El ministro Longueira y la demagogia en torno a la sustentabilidad pesquera
05.01.2012
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05.01.2012
El ministro de Economía Pablo Longueira y el subsecretario de Pesca, Pablo Galilea, han acusado que la mayoría de los recursos pesqueros que le pertenecen a todos los chilenos están sobreexplotados o en estado de colapso. Y que los responsables serían en gran medida los pescadores artesanales e industriales por el lobby que realizan ante la autoridad a cargo de la administración pesquera. Una lectura básica de lo anterior hace concluir que atendiendo la magnitud de la devastación de los recursos pesqueros, la autoridad ha estado amenazada de muerte y por eso no han tenido otra opción que ser cómplices de tal devastación, o que la misma se ha producido por la participación de algunos altos funcionarios de esa Subsecretaría en una colusión pública-privada. Sorprendentemente, hasta ahora ninguna de las dos situaciones ha sido denunciada a la justicia o a la Fiscalía Nacional Económica (FNE).
Un caso de sobreexplotación y devastación que conozco en detalle es el que afecta a la pesquería de sardina austral, anchoveta y sardina común en las Aguas Interiores de la Región de Los Lagos: en sólo seis años, los tres recursos han colapsado. La Subsecretaría de Pesca (Subpesca) y el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), ambos organismos dependientes del Ministro Longueira, concentraron el 100% de esas pesquerías bajo la figura de una PESCA DE INVESTIGACION sin plazo de termino. Así ha quedado protegido un grupo de privados en un negocio que supera los US$ 100 millones y que el subsecretario ha perfeccionado y extendido a las regiones de Aysen y Magallanes en los últimos dos años.
En agosto de 2011, la Contraloría puso coto a las “pescas de investigación” amparadas por la Subpesca no por irregularidades en procedimientos administrativos de los privados, sino por que la autoridad a cargo de la administración pesquera estaba infringiendo la ley, encubriendo pescas comerciales con volúmenes del todo desproporcionados y burlando el sistema de administración pesquera vigente establecido en la ley.
La sardina austral es un recurso presente sólo en Aguas Interiores. Cuando investigadores del IFOP la reconocieron como una nueva especie en 2005, no fue inscrita en los registros pesqueros, por lo que no puede capturarse en ningún caso, tampoco como pesca de investigación, y quienes transgredan lo anterior se exponen a cuantiosas multas. Pero las autoridades no han hecho respetar la ley: el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca), también dependiente del Ministerio de Economía, ha justificado no poder multar a quienes la capturan y a los que la procesan en forma ilegal como harina de pescado, ya que ello implicaría cuestionar la legalidad de los actos aprobados por su superior jerárquico, el ministro de Economía.
A pesar de lo anterior, durante la temporada 2010-2011 la Subpesca permitió la pesquería industrial durante el período de reclutamiento de los tres recursos, justificando ello en algo tan burdo como que la pesquería de miles de toneladas de crías tenían como fin estudiar el comportamiento de la veda. Otro tanto ha sucedido durante el fin del año 2011 donde con la firma del jefe de pesquerías de la Subpesca y brazo derecho del subsecretario, Maximiliano Alarma, se acortó a la mitad el período de reclutamiento para la Temporada 2011-2012, aumentando así los tiempos de la captura industrial a favor de la industria reductora, cuando todos los estudios y antecedentes dan cuenta del colapso en que se encuentran los tres recursos. ¿Acaso todo lo anterior es menos grave que los actos truculentos realizados por ex ejecutivos de La Polar para desfalcar a sus clientes?
El destacado rol que representa este pequeño pelágico en el ecosistema austral está dado por su importancia como alimento para otros valiosos recursos pesqueros de la pesquería demersal austral que explotan flotas artesanales de la X, XI y XII en el mar interior. La sobreexplotación de la sardina austral realizada por fuera de la ley al amparo de la Subpesca sería uno de los grandes responsables de la grave disminución de los stocks de merluza austral, lo que también es válido para merluza de cola y congrio dorado, según investigadores de la Universidad Austral de Valdivia.
El Ministerio de Economía redactó el proyecto de ley flash que el Congreso aprobó a fines de diciembre y que modificó la norma referida a las pescas de investigación. Como gran logro, se cambió la frase “sin fines comerciales” por “sin fines de lucro”, pero autoriza actos de comercio con las mismas, lo que hasta ahora era un acto ILEGAL. A partir de esta ley se nos justificará diciendo que no existe lucro sino que se trata de venta de “desechos de Investigación”. El ministerio consiguió que el Congreso no se detuviera a pensar en que aprobaron que se haya puesto como condición a quienes capturen la pesca futura de sardina austral haber participado en la pesca ilegal de la misma, una irracionalidad que ya se la quisieran los ex ejecutivos de La Polar.
En Chile se ha instalado con fuerza que la colusión de privados que perjudican a los ciudadanos o a empresas de menor tamaño debe ser investigada por la FNE y castigada por la justicia. Pero la probable colusión público-privada responsable de la devastación y colapso de los recursos pesqueros de todos los chilenos queda impune y sin sanciones, aunque es mucho más grave, ya que tiñe de corrupción a todo el aparato público y a miles de servidores públicos que actúan con probidad, e impide que los pequeños emprendimientos de las PYMES puedan surgir por sus propios meritos en igualdad de condiciones.