El falso dilema de la focalización del postnatal
31.05.2011
Hoy nuestra principal fuente de financiamiento son nuestros socios. ¡ÚNETE a la Comunidad +CIPER!
31.05.2011
Después de la votación del Senado sobre la extensión del postnatal he leído una serie de dichos con respecto a la focalización del gasto asociado a este proyecto. Como sabemos, la situación actual consiste en subsidiar el salario de la madre que trabaja con contrato formal durante las etapas de pre y postnatal (hasta tres meses), con un tope de 66 UF (1,450,000 pesos).
El proyecto del gobierno aumenta el postnatal a seis meses, manteniendo el actual tope de 66 UF los primeros tres meses, pero disminuye el monto del subsidio del cuarto al sexto mes, poniendo un tope de 30 UF (650,000 pesos). La propuesta de la oposición, por otro lado, establece que el tope del postnatal se debería mantener en 66 UF para todo el período. Dado esto, algunos han sostenido que mientras la propuesta del gobierno es progresiva y bien focalizada (gasta más en los más pobres), la propuesta de la oposición es regresiva o está mal focalizada (gasta menos en los más pobres).
Usando los datos de la encuesta CASEN 2009 me propuse estimar cuán focalizado es actualmente el gasto en postnatal y cuán focalizado sería en ambas propuestas. Como intuía inicialmente, el gasto en postnatal actualmente no está focalizado, o sea, es regresivo, y tanto la propuesta del gobierno como de la oposición no cambian en nada la regresividad de este gasto. El proyecto de postnatal, si bien es deseable para la sociedad, en la actualidad y probablemente en el futuro, dado su diseño y las condiciones en el mercado laboral, no está ni estará focalizado en la población más pobre.
Respecto a la situación actual, con los datos CASEN 2009 estimo que se gastan anualmente 212 millones de dólares entre pre y postnatal, lo que corresponde al 0,11% del PIB (levemente menor a lo que calcula el gobierno con datos administrativos). Eso considerando el actual tope de 66 UF y como beneficiarias a mujeres con contrato indefinido e hijos menores de un año. La incidencia actual del gasto en postnatal indica que el 10% más rico recibe 30,4% del total, y el 10% más pobre 1,8% del total. El actual diseño y gasto del postnatal ya es regresivo.
En cuanto a las propuestas que se analizan, la del gobierno amplía el postnatal a 6 meses, pero disminuyendo el tope a 30 UF desde el mes 4 al 6. Esto aumenta el gasto a 335 millones de dólares (a 0.17% del PIB). Al calcular la incidencia del gasto de esta propuesta tenemos que el 10% más rico recibe el 28,4% y el 10% más pobre el 1,6%. De ser aplicada la propuesta presentada por el gobierno, mantiene la regresividad del gasto en postnatal.
La propuesta de la oposición, por otra parte, aumenta el postnatal a 6 meses manteniendo el tope de 66 UF. Según las estimaciones hechas con la encuesta CASEN, esta alternativa aumenta el gasto total a 352 millones de dólares (0,18% del PIB). Al calcular la incidencia se obtiene que con esta propuesta el 10% más rico recibiría el 30,6% y el 10% más pobre el 1,8%. El diseño presentado por la oposición también mantiene la regresividad del postnatal.
Como podemos ver, tanto el gasto actual en postnatal como el gasto de ambas propuestas está exactamente igual de mal focalizado, por lo tanto, es un error decir que la propuesta del gobierno es progresiva. Estas propuestas son neutras en cuanto al impacto distributivo del actual gasto social.
El postnatal se diseña, aquí y en cualquier país del mundo, para financiar una ausencia de madre/padre de su “trabajo” en momentos en que cuida al recién nacido. Como el diseño es un beneficio al interior del mercado laboral, está automáticamente no-focalizado. En Chile, la participación laboral femenina en el 10% más pobre es 23,2% y en el 10% más rico es 60,9%. Además, solamente una fracción de ellas tiene un trabajo formal. Por otra parte, la diferencia presupuestaria entre ambas es aproximadamente de 0,01% del PIB. Bastante menor en consideración a otros gastos que se han estado planteando. Por ejemplo, el ingreso ético familiar gastaría 0,04% del PIB. Finalmente, el actual tope de 66 UF tiene que ver con el tope de cotización en la AFP, que es del mismo monto. Si se disminuye el tope del postnatal a 30 UF, se generarían incentivos perversos para la imposición en la AFP.
Creo que se comete un error al evaluar el proyecto desde el punto de vista de la focalización, ya que estos beneficios son laborales (o “in-work benefits” en la literatura internacional), y por ende no se pueden focalizar en los más pobres, quienes tienen una menor participación laboral femenina, más alta tasa de desempleo, menor acceso a trabajos formales y bajos salarios, entre otros. Además, no todo gasto social debe estar focalizado: justicia, emprendimiento, educación superior, militar, entre otros, no son gasto social focalizado y no es su objetivo serlo.
Finalmente, la extensión del postnatal no obedece claramente a una política social para los más pobres, sino que es un derecho de los trabajadores en el mercado laboral y lo que se debe hacer es crear las condiciones para que los más pobres accedan al él: incentivos para las participación laboral, incentivos para la formalización, inserción laboral, entre otras. Por estas razones, no se entiende que un gobierno cuya máxima es la focalización esté planteando extender un derecho laboral no-focalizado por definición. Y por otra parte, tampoco se entiende que la oposición, cuya máxima es la equidad, no plantee una reforma tributaria para que la política social en su conjunto deje de ser “levemente” regresiva y pase a ser progresiva.