Alejandra Carrasco tenía 18 años. Era estudiante de cuarto medio del Liceo Carmela Carvajal y había sido dirigente durante las movilizaciones estudiantiles de 2011. Alejandra era madre de un niño de 6 meses. El 20 de Septiembre Alejandra decidió quitarse la vida. Se suicidó esperando una atención psiquiátrica que no alcanzó a llegar.
Una estudiante que salió a marchar para exigir una mejor educación; una madre adolescente que pensó en la posibilidad del aborto y que revela la carencia de un sistema de protección; una niña deprimida que al menos desde julio presentaba ideación suicida y que no tuvo acceso a un tratamiento en el servicio público…
El suicidio de Alejandra abre muchas preguntas. Una estudianteque salió a marchar para exigir una mejor educación; una madre adolescente que pensó en la posibilidad del aborto y que revela la carencia de un sistema de protección; una niña deprimida que al menos desde julio presentaba ideación suicida y que no tuvo acceso a un tratamiento en el servicio público, debiendo costear particularmente el alto precio de los medicamentos. El suicidio de Alejandra interpela a la institución escolar, al servicio de salud, a la protección social… el suicidio de Alejandra nos interpela a todos: es un resumen del malestar social y subjetivo que afecta hoy a Chile.
EL “MODELO” Y EL SUICIDIO EN CHILE
Para el escritor Albert Camus no existía sino un problema verdaderamente serio y fundamental: juzgar si la vida vale o no la pena de ser vivida. La primera pregunta que debemos responder –pensaba Camus- es la pregunta por el suicidio.
A nivel mundial las tasas de suicidios han aumentado en un 60% durante los últimos 50 años, y este aumento ha sido más acentuado en los países en vías de desarrollo. El problema es más grave si consideramos que por cada persona que comete un suicidio, hay 20 o más que intentan suicidarse. Asimismo, a lo largo de los últimos 15 años, Chile ha conocido un aumento creciente de las tasas de suicidio (un 55% entre 1995-2009), siendo el país de la OCDE donde más han aumentado dichas tasas, sólo superado por Corea del Sur.
Cambio en las tasa de suicidio en países de la OCDE 1995-2009
A nivel global existe mucha variabilidad en la prevalencia del suicidio. En el caso chileno, un factor clave para entender estas variaciones está dado por los procesos acelerados de modernización y de crecimiento económico durante los últimos 20 años, acompañados por modificaciones importantes en el mercado del trabajo (flexibilización, precarización). Estas transformaciones han producido un contexto social que puede ser caracterizado como de alta incertidumbre y vulnerabilidad. Por lo tanto, si bien se trata de un fenómeno individual que debe ser considerado en la singularidadde cada historia de vida, el suicidio no es simplemente una respuesta frente al impasse (físico y psíquico) que produce el sentimiento de ser desbordado por un sufrimiento insoportable. El suicidio está asociado también a un “modelo” de desarrollo: existe una alta y significativa correlación entre el número de suicidios, el aumento del PIB y los niveles de desigualdad en Chile desde los años 80. Dicho de otro modo, a mayor crecimiento con desigualdad, mayores tasas de suicidio.
Relaciones entre PIB y número de suicidios en Chile (1981-2003)
¿Cómo explicar este fenómeno? La hipótesis clásica (que debemos al sociólogo Emile Durkheim) sostiene que transformaciones sociales excesivamente rápidas (como fluctuaciones económicas marcadas por períodos de prosperidad o crisis) perturban los códigos compartidos y afectan el enraizamiento al tejido social que permite a los individuos crear lazos de sociabilidad, produciendo un debilitamiento de la integración o cohesión social. Ahora bien, tal hipótesis debe ser repensada para el caso chileno. Primero, porque el tipo de relación entre procesos económicos y tasas de suicidio dependerá del nivel de ingresos de cada país, así como del nivel de gasto en protección social y los niveles de desigualdad; segundo, porque la sensibilidad a las variaciones económicas no será la misma en los distintos grupos etarios.
El suicidio está asociado también a un “modelo” de desarrollo: existe una alta y significativa correlación entre el número de suicidios, el aumento del PIB y los niveles de desigualdad en Chile desde los años 80. Dicho de otro modo, a mayor crecimiento con desigualdad, mayores tasas de suicidio
¿Quién se suicida en Chile? Si bien la mortalidad general muestra las mismas tasas en todos los niveles de la estructura social, el suicidio tiende a ser más común en aquellos contextos de la sociedad donde se acumula pobreza, vulnerabilidad y exclusión. Dicho de otro modo, no sólo el ingreso sino que también el suicidio se distribuye desigualmente en Chile. El perfil del suicida chileno puede ser definido como una persona que ha acumulado un alto malestar y hostilidad originado por las dificultades en el proceso de integración en la sociedad y en los altos niveles de desigualdad, lo cual se expresaría como violencia… pero dirigida contra sí mismo.
Por cierto, a nivel global una de las características del suicidio contemporáneo es el crecimiento acelerado de las tasas entre los más jóvenes. De hecho, históricamente en Chile las tasas son más elevadas en las personas de mayor edad, pero hoy la tendencia se invierte hacia los grupos más jóvenes.
EL SUICIDIO ADOLESCENTE EN CHILE
El suicidio adolescente es un fenómeno que se ha transformado en un serio problema epidemiológico y de salud pública a nivel global. Todo parece indicar que será uno de los grandes problemas sanitarios en las próximas décadas. De hecho, a pesar de ser un fenómeno sub-estimado en distintas mediciones, hoy el suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes del mundo (sólo después de los accidentes de tránsito), y si bien las tasas son 2,6 veces más altas en hombres que en mujeres, hoy el suicidio es la causa de muerte más común en las adolescentes mujeres entre 15-19 años.
Si en el año 2000 la tasa de suicidios adolescentes (10-19 años) era de 4 por cada 100 mil habitantes, hoy ha alcanzado los 8 por cada 100 mil, y se estima que para el año 2020 la tasa sea de 12 suicidios por cada 100 mil habitantes. En la Región Metropolitana un 62% de los adolescentes (14-19 años) ha presentado ideas suicidas en algún momento de su vida, mientras que un 19% ha realizado un intento de suicidio.
Tasas de mortalidad por suicidio adolescente (10-19 años) en Chile (observado 2000-2008 y estimado 2010-2020)
Sin embargo, existe poca evidencia sobre qué tipo de intervenciones preventivas o psicosociales son más efectivas, así como una gran controversia sobre los potenciales riesgos de suicidabilidad por el uso de antidepresivos. Ahora bien, los mayores problemas siguen siendo que las autoridades de salud no han reconocido la relevancia de este problema (o al menos ello no se ha reflejado en políticas específicas), y la restricción en el acceso a tratamiento. De hecho, un informe de evaluación del sistema de salud mental en Chile elaborado por la OMS (2007) señala la necesidad de diseñar una política nacional de salud mental para los niños y jóvenes. Dicho informe subraya que existen muy pocos dispositivos de salud mental específicos para responder a las necesidades –también específicas- de los adolescentes.
En otras palabras, tanto los adolescentes como el suicidio han tendido a ser invisibilizados por nuestro sistema de salud. Pero tragedias como la de Alejandra nos vuelven a recordar que tenemos una gran deuda con la salud mental de los adolescentes.
LA SOCIEDAD INTERROGADA
Tal vez Camus tenía razón cuando afirmaba que el único problema verdaderamente serio es juzgar si la vida vale o no la pena de ser vivida. Pero sea cual sea la respuesta, el acto suicida de un adolescente será siempre un enigma.
No existe un perfil definido del suicida adolescente, tampoco una patología psiquiátrica establecida, sino distintos vectores que se conjugan en un contexto de vulnerabilidad (social y subjetiva). El suicidio de los adolescentes no puede ser analizado exclusivamente como una realidad epidemiológica o un problema de salud pública, sino que es además un problema sociológico que revela un modo de “hacer sociedad” e interroga sobre el colectivo. Y es que el gesto suicida es ante todo una ruptura del lazo social: con la familia, los amigos, la pareja, etc… pero sobre todo la ruptura de un diálogo (con el otro y consigo mismo). De ahí que toda política de prevención resida esencialmente en la lucha contra el aislamiento social y la restauración del diálogo.
La generación actual de adolescentes chilenos ha crecido en un contexto de modernización acelerada y han debido formar sus identidades, proyectos y relaciones bajo una creciente demanda de autonomía, pero al interior de una sociedad que no entrega a todos –o no distribuye igualmente- los recursos, capacidades o soportes sociales necesarios para resolver tales exigencias
Hijos de los grandes cambios que Chile ha conocido desde el “retorno a la democracia”, los adolescentes son los testigos privilegiados de las transformaciones y conflictos de nuestra sociedad. La generación actual de adolescentes chilenos ha crecido en un contexto de modernización acelerada y han debido formar sus identidades, proyectos y relaciones bajo una creciente demanda de autonomía, pero al interior de una sociedad que no entrega a todos –o no distribuye igualmente- los recursos, capacidades o soportes sociales necesarios para resolver tales exigencias. En un contexto (hiper)individualizado, con una fuerte presencia del mercado en la provisión de la protección social, los adolescentes chilenos deben producir por sí mismos el sentido necesario para una vida social incierta. Y cuando los adolescentes no logran soportar la ausencia de soportes sociales, entonces el suicidio aparece como una respuesta –anómica, violenta- de impotencia. La autoagresión es la manifestación de un odio y una violencia contra sí mismo que es también la expiación de un odio y violencia frente al otro (individual o social).
El caso de Alejandra es evidentemente una situación extrema, pero que en su radicalidad señala dimensiones de la experiencia subjetiva y social donde la pregunta a formular sobre el malestar no es sólo “funcional” (qué relación –paradójica o no- se establece entre las expectativas de los individuos, las oportunidades que ofrece el “modelo” y el grado de satisfacción o incluso de felicidad con la propia vida), sino que apunta a las condiciones para que la vida sea experimentada como digna de ser vivida.
A veces nos encontramos con la dolorosa experiencia de sujetos que sólo encuentran en sus actos más extremos la posibilidad de inscribir lo que no encuentra un lugar de palabra. En este sentido, los adolescentes tal vez pueden ser considerados como reveladores antropológicos de una condición social que sólo parece ser mostrada a través de actos que demandan un lugar de reconocimiento: en su extremo más doloroso como acto suicida, o en su dimensión más vital como el valor de jóvenes que con sus actos políticos nos recuerdan que la vida puede –y debe- ser vivida de otro modo.
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Tengo un hijo de 16 años, el año pasado fue diagnosticado con TEA, en el último tiempo cayó con una depresión aguda, esta con medicamentos, no quiere volver a clases me dice que se siente solo y triste, entra en crisis y se autoagrede, siempre dice que el no encaja en esta sociedad, que mejor no debería existir, por cualquier motivo se quiere matar, es muy triste escuchar siempre lo mismo, esta con psicologa del consultorio, psiquiatra pero no veo muchos avances, esta cada día más irritable, ..! El siempre a sido un niño muy sensible todo le afecta, de algún modo. Con fío en Dios que saldremos juntos de esto..
Marisol | 05.02.2019
Honestamente, creo que es el ambiente que se respira en Chile con tanta violencia y desigualdad. Yo a los 17 también lo intenté y por suerte me arrepentí. Sentía que era mi culpa, pero con el paso de los años me di cuenta que el entorno era un gran factor. Me fuí del país y mi ansiedad desapareció por siempre. No he vuelto ni de vacaciones, la verdad. Ojalá no tenga que volver nunca.
andrea | 09.05.2016
Hola Criss, quisiera hablar contigo como te ubico? te dejo mi correo : andreaa@uc.cl
Alejandro | 21.04.2016
Qué bueno que inviten a la reflexión sobre este problema que ha sido sistemáticamente dejado para después. Una salvedad sobre el aumento reportado por la OCDE: en Chile cambió la forma en que se reportan los suicidios en el año 2000, dando la impresión de un aumento exagerado en la tasa de suicidios cuando se incluye tal año dentro del intervalo examinado. A pesar de esto es cierto que el aumento ha sido estable desde fines de los ochenta. Lo otro es que la asociación entre PIB y suicidio no implica causalidad.
Chris | 20.04.2016
No soy adolescente hace mucho rato, no soy mujer y mi educación es altísima. Me he quedado sin trabajo y he sufrido el hecho de estar sobrecalificado. Mis hijos son lo único que me detiene ante el suicidio, que es una posibilidad real. De pronto te das cuenta de que tus amigos no están en posición de ayudarte y de que el resto de tus contactos no son tan buenos, y entonces luchas y esperas.Sobre todo esperas la llamada, el mail que te dice que quedaste en tal o cual cargo o que aceptaron tu proyecto en tal lado. Mi adolescencia fue difícil, pero estuvo llena de esperanza, de universidad, de amores incompletos, como cantaban Los Tres en aquellos años. De haber sabido en esos días cuál iba a ser mi situación hoy, no estaría aquí. Creo que, a diferencia de mí, muchos jóvenes sí saben que sus vidas no van a ningún lado y no los salva esa inocencia ni esa ignorancia. Hoy tengo hijos que me miran como esperando instrucciones ya sea para acatar o rebelarse, que me piden cosas con naturalidad y amor. Tengo muchas más herramientas que una joven de 18 y esto de la vida me cuesta mucho. Mientras, veo cómo ineptos apitutados ganan más que yo -todos ganan más que yo, yo no gano nada- y me siento como el Sísifo de Camus y el del mito. Creo que Chile es una sociedad fallida que sirve solo a los ricos dándoles facilidades para explotarnos al resto, a quienes nos ofrece vidas precarias, ya sea en dinero, sentido o las dos cosas. Si no me mato, es para hacerles creer a mis hijos que hay un futuro en el que ni yo mismo creo, porque no soporto la idea de su propio suicidio. O sea, por puro egoísmo de amor.
ricardo | 13.02.2014
Falto de seriedad el artículo: la enorme brecha de género en suicidios es un dato contundente, que no puede despacharse con una levísima referencia. Ella revela la invisibilidad , indiferencia y respuesta discriminatoria  que genera el sufrimiento humano, cuando éste afecta a un varón .Es necesario que una una mujer se suicide para que salte el tema a la palestra.Â
PATRICIA | 15.11.2013
Falta una educación con Dios: con principios, con valores, con fortalecimiento de la familia. Mientras eduquemos en la cultura de los derechos y no de los deberes, en la cultura del placer, en la cultura de la libertad absoluta: estamos incentivando el suicidio. Preocupemosnos de que Dios vuelva a nuestros hogares, que los hogares vuelvan a ser hogares y estaremos ayudando realmente. Hay personas que necesitan medicamentos de por vida, pero necesitan el apoyo de su familia. No responsabilicemos a los médicos de lo que nosotros como familia y como sociedad no hacemos. Cuantas veces abrazamos a nuestros hermanos? Cuantas veces les decimos a nuestros hermanos que los queremos? Cuantas veces hacemos un sacrificio por nuestros hermanos?
Dr Tomas Baader | 14.11.2013
Lamento mucho la muerte de esta joven. El artículo me paece bien, pero cuidado con sacar conclusiones rápidas. El tema del suicidio es multifactorial y en la mayoría de los casos prevenible.
Somos muchos los que estamos peleando porque se le dé importancia a la promoción y prevención de la salud mental de los jóvenes. Es podible crear redes de apoyo y autoayuda, el pensamiento suicida está al final de un camino que se puede cambiar antes, sólo requiere de la voluntad de organizarnos mejor, 60 al 80% tiene que ver con problemas de salud mental tratables y prevenibles , pero requiere el compromiso de todos.
Los factores socioeconómicos y sociales son factores predisponentes, pero mo son los únicos y no son los precipitantes, se puede hacer mucho en este sentido.
Dr Tomas Baader
Representante Nacional Red Mundial de suicidología
Ignacia Pérez | 10.11.2013
El problema de fondo es quien estamos en una sociedad sin Dios, sin principios, sin valores. Cuando dejamos de lado a Dios la vida deja de tener sentido, los problemas no tienen sentido, los sufrimientos no tienen sentido.
Cuando construimos una sociedad donde el único objetivo de cada persona es su placer absoluto, no importa cómo, sin Dios ni ley, llegamos a esto: a la desesperanza absoluta.
Natali | 09.11.2013
La mujer, independiente de  que sea adolescente o no, es dueña de su cuerpo y es un ser autónomo, hace con su cuerpo lo que se le plazca. En Chile la autonomía de la mujer está restringida, nos decimos ser unos de los países más desarrollados en latinoamérica  pero muy pocos chilenos y sobre todo parlamentarios conocen los derechos de las mujeres los cuales son universales, ya que el reconocimiento de los DDHH de las mujeres ha significado una lucha tenaz a lo largo de la historia. mientras todo esto siga así, veremos como la mujer se siente obligada por la sociedad y las leyes a seguir tal vida y no decidir por si misma lo que quiere. Chile a firmado en Ginebra sobre  aceptar el aborto en nuestro país, pero cuando se llevó ante los parlamentarios nada pasó, y pensar de que antes que estuviera Pinochet  el aborto terapéutico era legal, así que no sería algo nuevo para nuestra sociedad tan cegada.Â
Conocí a Alejandra, y debo decir que fue una luchadora por las causas justas en nuestro País, su muerte ha reflejado hechos inaceptables de nuestro Chile; que no llegué la hora del hospital, que no haya podido abortar, que marchó por una educación gratuita... y tantas cosas que caracterizan a nuestro prehistórico Chile.
Galo Nómez | 08.11.2013
No sé qué iba a ganar esta muchacha con un "tratamiento" adecuado. Aparte de alentar seudociencias, y por ende encontrarse lo más alejados posible de la medicina, los sicólogos y siquiatras le habrían insistido hasta el cansancio que el problema era ella y su conducta antisocial, para después etiquetarla como anormal y llenar su cuerpo de drogas que no tienen una finalidad clara, con el afán de que se resigne a sufrir todas las humillaciones que se merece alguien por pertenecer a un determinado género o grupo social. Sin la asistencia de estos inútiles la joven cometió suicidio; con ellos al lado, lo más probable es que hubiera cometido asesinatos.
Gina | 08.11.2013
No es lo mismo enfrentar los múltiples problemas padeciendo algun tipo de enfermedad siquiátrica que no teniéndola. Obviamente lo primero es lábil a la toma de decisiones trágicas. Alejandra tenía un problema serio de salud mental que, con toda seguridad, contribuyó a que su vida fuera más inestable aún.
Igal Magendzo | 07.11.2013
Me dule ver que gente se muere porque: "no tuvo acceso a un tratamiento en el servicio público, debiendo costear particularmente el alto precio de los medicamentos."
Les dejo un DATO: la corporación (sin fines de lucro) neuropsiquiatrica conepsi.cl está orientada a la salud mental y entre otras cosas vende fármacos neuropsiquiátricos a bajo costo y se puede cotizar online.
Nombre | 07.11.2013
Yo también pienso en suicidarme.
He probado hacer cosas para ayudar al país: ir a la universidad con la ilusión de hacerlo lo mejor posible, investigar, generar un montón de ideas, desarrollar soluciones, etc.
Al final me di cuenta de que no podría seguir haciendo eso porque ni a la universidad u otras instituciones en las que he tratado de integrarme les interesa cambiar o hacer bien lo que estan haciendo mal. También he buscado a las personas que supuestamente "piensan", pero es lo mismo que encender un televisor en cualquier canal nacional.
No importa nada, esa es la enseñanza que he recibido en esta vida en este lugar. Eso es lo que respiro en la cìnica sociedad chilena.
Eric Rodrigo | 06.11.2013
Que certera opinión de Juan Pedro. Para reflexionar. cito : No entiendo. Si vamos a dejar aborto y eutanasia libre...¿que nos importan estos suicidios?? No son parte de su adorado progresismo
MANUEL ZAMORANO | 04.11.2013
No se puede encasillar a una persona que decide bajos fundamentos que solo él o ella cree que son tan potentes como para dejar de vivir. Â Hay determinantes como alguna depresión, presión externa, enfermedad psiquiátrica, etc.Â
Pero hay quienes no demuestran ningún síntoma que como familia, sociedad o gobierno podamos determinar que alguien sufre algún tipo de motivo para suicidarse. A veces actuamos con tanta indiferencia hacia una mamá, papá, tíos, hermanos o hijos que llegan a pensar que no se les ama, que son innecesarios. Si tan solo tuviéramos la incapacidad de avergonzarnos ante demostrar nuestros afectos a quienes nos tocó como familia, tal vez, solo tal vez, evitaríamos tantas muertes en manos de una autoevaluación tan destructiva. El mensaje es, decir a quienes amas que los amas. Dejar de buscar culpables y hacernos cargo de nuestras propias incapacidades de demostrar emociones y no endosarlas a terceros para aliviar nuestras conciencias.
Atentamente
COCHAYUYA | 01.11.2013
una persona en crisis mental es igual que una persona con riesgo vital y debería ser atendida con urgencia, cosa que no ocurre y me ha pasado. gran parte de los suicidios ocurren en estados de desrealización, desvinculación total con la realidad, que es la definición de locura, al final....los suicidios en gran oparte se pueden prevenir-
carlos gomez | 01.11.2013
Correlación entre dos variables no implica causalidad.
Maryluz | 01.11.2013
El suicidio es la alternativa,cuando no vez ninguna salida a tus múltiples problemas. Problemas comunes a todos ; sin embargo no todos tenemos las condiciones necesarias para salir de los conflictos relacionados con la vida familiar , conyugal , problemas económicos, enfermedades, problemas legales, adicciones, etc etc etc que envuelven nuestra vida haciendo que nos deprimamos cada día más.
Sino contamos con mejores alternativas de salud mental , redes de apoyo reales, un cambio en el sistema educacional completo,total, que abarque también a la familia; en la posibilidad de desarrolló , no cambiara nada... La manera de manejar la economía de nuestro país basada en el crecimiento económico y no en un desarrollo sustentable y humano llevara sólo a aumentar las tasas de suicidios.
No se ve salida y algunos se suicidan de otras maneras no solo con la muerte . Otra manera de morír lentamente es: tomar drogas duras y todo tipo de químicos para sentir solamente el efecto del químico. El alcoholismo, la anorexia, el aislamiento, la violencia., el Alzheimer, la depresión. El abandonares sin importar nada ; entonces tenemos a una sociedad que iría directo a la desigualdad más absoluta donde sólo quedan los sobrevivientes, y no sabremos que tipo de sobrevivientes.
paulina del rio | 31.10.2013
Mi hijo mayor se suicidó a los 20 años, mientras sufría una depresión aguda que estaba en tratamiento.
Hoy, después de varios años de trabajo con jóvenes que han intentado suicidarse o que tienen ideación suicida, de haberlos abrazado y acompañado, pero sobre todo de haberlos escuchado, creo que se debe agregar a este interesante artículo un comentario sobre el sentido de la vida.
Como bien dice Frankl, el ser humano es capaz de enfrentar las peores atrocidades cuando es consciente de la misión con que llegó a este mundo. Â Ojalá podamos ayudar a nuestros jóvenes a descubrir y cumplir esa misión, pues no me cabe duda de que sería una gran ayuda, tanto para disminuir la tasa de suicidio adolescente como para hacer de nuestros hijos personas más plenas.
Johanna Orquera | 31.10.2013
Que buen articulo....la vision sociológica con que aborda la tematica del suicidio hace que se mire no tan solo como una enfermedad del involucrado...que el suicidio adolescente vaya en aumento es culpa de todos y de cada uno como individuo que confirmamos la sociedad...Que sociedad estamos creando?? Cuales son los errores??? Algo estamos haciendo mal???
Las políticas públicas de salud mental son poquísimas y aun peor el presupuesto...
Excelente artículo....
Fabian | 31.10.2013
Muy buen reporte, pero cuidado con este tipo de noticias. Hay diversos estudios que encontraron una fuerte relacion positiva entre la tasa de suicidios y el numero de informes o noticias relacionadas con un suicidio. Al parecer, las personas piensan que al suicidarse van a aparecer en esas mismas publicaciones. Estoy en favor del la comunicacion libre y responsable. No me gustaria que mas jovenes se suicidaran por creer que van a salir en la tv on el diario como Alejandra.
Juan Pedro | 30.10.2013
No entiendo. Si vamos a dejar aborto y eutanasia libre...¿que nos impoirtan estos suicidios?? No son parte de su adorado progresismo??
Daniel Troquian | 30.10.2013
Es típico de los gobiernos (sobre todo ahora que estamos próximos a elecciones presidencial y parlamentaria) decir que hacen o han hecho mucho por este país, les digo que por favor, no hagan mas, ya han hecho bastante, no sigan! el desarrollo capitalista es un desarrollo superficial, vació, le resta el sentido a la vida. el capitalismo crea falsas expectativas y desigualdades, injusticias, violencia y represión! el capitalismo depreda lo natural, y toco acto que atente contra el ecosistema es un acto genocida!no apostemos por desarrollos que que crean disturbios y perturbaciones social, existencial y mental.
