Presentación de Sergio Urzúa en el CEP
“En temas de pobreza estamos estancados”
14.09.2012
Hoy nuestra principal fuente de financiamiento son nuestros socios. ¡ÚNETE a la Comunidad +CIPER!
Presentación de Sergio Urzúa en el CEP
14.09.2012
Vea también la animación con la que Sergio Urzúa graficó la dinámica de la pobreza en regiones
Las lecciones que saco de este proceso: no hay problema en que haya discusión técnica. Es bienvenida. Desde mi perspectiva, la sensibilidad política que ha generado esto se debe a la deficiencia en materia de institucionalidad. Si ésta existiese, debería haber un canal donde uno podría hacer las consultas técnicas y tener las respuestas. En este caso quedó de manifiesto que eso no existe y es donde debemos avanzar. No creo que se haya dañado el instrumento. Tengo una visión más optimista y creo que al final del día, la confianza de los equipos técnicos que participan en la discusión es que la CASEN va a salir fortalecida. No me cabe duda porque en Chile tenemos la institucionalidad y la capacidad técnica para desarrollar esta tarea y el tema entonces es simplemente tener la intención de avanzar.
Fuera de esa discusión, si uno revisa los datos, hay lecciones bastante interesantes con respecto a la dinámica de pobreza e indigencia, importantes consecuencias sobre cómo medimos el gasto social y qué tan bien focalizado está y también sobre los desafíos de políticas públicas en la materia.
Lo bueno es que la indigencia disminuyó. Lo malo es que no es posible afirmar que la pobreza disminuyó entre 2009 y 2011. Lo feo es que es cada vez más difícil disminuir la pobreza y la indigencia por un tema de rendimiento decreciente.
Viendo las tablas de dinámicas de pobreza e indigencia, lo que uno ve es que hubo una caída brutal en ambos entre 1996 y 2006. Respecto a lo que pasa en pobreza y el intervalo de confianza, si se traza una línea recta, no se puede decir si las diferencias son o no significativas. Es así de simple. Lo correcto está en decir si la tasa de pobreza poblacional está o no en ese margen. Y por eso, más allá del estimador puntual, es bastante reconocido que en temas de pobreza estamos estancados.
En indigencia, hay una reducción significativa entre 2009 y 2011, no hay duda. Pero cuando uno lo mide con 2006, está sólo un poquito más abajo. De hecho los intervalos de confianza están contenidos, se tocan, por lo que en términos técnicos se puede decir que entre 2006 y 2011 la cosa está más o menos parecida. Formalmente, puedo decir que con un 95% de probabilidad los márgenes de la indigencia se conectan, por lo que no es fácil argumentar que haya habido una caída significativa en los últimos cinco años en la tasa de indigencia. Pero sí la hubo entre 2009 y 2011.
Lo bueno es que la indigencia disminuyó. Esa es una buena noticia. Lo malo es que no es posible afirmar que la pobreza disminuyó entre 2009 y 2011. Lo feo es que es cada vez más difícil disminuir la pobreza y la indigencia por un tema de rendimiento decreciente: cada vez se nos va a hacer más difícil focalizar correctamente con la persona correcta…
El mejor ejemplo de que el crecimiento económico sí afecta a la pobreza lo corroboró el 2009. Ese fue un año atípico porque la encuesta se tomó sobre la crisis. Si se miran los primeros percentiles de ingresos hay cosas muy extrañas, como un porcentaje importante de gente que no recibe ningún subsidio del Estado en el primer percentil. Si se comparan los cambios en el porcentaje en la distribución del ingreso entre 2006 y 2011, lo interesante es que crecen un poco más los ingresos de los más pobres y hay una caída de los más ricos, pero la diferencia fundamental al comparar entre 2009 y 2011, es lo que ocurre abajo. Si se toman el ingreso per cápita del primer percentil en 2009 y se compara con 2011, hay un aumento brutal de 120%. Y eso se puede interpretar de dos formas: el crecimiento económico ha ayudado a esta gente a estar en mejores condiciones, que es probable; o que el hecho de no crecer en 2009 por la crisis, evidentemente afectó el ingreso per cápita de los hogares.
Si revisamos la dinámica de pobreza en el tiempo por región, por ejemplo en el Bío Bío, entre el ’90 y el ’92, es bien increíble cómo cae. En el ’98, con la crisis asiática, la cosa se queda más o menos plana y de 2000 en adelante empieza a caer fuerte de nuevo. En 2008 se pega una subida y de ahí vienen 2009 hasta 2011. Esta figura demuestra que el crecimiento económico tiene efectos significativos sobre la pobreza, pero además es bastante claro que la cosa está medio estancada, sobre todo cuando se mide la pobreza por región.
Esta figura demuestra que el crecimiento económico tiene efectos significativos sobre la pobreza, pero además es bastante claro que la cosa está medio estancada, sobre todo cuando se mide la pobreza por región.
En la lógica del ingreso per cápita es similar. Los primeros años empieza a aumentar mientras la pobreza cae y ocurre lo mismo al final, que se estanca. Cuando mido entre 2006 y 2001 no hay mucha acción. Hay regiones que mejoran y otras que empeoran. Otra cosa que es importante es cómo se mueve el ingreso per cápita con los subsidios per cápita. Lo que uno debiera esperar es que, a medida que aumenta el ingreso en las regiones, lo ideal es que el subsidio vaya cayendo. Entre el ’90 y el ’98 no aumenta mucha el ingreso per cápita y los subsidios son muy bajos hasta 2006, donde hay una explosión de los subsidios del Estado. Y esos subsidios después no bajan, porque son políticas sociales por el tema de la crisis. En 2011, en la práctica, aumentan los ingresos y los subsidios no caen. La pregunta es entonces qué es lo que estamos haciendo con esa plata.
Veamos lo que ocurre con la extrema pobreza. Las transferencias del Estado en 2006 sumaban US$ 717 millones y en 2009 era de US$ 2.133 millones. Ese fue el salto explosivo que mencionaba antes. Y en 2011, si se suman los subsidios del Estado, estamos en US$ 2.033 millones. La brecha de pobreza en 2006 era de US$ 723 millones. Esto era lo que costaría anualmente terminar con la pobreza si lo que se hiciera con la CASEN fuera ir a buscar a la gente y hacerle la transferencia exacta. En 2009 era de US$1.252 millones y en 2011 son US$ 1.259 millones. Desde el punto de vista de los gastos que se debieran incurrir para acabar con la pobreza, lo cierto es que la cosa anda más o menos igual. En indigencia sí hay un cambio: en 2006 la brecha de indigencia era de US$ 94,7 millones, lo que costaba anualmente terminar con la indigencia. En 2009 era de US$ 197,3 millones y en 2011 fue de US$ 153 millones.
Al revisar lo que ocurrió con cada uno de los percentiles en esos años, resulta interesante ver lo que pasó en el percentil 1 con los ingresos totales per cápita, las lucas que declaran en la encuesta. En 2006, poco más de $5.000. En 2009, cae bajo ese valor y en 2011, sube sobre los $10.000. Lo que pasó fue que entre 2006 y 2009 el ingreso autónomo de los hogares cae de una forma brutal y vuelve en 2011. Esto se observa en los primeros cinco percentiles. Esta es la prueba, como ocurre en 2009, que el crecimiento económico tiene un efecto sobre el ingreso autónomo de los hogares. Y eso se grafica también al desagregar el porcentaje de composición del ingreso total de los hogares. Si vemos lo que ocurrió con el primer percentil en 2009, casi el 50% de sus ingresos provino de las transferencias del Estado. La pregunta es si esto era política de asistencia en medio de una crisis, ¿por qué en 2011 se mantiene?, ¿por qué seguimos con más de US$ 2.000 millones?
En 2011, esa gente está mucho mejor: el 45% de sus ingresos corresponden a ingreso autónomo, que es bien parecido a lo que pasaba en 2006. Cerca de un 20% está asociado a los subsidios y el resto es el alquiler imputado. Por eso la CASEN 2009 es el mejor ejemplo de los beneficios del crecimiento económico. Las políticas sociales tenían nombre y apellido que atacaron un problema puntual y que hoy estamos intentando focalizar más al tema de las condicionalidades, pero cuando uno mira las cifras de 2006 y 2011 todo indica que la cosa anda bastante parecida.
Es positivo que efectivamente haya caído la indigencia entre 2009 y 2011. La pregunta es por qué la pobreza no cae en forma significativa, porque el crecimiento económico sí es importante.
Veamos el gasto social. ¿Qué tan bien focalizado está? En 2006, el 11% de todos los subsidios que otorga el Estado que se entregaron eran dirigidos al 30% más rico. Y hasta ahora no hemos mejorado mucho: en 2011, ese porcentaje era de 16%. Creo que aquí hay un tema importante cuando hablamos del futuro de las políticas sociales, más allá de la medición que realizamos y que concuerdo en que hay que mejorar.
Respecto del futuro, la situación de este año no puede volverse a repetir. ¿Todos perdieron? La verdad es que no. Esa es una visión cortoplacista. Sí es cierto que todos se vieron afectados, pero lo que hay que tratar de hacer es mirar el tema a largo plazo con un cambio a la institucionalidad y un calendario de entrega de los datos. Lo mínimo es que eso ya esté para 2012.
Afortunadamente en 2011 volvimos a la situación de 2006, porque hubiese sido tremendo que con un crecimiento del 6% los datos fuesen parecidos a los de 2009. Por lo tanto es positivo que efectivamente haya caído la indigencia entre 2009 y 2011. La pregunta es por qué la pobreza no cae en forma significativa, porque el crecimiento económico sí es importante. El crecimiento de los salarios implica la salida de la gente de la indigencia…