Una consulta fulera en Las Condes
25.07.2011
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25.07.2011
Se excusaron los tres primeros, quienes fueron reemplazados por funcionarios y empleados de confianza de esas instancias. Todos los expositores, ante un alborozado e informado público, se explayaron haciendo valer sus particulares puntos de vista sobre una antojadiza transformación de esa área verde, localizada al final de la Av. Apoquindo, entre la calle General Blanche y Camino del Alba, territorio protegido además como Zona Típica por la institucionalidad patrimonial.
Con motivo de una intrusión anterior (estación terminal del Metro y paraderos del Transantiago) en esa área verde protegida, en su ORD. Nº 4409 del 21/10/09, el secretario ejecutivo del CMN había sentenciado que, para esta Zona Típica, “si en el futuro se deseaba intervenir nuevamente, era obligatorio generar instancias de participación ciudadana dentro de un proyecto integral”, lo que no ha acontecido en el caso que nos preocupa. A la actual modificación sus autores la denominan pomposamente Plan Maestro.
Pues bien, en el foro el representante municipal habló maravillas del cambio que propone su alcalde y el inexperto delegado de la empresa consultora, la que se vería beneficiada con el negocio, hizo otro tanto de manera algo imprecisa. El arquitecto del CMN en su alocución fue prudente y sumamente apegado a la normativa, lo cual era esperable y en cambio los otros tres expositores, con variadas y fundadas razones, se opusieron con ímpetu a este intento depredador que busca disminuir en un cierto porcentaje las áreas verdes existentes, enrejándolas y transformándolas en explanadas de cemento, construir un supermercado y ampliar las edificaciones de las oficinas del registro civil, las que curiosamente no están admitidas en la regulación de los usos de suelo.
Para vender la pomada y con el propósito de darle cierta credibilidad a esta negativa metamorfosis, la municipalidad ha convocado a una consulta prevista para el 7 de agosto próximo, lo que fue rechazado masivamente en el foro que hemos aludido en el primer párrafo. Ello, porque no se dan las condiciones para que los votantes expresen en las urnas su preferencias. Se llegó a la conclusión que hay un tremendo déficit de información adecuada y por otro lado los vecinos que residen en las inmediaciones del parque nunca han sido invitados a opinar sobre este cambio.
En la ocasión del debate, con sólidos argumentos, dos Premios Nacionales de Arquitectura y el director secretario general del Colegio de Arquitectos rechazaron los débiles esbozos municipales y la presidenta de los arquitectos paisajísticos hizo otro tanto. Llamó la atención que el mandante no haya llamado a una licitación pública para el proyecto y se dejó de manifiesto que el trato directo de la municipalidad con los consultores San Martín & Pascal era inaceptable. El público asistente no entendía que un municipio regentado por un UDI, es decir, en una instancia local afín al presidente Piñera, quien reiteradamente ha prometido inmaculadas nuevas formas de gobernar, se haya procedido con esa ausencia de transparencia.
Intervinieron más de cuarenta personas en ese encuentro y todos ellos sin excepción se opusieron al intento mercantil de la Municipalidad de Las Condes. Nos llamó profundamente la atención que ningún asistente al foro hubiera apoyado dicho proyecto y el presidente de otra Junta de Vecinos, presente en el foro, propuso la postergación indefinida de la consulta hasta que exista un proceso democrático para llevarla a cabo.
Quien firma esta columna manifestó en la ocasión que los consultores San Martín & Pascal estaban muy confundidos en sus interpretaciones del artículo 2.1.31 de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC), respecto de la edificación del supermercado, eufemísticamente denominado gourmet, recomendándoles que leyeran y entendieran el artículo 2.1.30 de la OGUC, en donde se evidencia el distingo entre un área verde consolidada y otra nunca materializada como tal.
Asimismo, exhortamos al enviado de esa consultora en orden a que en sus oficinas revisaran el artículo 5.2.3.1. de la Ordenanza del Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS), en donde se establecen con claridad los equipamientos complementarios que se admiten en este tipo de áreas verdes. El fantasioso gourmet, comercio a todas luces, aunque esté proyectado bajo tierra, no está listado en los equipamientos tolerados en ese parque y los sí admitidos solo pueden ocupar el 5% de la superficie del suelo. Las ampliaciones de las oficinas del registro civil tampoco están aceptadas en la normativa urbana.
Desde esta tribuna le sugerimos al municipio de Las Condes que lea con detenimiento el artículo 117º del Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica (PPDA) con énfasis en lo que ordena respecto de las áreas verdes. Esta normativa legal insiste en que en la saturada cuenca de Santiago se requieren muchas más masas vegetales por sus atributos en combatir la mala calidad del aire.
Por último y de acuerdo a lo relatado, hay dos opciones:
1) que el alcalde, pretendiendo que es factible vulnerar la reglamentación urbana, insista en su inútil consulta, más todavía si los religiosos que viven y trabajan en el Monumento Histórico, Iglesia San Vicente Ferrer, se oponen a tales cambios, criterio compartido por los artesanos del llamado pueblito y por la Junta de Vecinos C-17 del sector.
2) que esa autoridad municipal entre en razón, cancelándola, convocando más adelante a arquitectos paisajistas, llamando a un concurso público para asignar los estudios técnicos de los cambios y relacionándose efectivamente con esa Junta de Vecinos para que, entre ambas partes, definan cómo se hará la consulta, con lo cual su resultado sería legítimo y por lo tanto vinculante.