La réplica de la ministra Ena Von Baer al agudo discurso de Nibaldo Mosciatti
18.10.2010
Hoy nuestra principal fuente de financiamiento son nuestros socios. ¡ÚNETE a la Comunidad +CIPER!
18.10.2010
El critico discurso con que el periodista Nibaldo Mosciatti recibió el Premio de Periodismo Embotelladora Andina ha despertado un encendido debate en las redes sociales. No sólo por el contenido sino por la oportunidad: en una engalanada ceremonia realizada el jueves último en el Hotel Sheraton y presidida por Juan Claro, presidente del directorio de Embotelladora Andina y ex timonel de la Sofofa, y Ena Von Baer, ministra secretaria general de Gobierno. Tras escuchar las palabras de Mociatti, la vocera de gobierno subió al estrado y recogió el guante de los “agudos comentarios” del periodista. Lea acá las palabras pronunciadas por la ministra Von Baer.
Existen los comentarios agudos. También existe, de parte de la autoridad, el sentarse a pensar y decir: ¿Lo hicimos bien? ¿Podemos hacerlo mejor? ¿En qué estamos fallando? Por lo tanto, el ejercicio libre de la profesión del periodismo es muy importante para el buen funcionamiento de la democracia y también para poder servirle bien a la gente.
Estoy contenta de que este premio vaya a un periodista. Aunque nunca lo haya ejercido, el periodismo, compartimos algunos profesores muy queridos como Juan Domingo Marinello. Pero así como los Mosciatti destacan de este verdadero arte del llamado “juicio crítico”, también tienen un puesto muy bien ganado, creo yo, a la hora de ayudar a la comunidad. Y lo conocemos muy bien también desde regiones. Tu perfil, y el de la familia Mosciatti, se ciñe perfectamente a los objetivos de este premio, entregado por la Embotelladora Andina, Coca-Cola y el Colegio de Periodistas, que en el pasado han recibido tantos ilustres comunicadores y cuyo objetivo primordial es destacar la labor de orientación, ayuda e información que los periodistas realizan en beneficio de la comunidad y como un reconocimiento y estimulo a esta función.
Tu trayectoria es amplia y diversa: editor de la revista Apsi, realizador de El Mirador en TVN, columnista, panelista, entrevistador, investigador. Pero tu verdadera vocación, y lo has dicho hoy nuevamente, que además es una herencia familiar, es la radio, a la cual has entregado tu vida y también tu corazón.
La historia de la radio esta profundamente ligada a la historia de Chile. Cuando yo pienso en la radio siempre pienso en las lluviosas noches y tardes del sur, escuchando radio. Al lado de una estufa a leña, escuchando radio. En la cocina, escuchando radio. La radio es la que siempre nos ha acompañado.
Desde 1922 ha sido testigo de cada una de las alegrías y también de las tristezas de éste, nuestro Chile. Hoy a pesar de los enormes avances y cambios tecnológicos que han experimentado los medios de comunicación en las últimas décadas, a pesar de la penetración de la televisión, del impacto de Internet y de las redes sociales, la radio sigue viva, porque no sólo informa, sino que, yo creo que sobre todo, acompaña, entretiene, ayuda, educa. Porque la gente siente a la radio como cercana y sigue siendo muy, muy inmediata. Lo escuchábamos hoy: ¿Que fue lo primero que hicimos todos cuando sentimos y sufrimos el terremoto? Prender la radio. Eso fue lo primero que hicimos. ¿Cuál es nuestro primer instinto cuando sucede algo? Prender la radio.
En el sur, en los pueblos pequeños en los que me crié yo, como Gorbea, cuando suenan los bomberos, las alarmas de los bomberos, lo primero que uno hace es prender la radio, pero no la radio Bio Bio. La radio Centro, la radio de Gorbea. Porque la radio de Gorbea es la que informa a cuál de los vecinos se le está quemando la casa. Ésa es la radio, la verdadera radio, la que nos acompaña. Pero la radio también no ha perdido una cosa que la ha caracterizado durante toda su historia. La radio es, muchas veces, la que marca la agenda. Es la que muchas veces cambia incluso el pulso o el camino de la agenda pública. Y esto sucede cuando es conducida por periodistas agudos. La radio se ha convertido en una instancia de debate en todos ámbitos: en el político, en el económico, en el deportivo y en el cultural.
La radio sigue siendo hoy uno de los más importantes medio de comunicación de masas, a pesar de que muchos dijeron que le iba a costar.
Un reciente estudio de audiencia radial arrojo que cada semana en Santiago un promedio de 36 millones 300 mil personas escuchan por lo menos un minuto de radio en Santiago. Esto representa el 74% de la población mayor de 12 años. Eso también es poder.
Más del 50% confía en la radio como medio para mantenerse informado. Quiero destacar, particularmente como se ha hecho aquí, el papel que le toco jugar a las radios el último 27 de febrero, día en que nuestro país sufrió el terremoto y el maremoto, uno de los más destructivos de la historia de nuestro país. En esos momentos el rol de los medios de comunicación fue fundamental. Distintas radios regionales, provinciales, locales y también fuertemente comunitarias, lograron con gran esfuerzo humano y técnico seguir funcionando, lo que permitió que miles de personas, presas de la desesperación y la angustia tuvieran acceso a información rápida, útil y oportuna.
A pesas que las comunicaciones en su gran magnitud fallaron, los medios de comunicación a nivel nacional hicieron todos los intentos por transmitir los acontecimientos de la catástrofe.
En este difícil escenario hubo un medio que se destacó. Desde el corazón de la
Octava Región, la radio Bío Bío de Concepción fue uno de los medios que logró mantenerse al aire segundos después del terremoto gracias a sus equipos de emergencia. Combinó la información precisa, clara, objetiva y oportuna con una cosa muy importante en ese momento: con el servicio público. Fue a través de sus micrófonos que mucha gente supo del destino de sus familiares y que encontró la ayuda que en muchas otras partes les fue esquiva. Muchas gracias por ese servicio de parte de todos los chilenos.
Sin embargo, junto con estos medios que lograron mantenerse al aire o cumpliendo su labor, hubo muchos otros que vieron destruida o dañada su infraestructura e instalaciones y se vieron imposibilitados de seguir informando a sus auditores, televidentes o lectores. Estamos trabajando como gobierno para poder ayudarlos, tenemos todos que ayudarlos. También para que las radios comunitarias, en una situación de catástrofe que puede venir en cualquier momento, puedan estar mejor preparadas.
Estimado premiado, sólo me queda felicitarte muy afectuosa y sinceramente y alentarte a que sigas dándonos el privilegio de tenerte frente al micrófono informando siempre con honestidad y pasión por el periodismo y a veces darnos un pequeño cariño.
Muchas gracias.
Escuche el audio original del discurso de la ministra Ena von Baer
MP3