En Starbucks Coffee a los trabajadores los llaman “partners”, pues según la cultura corporativa de la empresa las relaciones laborales deben ser horizontales y están marcadas por el afecto y la confianza.
Este año Starbucks enfrentó en Chile su primer proceso de negociación colectiva con el Sindicato de Trabajadores de Starbucks que cuenta con 200 socios, en su mayoría estudiantes universitarios. Ese sindicato (fundado en 2009), es el único que la empresa tiene en América Latina y es uno de los pocos en los 44 países en los que la empresa opera.
La negociación colectiva se inició en abril y los trabajadores pidieron un alza de salarios según IPC, bonos básicos (como transporte y colación) y que la empresa proveyera la ropa de trabajo que hasta hoy deben pagar los empleados. Los “partners” de Starbucks reciben un salario cercano al sueldo mínimo, que si se avalúa en horas es de $ 1.200, menos de lo que la empresa cobra por un café. Mientras, Starbucks Chile aumento en 147 % sus ganancias(1) .
La empresa se negó a todas las reivindicaciones. Los trabajadores optaron por hacer presión con 20 días de huelga legal. Como no obtuvieron respuesta, tres de sus dirigentes decidieron realizar una huelga de hambre y acampar a la salida del local ubicado en el elegante barrio Isidora Goyenechea, en Vitacura.
Durante el conflicto, la compañía pudo reemplazar sin problemas trabajadores en huelga y logró el funcionamiento normal de los 31 locales, con la contratación de trabajadores antes de la negociación, gracias a lo cual se ahorró las 4UF por cada trabajador reemplazado que exige la ley (Chile es uno de los pocos países en el mundo donde se permite el reemplazo de trabajadores en huelga).
Esta estrategia fue complementaria con otras medidas tomadas durante el proceso de negociación, como el reparto y lectura en voz alta en cada local de documentos orientados a explicar sesgadamente la negociación a los empleados.
Con este frente adverso, el sindicato no pudo obtener ganancias concretas tras su negociación, no obstante, el 17 de agosto consiguió una histórica y primera condena por prácticas antisindicales a su empresa empleadora.
La jueza a cargo, Paola Díaz, concluyó que la documentación de la empresa en los locales hacía referencia al sindicato como «mecanismo de presión externo» y entregaba información inexacta y tendenciosa sobre lo que significa la negociación colectiva y la huelga. Además, la empresa evidenciaba desigualdad de trato respecto a los ascensos de los trabajadores sindicalizados y los que no eran parte de la organización. También consideró que esta animosidad contra el sindicato es una política internacional de la empresa, evidenciada en los dichos del CEO de Starbucks en internet, Howard Schultz, quien indica «el manejo benévolo gerencial debería hacer a los sindicatos superfluos»; y de la vocera de la compañía, Tara Darrow, en su exaltación de la tradición de comunicación directa con los empleados y no a través de sindicato.
El comportamiento agresivo de una empresa de aspecto tan amigable se puede entender ahondando en las tendencias en gestión de recursos humanos que se han impuesto desde hace por lo menos tres décadas.
“La jueza consideró que la animosidad contra el sindicato es una política internacional de la empresa, evidenciada en los dichos del CEO de Starbucks, Howard Schultz, quien indica «el manejo benévolo gerencial debería hacer a los sindicatos superfluos».
Hacia fines de los ‘70, desde que se difundieron las elogiadas relaciones laborales japonesas, especialmente en Estados Unidos, comenzó a hablarse de una nueva meta a seguir: una “Gestión 2.0”, que logra la implicación subjetiva de los trabajadores en las metas y valores de la empresa, que no descansa tanto en el control directo, sino en la persuasión y en el compromiso moral del empleado. Bajo esta visión llegó a cambiarse el nombre de los departamentos de personal por “Gestión de Recursos Humanos”, entendida como una función gerencial especializada en la motivación de las personas para el incremento del desempeño, favoreciendo relaciones altamente individualizadas.
Es así como en la retórica empresarial se dio origen a la “era de la colaboración” y la “happy company”, con políticas activadoras del compromiso: valores u actitudes que la empresa promueve para el desarrollo del trabajo, como la “autonomía responsable”, y diversos estímulos: gimnasia laboral, yoga, baile entretenido, premiaciones y reconocimientos a los trabajadores ejemplares, denominaciones armónicas de “líderes” y “colaboradores” para referirse a jefes y empleados (con algunas variaciones: Scotiabank llama a los trabajadores “scotiabankers” y Starbucks “partners”, por ejemplo) y beneficios sociales (como descuentos y casas de veraneo) a los cuales se llama “salario emocional”. Estas políticas generan ciertas mejorías para las personas y sin duda sensaciones más placenteras, de ahí que se diga que se trata de una “humanización del trabajo”.
No obstante, tienen su contracara. Se generan en el contexto de una creciente presión en el trabajo, con bajos sueldos, donde se ve más bien un efecto sustitución del “salario real” por el “salario emocional”, y en donde, en virtud de una filosofía del consenso entre trabajadores y dirección, se genera una especie de cruzada religiosa para combatir cualquier atisbo de “amenaza interna” (ya sea monopolizando la relación con los empleados para marginar al sindicato o integrándolo de manera subordinada a las funciones de gestión empresarial).
Este último aspecto se muestra con claridad en el caso Starbucks, donde todo es emocional y cálido hasta que se habla de sindicato. La ficción del consenso social es tan dominante en la empresa, que nubla cualquier posibilidad de negociación. Años atrás, en una conferencia en la universidad Adolfo Ibáñez, el gerente general Eduardo Caneo, declaraba: “decimos partners porque en esta empresa somos todos iguales”. La idea la profundiza en la demanda señalando que la armonía y comunicación fluida con sus “partners”, se ve retratada en “desayunos y pizzetadas, entre otras actividades, en donde participa la gerencia y donde los partners tienen la oportunidad de plantear su requerimientos y sugerencias”.
Se trata de un poder discreto, una manipulación simbólica que a través de un paternalismo renovado disimula las asimetrías de recursos en las relaciones laborales y la enorme distancia de poderes existente, reservando para la empresa la facultad absoluta de dirección y evitando que surja cualquier oposición. Todo esto opera de forma sutil, claro está, hasta que alguien no responda a los estímulos y los contraríe de frente; ahí reaparece la coacción, especialmente si se trata de un colectivo.
La jueza al respecto fue elocuente: “desde antiguo los empleadores han defendido la individualización de las relaciones”, pues “pone a la empleadora en una cómoda situación de predominio y decisión (…)”. De ahí el mérito y la importancia de esta sentencia, que logra desnudar un hecho invisible, bajo el ropaje de la colaboración.
Notas:
1) Este dato se encontraba disponible en la página del Sindicato de Starbucks Chile, la cual fue retirada de funcionamiento esta semana por razones desconocidas.
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Claudio JAJAJA te pasa por comentar algo nada que ver
claudio | 22.08.2014
Hoy pasé a stsrbucks a las 9; 05 y pedí mi café sr demoraron 25 minutos en decir que una maquina estaba mala pedí de vuelta mi dinero mas encima lo pedí sin crema y ka niña le puso crema. Creo que este local de huérfanos esquina Ahumada después que reclame en ese momento le avisaron a los clientes que tenuan una maquina dr cafe mala, salí a kas 9:30 y din mi café
el | 08.10.2013
solo diré que Zmart no es la tienda happy para trabajar que todos creen, es la pura fachada al menor descuido te joden.
miguel rusque | 08.03.2013
mas que por el reportaje en si, bien por los señores manuel y juan paulo; una excelente  clase de debate respetuoso.
saludos afectuosos.
Fundacion Sol - Transformando el trabajo. | 09.04.2012
[...] rasgo más relevante de este giro en la gestión, es su vocación de eliminación del conflicto. El espíritu de los nuevos tiempos parece ser la gestión 2.0, que logra “sustituir a los sindicat... Se trata de un “paternalismo sofisticado†que, al igual que en el siglo XIX, se anticipa al [...]
Oscar | 29.09.2011
Muy interesante e informativo el artículo. Pero lo que mas me ha llamado la atención es que se ha generado un debate con RESPETO por las opiniones divergentes, algo que pensé que se estaba perdiendo definitivamente en el mundo. Gracias por esto.
Fernando R- | 25.09.2011
Muy interesante este reportaje. La nueva justicia laboral está dando de que hablar, pero son pocos los que muestran los resultados. El fallo judicial de Paola Díaz es un hecho sin precedentes, que muestra que en el poder judicial las cosas también pueden cambiar. Desde una corriente dominante y conservadora, hacia una que cree firmemente en que el derecho del trabajo es una disciplina que busca equilibrar las desiguales fuerzas que existen entre empresarios y trabajadores. La fuerza en el discurso de Paola Díaz (ver fallo), hará recomendable que las empresas lo piensen dos veces antes de seguir con su cavernícola comportamiento laboral. Un aplauso a la columnista, muy fluido el relato con argumentos sólidos sobre las teorías de control. Fernando R.
Vicente | 25.09.2011
Interesante el intercambio de opiniones que he podido observar a raíz de esta buena columna. Me gustaría señalar que a diferencia del señor Juan Pablo Ide, creo que es una falacia pensar que la lucha de clases desapareció. Lo que pasó es que ya no se ve bajo el mismo libreto como sí se veía años antes. Hoy la lucha de clases se ve en como los super ricos, ganan cada día más a costa de la gran mayoría. Son los super ricos, como clase, quienes consiguen sus rentas con el capital en lugar del Trabajo. Y esta lucha de clases es la que por estos días vuelve a surgir con las discusiones del impuesto a los super ricos como Warren Buffet en USA. Si hoy  se evita hablar de lucha de clases es meramente una cosa mediática, porque al establishment no le conviene. Pero de que existe una gran clase media y somos todos iguales....no lo creo. Starbucks es también lucha de clases, los clientes son por lo general lo que se llama temprana burguesía, jóvenes adinerados que gastan $2.500 por un café, lo mismo que los jóvenes que le sirven, se gastan en sus almuerzos y quizás más. Felicitaciones Karina, mis respetos a la autora, sobre todo por venir de la antropología, es maravilloso que en Chile surja una corriente de antropología del trabajo.
Fundacion Sol - Transformando el trabajo. | 23.09.2011
[...] de lo que la empresa cobra por un café. Mientras, Starbucks Chile aumento en 147 % sus ganancias(1) [...]
Manuel | 22.09.2011
Estimado Juan Pablo, es interesante que podamos intercambiar puntos de vista. El problema del sindicalismo en Chile creo que no tiene que ver con la desafección con el sentido de Clase. En los sectores manuales de la economía creo que se muy dificil que eso vaya a cambiar. En los servicios también se da, aún cuando empresas y los propios departamentos de recursos humanos utilicen estrategias para tener empleados aspiracionales e individualistas. El problema en Chile, creo, tiene relación con la institucionalidad del sindicalismo. En Europa como tu mencionas, los sindicatos son musculosos y poderosos, es política y fuerza, para detener la producción, para irse a huelga. En Chile eso esta cooptado por el Código del Trabajo. Ahí, hay entonces una deuda. Insisto en el punto que ningún departamento de recursos humanos, por muy bueno y "humano" que pueda ser, podrá sustituir al sindicato. Sobre el punto de la Gestión de la Felicidad, es verdad que siempre habrán matices, no obstante ello, la escuela de Japonesa del control ha mostrado ser altamente estresante para la salud mental de los trabajadores, muchos de los cuales han terminado incluso por suicidarse. El New Managment y las teorías de control de personal obedecen a un objetivo que es ampliamente reconocido, y es maximizar las utilidades. Los sindicatos en ese proceso son claves. Sobre la película, la he visto, los fenomenos de "desclasamiento", son típicos y cada vez más frecuentes en las sociedades actuales, pero en esa película, el protagonista lucha hasta el final por su Clase, aún pudiendo desclasarse......atentamente Manuel
Juan Paulo Ide | 22.09.2011
Estimado Manuel: Gracias por la opinión respetuosa. Yo también creo que los sindicatos cumplen funciones indelegables en las empresas, pero en su estructura actual, y especialmente en Chile que son de una estructura altamente confrontacional (distinta a la estructura de los sindicatos europeos por ejemplo), sino se modifican, están destinados a desaparecer. Entre otras cosas, algunas de sus funciones, no sé si las más importantes (como el bienestar, comunicaciones, negociación salarial), han sido absorvidas por los departamentos de RRHH. El principal cambio histórico que ha ocurrido en el mundo es que se terminaron las eras colectivas y ese sentimiento de "clase social" que predomino durante el siglo XIX y XX apoyado en las teorías marxistas. Hoy los trabajadores ya no se sienten parte de una "clase" y prefieren negociar de forma individual con la empresa, lo que ha destruido las bases del sindicalismo. No estoy diciendo que me guste. Solo hago una constatación de hecho................................... Respecto al punto de la gestión de la felicidad como forma de control, no soy tan ingenuo para no entender el punto. De hecho alguna vez tuve que leer a esos autores franceses que tú dices. Comparto que "la gestión de la felicidad" no es un tema de poder trivial en las empresas. Pero como todas las herramientas de poder, pueden ser bien o mal utilizadas. Al final eso depende, para variar, del uso que de ellas hagan las personas, y en último termino, de la ética personal y de la administración de una empresa. Pero no podemos simplemente rechazar un sistema exitoso de gestión por el mal uso que algunos hagan de él. Sugiero ver la película francesa "Recursos Humanos" respecto a estos temas. Saludos
Manuel | 21.09.2011
Felicito a la autora del reportaje, y discrepo con el punto de vista de Juan Pablo. Efectivamente en la mayoría de las escuelas de negocios es muy probable que se utilicen casos como el de Starbucks, Coca Cola, Scotiabank, Citibank y muchos otros más. Los MBA en gestión de recursos humanos obviamente celebraran las prácticas del salario emocional, gestión de la felicidad, el llamado es a que los empleados se pongan la camiseta, que duda cabe, por suerte, hay personas con sentido crítico que no se tragan todo lo que pasan en las universidades y por suerte existen medios como CIPER que publican reportajes como este. Lo de Starbucks NO es una excepción, si averiguas un poco sobre las formas de control, te darás cuenta que existe una vasta literatura referida al tema (sobre todo en Francia). Sobre tu percepción del sindicalismo, que la tendencia diga que van en descenso no significa que eso es producto de que los departamentos de recursos humanos pueden hacer su trabajo, en ese sentido los sindicatos tienen un rol indelegable en las empresas...
Juan Paulo Ide | 21.09.2011
Me llaman poderosamente la atención los marcados sesgos como el de este reportaje, que son tan solapados y tenues que casi parece que el columnista fuera inconciente al respecto. Aquí se denigra la gestión de RRHH de las grandes empresas modernas llamándolas despectivamente "happy companies" y hablando despreciativamente de ella como si lo que estas empresas intentaran fuera "comprar emocionalmente" a la gente para que no arme sindicatos. Lo cierto es que ambas cosas no son para nada contrapuestas, y no me parece que el caso puntual del Starbucks sea suficiente para poner en tela de juicio un sistema ampliamente difundido y exitoso en muchas de las grandes empresas del mundo y que se enseña en las universidades, en postítulos y en los MBA. Lo que sí quisiera indicar es que efectivamente como tendencia mundial, los sindicatos están en vías de desaparecer, o al menos modificarse estructuralmente, justamente porque las gestiones eficientes y exitosas de RRHH (no necesariamente el caso de Starbucks) tienden a suplir gran parte de las funciones que tradicionalmente cumplían los sindicatos. Creo importante recordar que los sindicatos nacieron dentro de un marco histórico marcado por conceptos como "lucha de clases" o dicotomías tipo "proletariado - burguesía". No obstante, el mundo ha cambiado, y estos conceptos quedaron obsoletos. Lo mismo está sucediendo con los antiguos sindicatos, que nacieron en este ambiente histórico y hoy ante los nuevos tiempos enfrentan el desafío de modificarse o morir.
raúl morales | 16.09.2011
¿Han visto la propaganda VENTA NOCTURNA PARIS -hasta las 23:00 hrs.- para hoy viernes 16 de septiembre? ¿tiene algo que ver con el "salario emocional" o el compromiso de los trabajadores
llamados, eufemisticamente, "colaboradores"? Pues bien, tenemos que tambien Paris fue multada por practicas antisindicales por favorecer a un sindicato discriminando el accionar de otro (JLT VALPARAÃSO/S-14-2010). Tenemos entonces que los "partners" o "colaboradores" no son sino la excusa perfecta para estos emprendedores para despojar a sus empleados de su condición de trabajadores que vende su fuerza de trabajo y de ser explotado, que solo sirve para abultar la utilidad y grosera ganancia del capitalista.
Jorge Errázuriz | 15.09.2011
A Gonzalo: la empresa si tuvo necesidad de defenderse, lo hizo en tribunales, pero sus argumentos no le sirvieron de nada porque su falta fue real. Si leyó la columna vea la sentencia e infórmese. Lo que defiende la columna es una opinión que se basa en una sentencia del poder judicial, no es un cosa de mera apreciación. A mi me hace mucho sentido.
Joseph | 15.09.2011
Estimado Gonzalo, sin animo de desmerecer tu comentario, pero ¿has revisado los folletos y el resto de la prueba presentada en dicha causa?.... Pues yo si, y te aseguro que casi no caben dudas que la empresa ha incurrido en practicas desleales atemorizando a los funcionarios con ideas falsas respecto al hecho de estar sindicalizado.... Ahora, si lees el fallo... Te darás cuenta que la Juez no acogió todas las peticiones del sindicato, no obstante aquello, consideró que la empresa incurrió en practicas antisidicales y desleales, principalmente atemorizando a quienes se quisieran sindicalizar y forzando a los sindicalizados a desafiliarse... Y a lo menos en esos aspectos... La prueba fue ELOCUENTE...
Y quizás como dato anexo, y al contrario de lo que pasa en el grueso de las demandas por practicas antisindicales o tutelas laborales, acá no habían peticiones monetarias (en beneficio del sindicato) detrás, sino que simplemente se trataba de respetar el derecho a la sindicalización... Seria bueno que rebosara la causa... Es mas... Podría ir al Tribunal a solicitar los audios, solo necesita llevar un CD
T COUSTEAU | 15.09.2011
Me alegra saber que en Chile hay personas que se interesan por la lucha de los sindicatos y que la quieran reflotar a la contingencia nacional, como tambien me alegra que existan juezas como Paola Diaz, sin duda su dictamen marcara un precedente importante y es de esperar que este espiritu quede plasmado en sus pares .Las injusticias de las empresas a los trabajadores existen por que a la vez existen leyes que las avalan. mientras la derecha siga poniendo trancas a modificaciones de la constitucion, chile jamas va a ser un pais grande,justo y desarrollado
Gonzalo | 15.09.2011
Soy cliente de Starbucks, y por mi cercanía con varios de los empleados me he interiorizado bastante en el tema. Me parece sumamente ingenuo asumir que en estos casos las campañas anti-comunicacionales ocurren sólo por parte del empleador. La campaña de recolección de firmas por parte de este sindicato en particular estaba llena de promesas sin mucho asidero legal, publicitadas en un principio como exclusivas para los que adherían (cosa que jamás podría ser, ya que una negociación colectiva lo que busca es modificar el contrato), y asegurando que la huelga podía ser optativa para los que no querían arriesgarse a ver suspendidos sus contratos y, por tanto, sus sueldos. ¿Ese manejo malintencionado de la información por parte del sindicato que todos los medios (y ahora ustedes) defienden no es dañino acaso? Algunos de los chicos me dijeron que los que ustedes describen como comunicados con información sesgada fueron los que les alertaron sobre los escenarios que podían enfrentar, y que a pocos días de firmar la entrada al sindicato ya estaban solicitando la desafiliación.
Estos antecedentes no son de conocimiento público porque, al parecer, Starbucks no se ha visto en la necesidad de salir a defenderse, sin embargo el abanderamiento que esta columna hace es el más sencillo de todos. Para hablar de sesgos hay que estar seguro de no estar dentro de uno.
alonso | 15.09.2011
Les faltó mencionar a Puerto Madero (imprenta de La Nación recién cerrada a medias), sancionada por prácticas antisindicales y por lo mismo no pudo postular a licitaciones en sistema de ChileCompras… algo que contribuyó en la caida estrepitosa de producción de sus trabajos y consiguientes ingresos económicos.
Uri | 15.09.2011
Salarios emocionales para financiar vivienda emocional, comida emocional, educación emocional...
gonzalo arias | 14.09.2011
es difícil en Chile hacer sindicato cuando la ley de permite para mi opinión una practica anti-sindicalista como el de reemplazar gente cuando sus empleados estan en huelga.Â
La empresa se negó a todas las reivindicaciones. Los trabajadores optaron por hacer presión con 20 días de huelga legal. Como no obtuvieron respuesta, tres de sus dirigentes decidieron realizar una huelga de hambre y acampar a la salida del local ubicado en el elegante barrio Isidora Goyenechea, en Vitacura.
Este último aspecto se muestra con claridad en el caso Starbucks, donde todo es emocional y cálido hasta que se habla de sindicato. La ficción del consenso social es tan dominante en la empresa, que nubla cualquier posibilidad de negociación. Años atrás, en una conferencia en la universidad Adolfo Ibáñez, el gerente general Eduardo Caneo, declaraba: “decimos partners porque en esta empresa somos todos iguales”. La idea la profundiza en la demanda señalando que la armonía y comunicación fluida con sus “partners”, se ve retratada en “desayunos y pizzetadas, entre otras actividades, en donde participa la gerencia y donde los partners tienen la oportunidad de plantear su requerimientos y sugerencias”.
