EE.UU. niega la visa a periodista colombiano Hollman Morris y provoca ola de protesta
09.07.2010
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09.07.2010
Estupor e indignación está provocando entre los más importantes medios de comunicación y organizaciones periodísticas de América Latina y Estados Unidos la discriminación hecha por el gobierno estadounidense en contra de Hollman Morris, uno de los más destacados periodistas colombianos, a quien se le negó la visa para realizar estudios de post grado en la Universidad de Harvard.
Morris (41 años), uno de los 12 periodistas escogidos para el programa Nieman 2010-2011, director y conductor del exitoso programa de TV Contravía, ha sido uno de los más importantes investigadores de los lazos secretos entre paramilitares y políticos aliados al Presidente Álvaro Uribe. Las historias e impactantes imágenes sobre las miles de víctimas que arroja el conflicto armado de ese país y sus responsables, han estremecido a los ciudadanos y se han convertido en un trozo de la otra historia de Colombia.
Según reportó la agencia Associated Press (AP), el curador de la Fundación Nieman en Harvard, quien ha ofrecido becas internacionales de estudios para periodistas en Estados Unidos desde 1938, indicó que un funcionario consular en la embajada estadounidense en Bogotá le informó que Morris fue declarado inelegible de forma permanente para obtener el visado bajo normas sobre «actividad terrorista» de la Acta Patriota, sancionada a fines del 2001.
-Esto nunca sucedió antes. Y Hollman ha viajado antes a Estados Unidos a ofrecer conferencias y recibir premios –afirmó a AP el curador de la Fundación Nieman, Bob Giles, quien acotó en entrevista telefónica que ya han escrito una carta al Departamento de Estado solicitando que reconsideren la decisión.
La negación de la visa a Morris por parte del gobierno de EE.UU. es el último eslabón de una cadena de hostigamientos y amenazas que tanto él como su familia y el equipo de Contravía han debido enfrentar por parte de organismos de seguridad del gobierno de Álvaro Uribe, el principal aliado de Estados Unidos en la región.
La principal operación política ilícita en contra de Morris y otros periodistas y magistrados, fue ratificada por la Fiscalía General de Colombia la que desmenuzó macabros detalles del llamado caso “Las chuzadas del DAS” (Departamento Administrativo de Seguridad, bajo directa dependencia de la presidencia de Colombia). Su objetivo: amenazar, desprestigiar a nivel nacional e internacional, sabotear, realizar montajes, intimidar e interceptar ilegalmente las comunicaciones de los escogidos. (Ver documentos).
En uno de los documentos del DAS, fechado en octubre de 2005, Morris figura en una nómina de seguimientos a «organizaciones y personas de tendencia opositora frente a políticas gubernamentales, con el fin de restringir o neutralizar su accionar». [Sobre este caso ver nota de Adam Isacson].
En febrero pasado, con las pruebas en mano y avalado por la investigación llevada a cabo por la Fiscalía General de su país, Hollman Morris responsabilizó políticamente al Presidente Álvaro Uribe por los seguimientos e interceptaciones telefónicas y amenazas ejecutadas por su policía secreta (DAS). Lo hizo frente a las pantallas de TV en una emisión de su programa Contravía entregando una primicia: un documento hallado en las instalaciones del DAS que tenía como objetivo “gestionar la suspensión de la visa de Hollman Morris” [Ver Video]
Sólo días antes, el 13 de enero pasado, Morris había ingresado a la residencia del embajador de Estados Unidos en Colombia, William Brownfield, invitado especialmente para un almuerzo privado con el subsecretario de Estado James Steinberg. Fue una reunión absolutamente privada en la que sólo participaron otros cuatro civiles junto a Morris. Y se entiende, el tema era delicado: la persecución ilegal del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) del gobierno de Álvaro Uribe en contra de defensores de derechos humanos y periodistas independientes, entre otros problemas.
Una veintena de ex funcionarios del DAS han sido detenidos por delitos relacionados con estas operaciones de espionaje. Tanto en la investigación de la Fiscalía como en otras de índole periodística ha quedado clara la responsabilidad del Presidente Uribe en el acoso a Morris, jueces y otros profesionales. Un hecho que no es nuevo ya que en varias ocasiones Uribe ha acusado públicamente al director de Contravía de simpatizar o colaborar con las FARC, la guerrilla responsable del asesinato del padre del mandatario colombiano (1983). El capitulo de mayor impacto se registró en febrero de 2009, cuando ante las cámaras de la TV y en un acto público el Presidente Uribe calificó a Morris como un «cómplice del terrorismo» que fingía de periodista.
Bob Giles, curador de la Fundación Nieman en Harvard, dijo a la Associated Press (AP), que los funcionarios consulares de Estados Unidos citaron como razón de la negativa del visado la sección 212 (a) (3) (B) del Acta Patriota. Tal sección declara inelegible a cualquier persona vinculada a actividades terroristas, perteneciente a un grupo o que apoye actividades terroristas. Las FARC figuran en el listado de grupos terroristas del Departamento de Estado.
En el caso de Morris, quien ha reiterado que todos sus contactos con las FARC han sido exclusivamente de carácter periodístico, ya la fiscalía colombiana le había abierto una investigación luego de que en marzo del 2008 se encontraran correos a su nombre en el computador portátil de Raúl Reyes, un fallecido jefe guerrillero. Lo cierto es que ellos muestran que el conductor de Contravía sirvió como intermediario entre las FARC y diplomáticos franceses que intentaban la liberación de Ingrid Betancourt. Así lo confirmó la fiscalía colombiana que archivó dicha investigación sin formular cargos.
Lo anterior fue confirmado a la agencia AP por el director de la Unidad Antiterrorismo de la Fiscalía General de Colombia, Hernes Ardila.
El clima de hostigamiento y las constantes amenazas que reciben tanto Hollman Morris como su familia, lo llevaron a postular a una de las prestigiosas becas Nieman de la Universidad de Harvard. En estricto rigor, el paso dado por Morris no fue sólo una aspiración académica. Su propósito fue buscar en Harvard (Estados Unidos), al menos durante un año, un respiro de protección para su vida y principalmente la de su familia. Oxígeno para terminar con el temor a que las amenazas pasen a otro nivel.
Tanto la excelencia profesional, su aporte histórico como el clima de odiosidad que ha rodeado a Morris en los últimos años ha sido corroborado por sus colegas en Colombia y en el mundo. Entre otros importantes premios ha recibido el de Human Rights Watch (HRW), en 2007, mientras que si huella fue objeto de una película-documental –«Temoin Indesirable»– producida por la televisión franco-suiza en 2008.
El último homenaje a Hollman y Contravía se lo rindieron el pasado 28 de junio todas las facultades de comunicación social y periodismo de Colombia (Afacom) y más de 10 organizaciones (ver programa). Allí quedó claro que no sólo sus amigos, sino cientos de profesionales que admiran y respetan el trabajo infatigable y de excelencia desarrollado por Hollman Morris merece en este minuto una tregua, unos meses de tranquilidad.
El gobierno de Estados Unidos ha dicho no. Sus razones son confidenciales. «Sentimos que esto es escandaloso», dijo Joel Simon, director del Comité para la Protección de Periodistas, con sede en Nueva York. Su opinión es compartida por cientos de organizaciones de periodistas que hoy exigen que se le otorgue la visa a Morris ante el temor de que en Colombia las mafias del crimen organizado ligados al poder político, las mismas que Morris ayudó a develar, actúen nuevamente en total impunidad.
* Con información proporcionada por la Agencia Associated Press (AP), a la que contribuyó su corresponsal en Bogotá, Libardo Cardona.
*Quienes deseen escribir al gobierno de Estados Unidos para soolicitar que se le otorgue al periodista Hollman Morris la visa para ingresar a Estados Unidos y pueda estudiar en la Universidad de Harvard, pueden escribir a:
1) Ambassador Janice Lee Jacobs
Assistant Secretary
Bureau of Consular Affairs
Harry S. Truman Building
2201 C Street, NW, Room 6811
Washington, DC 20520
and
2)The Honorable William R. Brownfield
Ambassador of the United States
American Embassy
Carrera 45 No. 24B-27
Bogotá, D.C. Colombia