdota, mis papás se tuvieron que cambiar a un departamento más chico, mi mamá vendió su auto y no tenían plata para nada. Hubo minutos muy apretados de recursos, no solamente a nivel familiar, sino que en la empresa tampoco quedaba nada. Yo trabajaba con un sueldo muy bajo, varias veces no cobré el sueldo, tenía que convencer a tres o cuatro de no cobrar el sueldo porque no había plata para el IVA. Y así fuimos saliendo. Creo que tenemos una muy buena combinación con mi papá. Él es muy visionario y con harto coraje y yo soy más ejecutivo y gestor. Esa combinación funcionó muy bien para llegar a los resultados que llegó.
– Pero hubo momentos críticos, con acumulación de deudas con proveedores como los satélites, a punto de cortar el servicio. ¿Es efectivo que fue la ANFP quien les tiró un salvavidas, apoyando un gran préstamo bancario para salir a flote?
– Estábamos en una etapa complicada, porque cuando asumió Harold Mayne- Nicholls llegó a cuestionar todo, no sólo el CDF, sino los contratos de televisión con Canal 13, los auspicios de camisetas, en fin. Eso generó un cierto nerviosismo en el mercado. Pero también hay que ser justos. Es verdad que hubo una reunión importante con los ejecutivos del BCI, a la que fueron Harold y Ernesto Corona, donde llevaron una visión muy positiva del negocio del CDF, y eso ayudó. Pero también estoy convencido que esa reunión no tuvo la influencia que dicen que tuvo. El crédito lo teníamos aprobado, habíamos negociado personalmente con el presidente del banco. Además, teníamos un crédito aprobado igual con Corpbanca que era un poco más caro que el del BCI.
– ¿Qué pasó para que el CDF llegara a esa situación de riesgo de quiebra? ¿Hubo desorden en la administración?
– Nosotros empezamos de cero esta empresa y cuando empezó a crecer, tuvimos los problemas propios de ese ajuste, que luego superamos. Hay empresas que tienen problemas de caja pero no de valor, y ese era nuestro caso. El patrimonio seguía intacto, pero había problemas de flujo, que logramos salvar a tiempo, incorporando nuevos capitales.
– Hubo real riesgo de quiebra del CDF?
– Hubo riesgo, principalmente cuando acumulamos facturas impagas con Chilefilms. Si ellos hubiesen pedido la quiebra, era totalmente factible que ocurriera.
– A partir del 2007, todo ha sido ganancias. ¿Qué hicieron ustedes como CDF, frente a la opción de compra que se abrió el 2010, considerando que si la ANFP ejercía su derecho ustedes quedaban fuera de un negocio que crecía como la espuma, con proyecciones de ganancias millonarias?
– Nosotros, por contrato, sabemos que existe esa opción y siempre dijimos que nos íbamos a atener al contrato. En ese periodo de 60 días, cuando se estaba decidiendo, se nos acercaron a hacernos algunas otras propuestas, en que nos compraban un 10% y seguíamos con la administración y otras.
– ¿Quiénes se les acercaron?
– Desde la ANFP, no oficialmente. Nuestra respuesta fue que nos ateníamos a lo que estaba en el contrato. Naturalmente, hay un cariño enorme involucrado, que va más allá del tema del precio de venta, y que tiene que ver con el esfuerzo que habíamos puesto durante siete años para sacar esto adelante.
– ¿Hubo algún acercamiento con los clubes para conversar o negociar en forma paralela, para convencerlos de que se opusieran a la compra del 100%?
– Hubo clubes que se acercaron a conversar con nosotros, pero la respuesta fue la misma. Nosotros no tenemos nada que hacer si la ANFP quiere ejercer la orden de compra.
– Lo pregunto porque hay mucho dinero en juego en este negocio, entonces no sería tan descabellado que ustedes como CDF hubieran ejercido un rol más activo con los clubes -que son los que votan- para convencerlos de no comprar, una suerte de lobby…
– Pero es que eso puede pasar más por el cariño que le tenemos al negocio, que por la plata. Porque la fórmula que se estableció en el contrato es bastante justa. Entonces si ellos compran -uno dice- por lo menos me compran por el valor de lo que nosotros hemos generado. Si no, feliz nos quedamos, porque creemos que hay un potencial gigante para crecer, mucho más allá de lo que muchos se imaginan hasta ahora. Pero también hay que entender que nosotros tenemos metido el 80% del patrimonio en el CDF, entonces eso implica un alto riesgo. Si nos compraban, podía diversificar la plata en otros negocios. Que nos compraran o seguir, no había una alternativa que tuviera superioridad sobre la otra.
– ¿Usted coincide con las proyecciones de consultoras de que al 2015 el CDF podría valer un 50% más que en 2010?
– No lo sé, quizás sí por el ritmo de crecimiento que lleva. En todo caso, quiero decir que no es que nos hayan “regalado” el dinero en estos cinco años, al no comprarnos. Aquí hubo toda una gestión para que eso se generara y también eso tiene valor.
– Existen planes para vender este modelo de negocios a otras ligas extranjeras, donde ustedes administren y las asociaciones vendan sus derechos?
– Nos han contactado de varios países, entre ellos Ecuador, pero esto lo haríamos como una asesoría, a través de Claro y Asociados. No vemos la posibilidad de participar como inversionistas en otro país, principalmente porque el futbol es una industria que requiere conocer muy bien la idiosincrasia y eso es difícil.
– ¿Hacia dónde ven ustedes esos espacios de crecimiento “gigante” como dijo, para el CDF?
– La principal fuente de crecimiento del CDF es que, como está diseñado el negocio, es un círculo virtuoso con el fútbol. A este canal le va bien y lo que genera se reinvierte en el producto. Al CDF le empezó a ir bien hace tres años y los clubes en ese lapso han ido mejorando su plantilla de jugadores, sus canchas de entrenamiento, tenemos equipos disputando la Sudamericana, lo que antes era impensado. En la medida que mejora el espectáculo, más abonados se suman y por tanto, más plata le debiera llegar a los clubes. Segundo, creemos que el desarrollo tecnológico tiene que ayudarnos para llegar a un porcentaje grande de la población, que hoy no tiene los medios para contratar el plan básico y Premium en el cable, que cuesta unos $23 mil promedio.
– ¿Apuestan a que la nueva ley digital les permita saltarse a los cable operadores y gestionar el canal directamente en la banda de pago?
– La nueva ley debiera hacer un espacio, entre los 100 canales que va a haber disponible, para una especie de cable para los pobres o CDF popular. Cometerían un error si no lo hacen. Con esta opción, la idea es que las personas paguen 6 ó 7 mil pesos, nada más. Eso significa un crecimiento gigante para el CDF, para el futbol chileno y además, un bien social para un montón de gente que quiere ver el futbol y no puede. Si logramos pasar la barrera del cable y llegar directamente con el CDF a los hogares, podríamos llegar a más de un millón de hogares. Eso es una democratización, de llegar con el futbol a más casas, sin perder de vista que el futbol tiene que generar recursos para ser competitivo.
– Es decir esto sería como explotar una nueva mina de oro…
– Sería muy relevante para el crecimiento del Canal. Y creo que esa vía sería un aporte sano y con hartos beneficios. Nosotros en el CDF logramos instalar en la señal de cable un plan básico de futbol que antes no existía. Uno veía niños con la polera de River o de Boca y no veía niños con las camisetas locales de la U, Colo-Colo o la Católica. La identificación con el fútbol es parte importante de la identidad de un país.
– ¿Qué posibilidades concretas tiene esta posibilidad de un CDF popular y en qué plazos?
– Yo espero que tengamos alguna oportunidad en el Congreso, a pesar de los lobby cruzados de todos lados, porque sinceramente creo que el fútbol puede llegar a más gente. El crecimiento del CDF te pone a un nivel más competitivo con las otras ligas.
– La gran critica que se hace a este modelo de negocios del CDF, es que no ha hecho más que consolidar el esquema de desigualdad entre clubes, dejando de lado el rol social.
– Con respecto al rol social, estoy de acuerdo y así lo entendemos. Pero no se puede pretender una visión tan romántica, porque quieren tener a Colo- Colo campeón de Copa Libertadores y que la televisión sea gratis. No se puede tener todo y gratis.
– Esto se relaciona con la forma como se reparten los excedentes del CDF. ¿Usted es partidario de repartir a todos por igual o con una fórmula diferenciada como la actual?
– No me puedo meter en la repartición, porque eso lo decide la ANFP, pero tengo una propuesta. Los clubes debieran tener un ingreso diferenciado, un premio a los resultados, en relación al plantel de jugadores que tienen los equipos. Que se incentive a que los chicos que tienen planteles baratos les vaya bien, y ganen un extra. Y si a los grandes con planteles caros les va mal, tengan que pagar un impuesto para financiar este sistema. Eso incentiva la competencia y mantiene la justicia, porque es una posición intermedia.
– De cara al 2015 ¿Qué fórmula les acomodaría más para seguir adelante con el negocio?
– Nosotros nos apegamos al contrato. Si ellos quieren ejercer su opción el 2015, no tenemos problemas. Y si no, seguir como estamos.
– Y que piensas de una opción intermedia, que ellos vendan un 10% para salir a bolsa o comprar un 10% extra?
– Hay muchas opciones, he escuchado varias, para mí, hoy, el 2015 es ciencia ficción…
– Pero supongo que no les interesa soltar este tremendo negocio…
– A mí me encantaría porque le tenemos un cariño gigante al negocio, pero no depende de mí.